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- Has sido muy fuerte, Jaehyun.

Eran las seis de la mañana cuando Jaehyun había dejado su terquedad de lado, para finalmente ir al único doctor confiable que tenía en toda la ciudad, acompañado de ni más ni menos que su increíble amigo Lee Taeyong. Estos dos no habían emitido ni una sola palabra, y es que ninguno de los dos sabía por donde empezar.

Jaehyun podía sentir la aguja atravesar su herida, creando una sutura para que pudiera cicatrizar, pero no dolía. Su brazo completo había sido anestesiado aliviandolo del dolor por unas cuantas horas. Él permanecía postrado en la camilla, fumando un cigarro y de reojo pudo notar a Taeyong inquieto. Él estaba sentado en un sillón dentro del consultorio, la palma de su mano sostenía su cabeza y su brazo estaba apoyado en el sillón.

- No es de mi asunto saber que te sucedió, pero como médico necesito saber. - El doctor Ten terminó de agarrarle puntos a la herida de Jaehyun. En total fueron 8 puntos, Jaehyun había llegado a tiempo, antes de que hubiese sido peor.

Taeyong notó la carencia para hablar de Jaehyun, así que fue el primero en tomar la palabra. - Fue apuñalado con un vidrio el día de ayer. Ha estado tomando medicinas, pero no sé con exactitud decirte cuales medicinas porque Doyoung se las ha estado inyectando.

Ten soltó una risa suave retirándose sus gafas. Volvió a su asiento, escribiendo una cita médica. - Problemas es tu segundo nombre, Jeong.

- Fue una chica. - Fue la primera palabra que dijo Jaehyun después de haber estado un rato en silencio. Volteó su vista a la herida, estaba roja y maltratada, también tenía unos leves rastros de sangre. Ten había desinfectado y limpiado la herida cuidadosamente antes de agarrarle puntos. Jaehyun finalmente se incorporó colocándose su camiseta negra.

Ten chasqueó su lengua. - No me sorprende, al saber que eres un imbécil con las mujeres.

Taeyong soltó una risa por lo bajo y Jaehyun solamente se dignó a rodar los ojos.

- Tuviste efectos secundarios por algún tipo de antibiótico que Doyoung te inyectó... - Comentó Ten. Firmó la cita médica y se la extendió a Jaehyun. - Te inyectó una dosis muy fuerte y el antibiótico te causó alucinaciones.

- A lo mejor por eso le partiste la cara a Taeil... - Taeyong soltó otra risita. - No sabías lo que estabas haciendo.

- Desde ahora en adelante, no dejes que Doyoung te automedique, ¿De acuerdo? - Ten miró fijamente a Jaehyun. - Y cumple el tratamiento al pie de la letra, no quiero volver a verte aquí por un largo rato.

Taeyong fue el primero en salir del consultorio de Ten, se quedó en el pasillo esperando por Jaehyun, mientras Jaehyun seguía dentro del consultorio.

- ¿Cuánto te debo? - Preguntó Jaehyun antes de salir.

Ten levantó una de sus cejas mirando a Jaehyun alejarse cada vez más hasta tomar la perilla de la puerta para cerrarla.

- Tómalo como un favor que en algún momento me tendrás que regresar. - Jaehyun tragó en seco, y sin decir más nada, cerró la puerta viendo a Taeyong en el pasillo, su cuerpo estaba arrecostado en la pared, su cabeza estaba inclinada hacia arriba mirando la escasa luz que iluminaba el paso.

Ten era un médico clandestino. Era como el ángel de la muerte . Tenía un pequeño consultorio en un callejón abandonado, y pese a esto, le llegaba mucha gente en busca de ayuda debido a sus excelentes trabajos. En su mayoría, criminales. Ten era alguien de confianza.

- ¿Vas a hablar? - Preguntó Jaehyun una vez cerró la puerta tras él y dio paso hasta llegar a Taeyong. Éste seguía en la misma posición, mirando a la nada, probablemente pensando tantas cosas.

- He chantajeado a Meng. - Taeyeong finalmente vio a Jaehyun a los ojos. - Le he hecho creer que la matarías.

Jaehyun frunció su entrecejo. A esas alturas, matar a Meng no estaba entre sus planes. Meng Huiyin en definitiva había pasado la prueba de ser una sobreviviente al peligro. Hasta hace un par de horas, Jaehyun no tenía claro que hacer con ella. Pero ahora lo sabía. Solo necesitaba tiempo para pensar las cosas.

- Realmente ella no quiere morir. Solo está intentando sobrevivir. - Continuó hablando Taeyong. - Así que le dije que te convencería de no matarla... Si me devolvía el dinero.

- La has engañado. - Comentó Jaehyun. - Y también nos has engañado a nosotros creyendo que ella había escapado, cuando no fue así. Tuve que ordenarle a los demás recorrer toda la ciudad para buscarla, solo para que tú dijeras que ella nunca escapó.

- No tenía de otra alternativa. - Taeyong se despegó de la pared, metiendo las manos en sus bolsillos.

Taeyong siempre utilizaba su inteligencia, pero a su favor. Aprovechó el momento exacto para que Huiyin le diera el dinero. Taeyong sabía cómo mover las cartas a su antojo, pero siempre tenía que incluir a terceros en sus jugadas.

- No tenías otra alternativa, y lo entiendo. Haces todo a tu conveniencia, pero ahora ella terminará de odiarnos.

Taeyong frunció su entrecejo. - ¿Y qué crees tú? ¿Qué después de toda las pesadillas que le hemos hecho pasar, estará como si nada? ¡Por supuesto que no!

- Pues no me refiero a eso... - Jaehyun hizo una pausa relamiendo sus labios. Estaban hablando por lo bajo para que nadie pudiera escucharlos. - Pero nuestro día a día está lleno de pesadillas, Taeyong. Eso es inevitable. Tú fuiste el que la envolvió a ella en todo esto.

- Podrás ser muy inteligente, Jaehyun. Pero aún no sabes de estrategia. - Taeyong finalmente se dio la vuelta, dándole la espalda a Jaehyun dispuesto a caminar hasta la salida. - Matamos a su hermano. Y ojalá nunca se entere de eso. Sobretodo al saber que fuiste tú el que le disparó en la cabeza, causándole la muerte.

Jaehyun apretó su mandíbula, llevó su mano derecha al hombro de Taeyong, dándole la vuelta con un agarre fuerte que incluso empezó hasta a doler, quedando frente a frente.

Jaehyun elevó su dedo índice en medio de ambos cuerpos. - Ella no se debe enterar de eso. - Jaehyun presionó su dedo contra la frente de Taeyong, haciéndolo tambalear.

the blue scorpion ── jaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora