Alma de dragón [Hiccup Haddock]

A salvo

NARRA HICCUP
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Ayer fui a Berk para buscar a Claire, sentía que tenia que pedirle disculpas, lo qué pasó aquel día fue fuerte. No me controle y lastime a Brutacio (Un viejo amigo mío).

Cuando llegue fui al bosque, donde solíamos encontrarnos siempre con la peli blanca. Hablaba con Chimuelo cuando escuché un ruido detrás de mi, creí que era Claire, pero rápidamente me encestaron un golpe lo suficientemente fuerte como para atontarme.

Me llevaron a cuestas a delante de una multitud allí mi padre me golpeó y me tiro al suelo.
Todo el mundo festejaba como si yo fuese...un premio para ellos...
Gracias a Odin que Claire me saco de allí. Ella se quedó a mi lado y me llevo a mi hogar.

Mientras curaba mis heridas yo seguía aún un poco inconsciente hasta que al fin me dormí por completo.

...

Me desperté luego de unas buenas horas durmiendo y apenas abrí mis ojos esperaba cualquier cosa, las babas de Chimuelo o algún dragón mordiéndome mi prótesis...pero en vez de eso...la vi.
Claire se había quedado junto a mi toda la noche. Admire como dormía, no quería levantarme ya que sabría que haría ruido, estaba tan tranquila dormida que me transmitió su tranquilidad.

Apenas vi que abrió los ojos, me hice el dormido, no iba a dejar que me descubriese.
Se levantó y miró hacia el fabuloso lugar donde nos encontrábamos, era una vista admirable la verdad.
La note desorientada al principio, pero rápidamente se incorporó y se acercó hasta mi.
Al notar que respiraba con normalidad dio un suspiro de tranquilidad.

Luego de que ella se alejara, me levante de la cama. Era raro, por primera vez estaba conviviendo con alguien...muchos años solo habíamos sido Chimuelo y yo.
Iba a llamar a mi dragón para que me ayude un poco a caminar pero noté que se había ido junto a Nila...vaya que estaban enamorados esos dos.

-¡Hiccup! Tranquilo ven- Claire se acercó hasta mi y dejo que me agarrará de su hombro para proporcionarme estabilidad.

-¿Como te sientes?- dijo mirándome con más atención que nunca

-Estoy bien- respondí seco. No me acostumbraba a esto en lo absoluto.

-Me alegro, me tenias tan preocupada- dijo aliviada

Le sonreí vagamente. Ya se que me dirán amargado pero no estaba muy de humor hoy.

...

Claire insistió en que salgamos a la playa, yo no tenia muchos ánimos pero al final, accedí. Cualquier excusa era buena para verla sonreír.

Al llegar me senté en una de las rocas que daba de frente al gran espejo azul, necesitaba algo de paz en mi interior.

Note que se sentó al lado mío. Sin decir nada sentí como tomaba mi cabello y comenzaba a hacerle pequeñas trenzas.
Me pareció un gesto precioso, sin duda las conservaría.

Cuando se canso entrelazo su brazo con el mío abrazándolo y recostó su cabeza en mi hombro.

Estaba más que sorprendido por su cercanía, pero quizás se sentía sola. Estaba a muchos kilómetros de su hogar y era entendible.

Lo que no podía creer era cómo confiaba en mi, se podría decir que hasta tenía una ceguedad ante toda mi maldad.

De todos modos no le haría daño, jamas.

Recosté mi cabeza sobre la suya y algo dentro de mi pedia a gritos que este momento no se terminará nunca.
Mientras conseguía la paz plena en mi interior pensaba en las palabras de mi padre...«el se enamoró».
Posiblemente ella lo había hecho de mi, pero ¿Yo de ella también?...Enamorarse me parecía como un término...demasiado grande para mi... y de pronto mi mente se llenó de dudas.

Dudas que se aclararon cuando sentí su calor junto a mi cuerpo. Ella descansaba plácidamente en aquel lugar.

-Hiccup...- dijo llamando mi atención.

-Dime- contesté suavemente

-Que pasaría si cuando volvamos a Berk...tu padre no te quiera allí...- hizo una pausa, salió de su lugar para mirarme a los ojos y continuó- ya nos dimos cuenta con lo que es capaz de hacer...- hablo apenada.

-Tranquila, lo solucionaremos- dije tratando de esbozar confianza cuando hasta yo, sentía miedo- o aun mejor, tu volverás a Berk y yo me quedaré aquí- dije sonriéndole convincente

-No, no te dejare- respondió segura

-Ay vamos Claire...estuve mucho tiempo solo, siendo una leyenda para mi pueblo y no me paso nada. Ellos me temen ¿Lo recuerdas?-

-El pueblo si, pero Estoico no...-

-Por supuesto que si, si no, ¿Para que me quedria muerto?-

-No lo se- dijo con confusión

-Para liberar Berk. Siempre decía que yo era una maldición así que...- exclame elevando mis hombros

-Pero no quiero que nada te pase Hiccup...- dijo preocupada

-Estaré bien, tranquila- dije con seguridad.

Nos paramos de nuestro lugar y fuimos a caminar por la playa. Íbamos lento ya que yo no podía caminar demasiado.

De pronto ella se detuvo y comenzó a buscar algo en medio de la arena. La mire confundido no comprendía cuáles eran sus intenciones.
Hasta que pareció encontrar lo que tanto buscada. Dos caracoles hermosos relucían frente a nosotros.

Ella los conservo y continuamos caminando.

Luego de una larga caminata llegamos a lo que ahora estaba siendo nuestro hogar. Yo me quede afuera de mi casa, conviviendo con los dragones. Mientras acariciaba algunos Corta Leña y Nadders mortíferos, la escuché acercarse a mi.

Cruzó su mano por adelante mio sosteniendo el extremo de un hilo con cada una de sus manos que se encontraban cada una en un costado de mi cuello.

-¿Que haces?- pregunté sin entender sus intenciones

Ella se separó de mi cuando su "trabajo" (desconocido para mi) había sido finalizado. Tuve al atrevimiento de bajar mi mirada a mi cuello y entendí todo.
Claire me había puesto un collar que llevaba como colgante los caracoles que había recolectado hoy por la tarde.
Por acto instintivo mire su cuello y note que también lo tenia. Sonreí como un imbecil, era el gesto más hermoso que alguien había tenido hasta ahora conmigo.

Eleve la mirada y me encontré con un par de ojos azules que me miraban curiosos sobre mi respuesta:

-Es...es muy bonito Claire, gracias- dije sincero

-Al menos no me tendrás tan lejos ahora- comentó con una sonrisa.

Estaba gustoso de tenerla a mi lado, había sido una gran compañía desde que la conocí. Sin duda ella era especial para mi...