Alma de dragón [Hiccup Haddock]

¿Que haces aquí?

~NARRA CLAIRE~
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Abrí la ventana, dejando ver a un Jack con una sonrisa en el marco.

-Hola Claire, ¿Interrumpo?- exclamó con felicidad

-No, pero ¿Que haces aquí?- pregunté confundida ya serían cerca de las tres de la mañana, no entendía que hacía en mi ventana.

-¿No está el amargado de tu novio no?- cuestiono

-Em...No y ¿Eso que tiene que ver contigo?- pregunté aun mas extrañada con esta situación

-Mejor, así no nos molesta, ¿Recuerdas que iba a mostrarte mis poderes?- dijo

-Claro, pero me los puedes mostrar en otro momento no a las tres de la mañana en mi habitación- exclamé con obviedad

-Perdona, en realidad venía a otra cosa...- confeso

-Di a que- sentencie ya arta de tanto enigma

-Te quería invitar al baile que van a hacer por tu regreso...es decir...si tu...tu...- Jack comenzó a tartamudear nervioso. Dio un respiro y continuó- ¿Quieres venir conmigo?- dijo dudoso

Sinceramente esas palabras me habían tomado completamente por sorpresa, me había olvidado del baile. No sabia que hacer. Yo no le había comentado nada a Hiccup y no se si sería seguro que viniese conmigo, puesto que estaría Estoico entre nosotros...Pero recordé que el mayor estaba de viaje en tierras lejanas y el festejo era en dos días, así que era muy probable que no se encontrara allí.
Así que me digne a contestar

-Emm...yo ya tengo pareja Jack, gracias por la oferta, de seguro alguien mas quedra ir contigo- dije animada

-Esta bien...- Jack se retiró por el mismo lugar que había llegado, dejándome con algo de angustia por rechazar la oferta pero quería ir con el castaño que tanto amaba...

...

Por la mañana, mis ojos parecían pegados con algún tipo de pegamento, puesto que ni las babas de Nila me despertaban. De pronto escuché como la puerta de entrada de mi cabaña se cerró con fuerza. Me asuste hasta que recordé que le había pedido a Astrid que viniera a desayunar conmigo.
Baje las escaleras con mi cabello como una maraña y con la almohada pegada al rostro.

-Astrid, te dije que vinieras pero no tan tem...¡Hiccup!- Al verlo parado en el umbral, salte a sus brazos, una sola noche que no había pasado con el y ya lo extrañaba. Me acerqué a su rostro y deposité un cálido y sentido beso en sus labios. Cuando nos separamos hablé

-¿Que haces aquí tan temprano? y ¿Como sabes que esta es mi cabaña?- pregunté

-Bueno e...emm...Astrid me ayudo un poco- dijo mientras se rascaba la nuca con inocencia

-Hay veces que amo demasiado a mi amiga...- exclamé pensativa

-¿Y a mi no?- sentencio

Era la primera vez que estábamos teniendo un momento tan romántico. Hiccup no era de llegar con flores o hacer ese tipo de comentarios.
Nunca nos habíamos dicho esas dos palabras tan recurrentes en los enamorados, porque ni siquiera estaba claro que sentíamos ambos...