Alma de dragón [Hiccup Haddock]

Cola

~NARRA CLAIRE~
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Los días pasaban en Berk, el sol salía y se ponía de la misma forma o al menos para mi. Asumí mis deberes de reina ya que con la retirada de Estoico la corona depositó en mi cabeza.
Estaba muy ocupada diariamente con mis deberes de Jefa pero eso no evitaba que fuera a visitar al castaño diariamente.
Este se encontraba descansando en la cabaña de Gothi, hace más de dos semanas que habían sido eternas. Respiraba regularmente y su cabello castaño se encontraba revuelto como siempre mientas sus ojos verdes reposaban con sus párpados sobre ellos.

Las carreras de dragones se acercaban próximamente eso me entusiasmaba bastante, sin duda debíamos trabajar duro, había que hacer preparativos y construir un nuevo circuito pero no dejaba de ser el mejor evento del año.
Valka era de gran ayuda junto a mi, me facilitaba los deberes de todo tipo y con mis sentimientos destruidos, sinceramente era para mi la figura materna que nunca tuve.

Nuestros amigos Verserkers habían estado vario tiempo junto a nosotros cuando se enteraron del regreso de Hiccup. Comentaron que hace no mucho ellos habían tenido un avistamiento de aquel Furia Nocturna y su jinete pero jamás se hubiesen imaginado que era el hijo de Estoico. Estuvieron muy agradecidos por nuestro cobijo y tiempo más tarde se fueron de la isla.

Aren se encontraba totalmente devastado con la noticia de que su hijo casi había matado al castaño. El le tenia mucho aprecio a todos y a la isla en general, así que decidió rendirnos sus conocimientos y quedarse a vivir junto a nosotros como un berkiano más.

Por la tarde salí a montar a Chimuelo, no era la primera vez que lo hacía en estas semanas ni antes, el dragón ya estaba acostumbrado a mi compañía.
Solía preguntarle sobre Hiccup a los dioses mientras acariciaba las nubes con la palma de mi mano. Hasta el momento parecía no obtener respuesta válida, así que optaba por callarme como todo el resto de veces.

Regrese a la isla casi al anochecer donde mis amigos me recibieron con felicidad como solían hacer a menudo. Baje de Chimuelo y me quede observando algo que debería resolver más tarde...su cola. Recordaba que Hiccup numerosas veces me había hablado sobre el gran cambio que quería hacerle...quizás podría encargarme yo como regalo sorpresa cuando despertara.

-¡Hola Claire!- saludo Astrid

-Hola preciosa- dijo Patan como siempre con sus comentarios seductores que a nadie seducían.

-Hola chicos- salude yo de la misma forma mientras pasaba por entremedio de todos.

-¿Sabes algo de Hiccup?- pregunto Brutacio

-No, por ahora no hay novedades- conteste

-¿Y habrá novedades?- cuestionó Brutilda

-No lo sé Brutilda- respondí

-¿Y porque no lo sabes?- volvió a preguntar la gemela insistente.

-Chicos, basta...sólo necesito estar sola...ahora- dije ya estresada de la situación y retirándome a donde podría estar sola y en paz.

-Estás todo el dia sola...- murmuraron los gemelos, los cuales recibieron un golpe de parte de Astrid.

-Dejen que lo digiera...- dijo la rubia mientras caminaba hasta donde me encontraba yo, un poco apartada del resto.

...

-Se como te sientes...- dijo mientras tomaba asiento a mi lado.

-¿Como? Es imposible saberlo Astrid- dije cabizbaja.

-Porque así me sentí cuando se fue aquella vez...- comento sincera. Mi cara seguro fue la de mayor sorpresa. Ciertamente ¿De que hablaba?. Sin dudas la invite a que continuara- Yo amaba a Hiccup cuando se fue aquel día...cuando tan solo éramos niños...Tuve que vivir años...sin saber que había sido de él...lloraba a escondidas, yo no solo lo amaba, si no que era mi mejor amigo y haberlo perdido por un motivo que jamás conocí, fue un dolor enorme en mi corazón. Cuando los años pasaron, pude enterarme de que el seguía con vida. Fue una noticia que me alegro muchísimo, pero al enterarme que ya no era el Hiccup que yo había conocido sin dudas me destruyo de la peor forma. El atacó nuestro hogar como si nunca hubiésemos jugado a las escondidas de niños o nunca hubiésemos sido aquellos buenos amigos.
El día que tú te enteraste de él...sentí algo extraño...como un presentimiento ¿Sabes?, esos que solo vienen una vez en la vida...sabía que eras la única persona que podía traerlo de nuevo a Berk...junto a nosotros...y así fue...el té siguió Claire y podría jurar por las barbas de Odin que él te ama. Jamás lo vi de la forma en la que tú lo convertiste...El jamás se rendiría contigo Claire...ahora no lo hagas tu con él- finalizo

Su relato me había emocionado, jamás supe eso de Astrid, quizás para que yo no crea que aun seguía con sentimientos hacia el castaño. Había sido realmente conmovedora. La abrace con fuerza, como si nunca lo hubiese hecho antes y dije:

-No me rendiré, seré fuerte...por Hiccup- asegure mientras miraba las sutiles estrellas que se hacían presencia sobre nuestra cabeza.

...

La mañana relucía con un brillante sol. Silbe llamando a Nila y en un segundo salimos volando, rumbo al hogar de Hiccup.
Chimuelo se quedó en la isla junto al castaño, cualquier cosa que sucediera el estaría a su lado.
Sobrevolamos la inmensidad azul que rodeaba Berk, hasta llegar a su enorme fuerte de hielo con todos sus dragones.
Me recibieron de maravilla, después de todo había estado conviviendo entre ellos un largo tiempo.
Me adentré a su cueva y quede sorprendida, sin duda era un gran inventor tenía cientos de planos de cosas diferentes entre ellos, tenia nuevos cascos, nuevas monturas para Chimuelo, una nueva armadura, hasta que di en el blanco, "Cola de Chimuelo modificada", sin duda era esa, así que tome el plano y me lo guarde en mi traje.
También divisé un mapa donde tenia anotados todos los puntos débiles de Berk...cosa que me enfureció un poco, pero sabía que era de cuando el quería acabarnos, el Hiccup que yo había conocido mucho tiempo atrás no era nada comparado con el actual...
Me subí en el lomo de Nila para volver a casa y rápidamente nos encontrábamos fuera del fuerte. Mientras volábamos de regreso decidí divertirme un poco con mi compañera, comenzamos a dar giros cerrados, subir por encima de las nubes y bajar hasta el ras del mar. Era reconfortante hacer esas maniobras y más cuando mi dragona se divertía haciéndolo.

Llegamos a tierra firme para cuando el sol estaba puesto sobre nuestras cabezas. Baje de Nila corriendo y me dirigí con la misma velocidad dentro de la fragua de Bocón.

-¡Buen día Bocón!- salude con entusiasmo.

-Buen día señorita nocturna, que yo recuerde no trabajabas hoy- aseguro

-Lo se...es solo que quería hacerle una sorpresa a Hiccup para cuando despierte- dije contenta.

-Claire...¿Estás segura de que lo hará?- cuestionó cabizbajo Bocón.

Esa pregunta me había tomado por sorpresa, nunca me había puesto a pensar en la posibilidad de que Hiccup no lo hiciese...pero por supuesto que estaba vigente...

-Por supuesto que si Bocón- dije segura.

Me dirigí a conseguir los materiales que necesitaba. Una vez que estaba todo listo, fabriqué las varillas de metal que fue de donde sostuve la tela más tarde.
Decidí hacerle algunas mejoras más que las que Hiccup ya había hecho. Con ayuda de Nila terminamos rápido de hacer todo lo necesario. Ahora solo faltaba la pintura para que quede como si fuera una auténtica de Chimuelo.
Una vez pintada Nila colaboro con probar la pintura y si era realmente resistente al fuego y así fue. Nuestra tarea estaba terminada. El castaño estaría mas que feliz por esto.