the blue scorpion ── jaehyun

13

Ojos desgastado, cabello largo color miel, mirada inexpresiva, piel pálida. Así era Jinyao, tal cual como Jaehyun la recordaba.

- Es increíble cómo incluso fuera de mi vida, puedes ocasionarme problemas. - Jaehyun habló con palabras duras sin mirarla mucho a los ojos. Ella se veía atemorizada. - Tú nunca vas a cambiar, ¿Verdad?

Ella frunció su entrecejo. Hasta ese entonces, Jinyao no entendía que sucedía, ni tampoco entendía la razón por la cual Yukhei había ido a su lugar a molestarla con la excusa de que alguien muy importante quería hablar con ella. De haber sabido que ese alguien muy importante era ni más ni menos que el increíble Jeong Jaehyun, ella hubiera huido sin mirar atrás. Sin embargo, no sabía cómo formular una respuesta concreta ante la presencia de Jaehyun. Hace muchísimo tiempo que no lo veía, y por desgracia, seguía sintiendo los mismos nervios hacia él. Jaehyun era alguien tan imponente, tan cauteloso. Ella nunca había conocido a alguien como él, ni siquiera su hermano Jungwoo se comparaba.

- ¿Vienes a molestarme otra vez? - Jinyao fue capaz de formular una pregunta en un hilo de voz. La última vez que se vieron cara a cara, tuvieron una discusión. Jinyao lo recordaba perfectamente, como si hubiese sido ayer. Lo cierto es que ella seguía enamorada de Jaehyun, y Jaehyun solo se burlaba de ella y cuestionaba como había podido ser tan tonta. Él alegaba que nunca se enamoraba, y que nunca lo haría. Amor es todo lo contrario a Jaehyun.

- No vine a molestarte. - Jaehyun se acercó a ella ferozmente. - El que debería estar molesto soy yo. ¿Crees que soy tonto? ¿Por qué no te metes en tus propios asuntos?

Jinyao de un momento a otro, explotó por dentro y su rostro comenzó a enrojecerse. - No sé de qué demonios me estás hablando. - Escupió. - Estás loco, Jaehyun.

Jaehyun le lanzó una mirada llena de odio. - Por tu culpa, has ocasionado un problema.

- Yo no he hecho nada que te pueda afectar a ti. A mí no me interesan tus negocios.

Jaehyun se acercó más a ella. - Ayudaste a alguien a escapar. - Jaehyun habló con voz áspera. - ¿O me equivoco?

Jinyao entonces cayó en cuenta. Esa chica. Jinyao sabía que había algo oscuro detrás de ella. Su apariencia, sus cicatrices, sus golpes. Sus ojos oscuros y malvados. Su forma tan espeluznante de hablar. Su mandíbula siempre tensa. Ella... ¿Ella era uno de ellos?

- ¿Qué te han dicho de ayudar a extraños, Jinyao? Nunca debes ayudar a extraños. - Jaehyun entonces estaba gritando, y realmente no sabía por qué razón lo hacía.

- Está bien, sí. Sí la ayudé. Ella me pidió el favor. Nunca me imaginé que ella estaría envuelta contigo. - Jinyao lloriqueó, temiendo por su vida. Desde que ella había conocido a Jaehyun y a su banda, siempre había temido por su vida. Cómo eran tan crueles y al mismo tiempo tan gentiles. A simple vista, cualquiera de ellos podría parecer un excelente amigo, compañero o un buen partido. Pero lo cierto era que, deberías tenerle miedo a ellos, porque en cualquier momento te podían arrebatar la vida sin piedad - ¿Estás ahora saliendo con ella?

- Creo que eso no es tu asunto, ¿no?

Ella dio un suspiro. - No es de mi asunto, pero...

- ¿Pero...? Deja de ser tan tonta por alguna vez en tu vida.

Jinyao, entre el ajetreo y el fuerte agarre de Jaehyun, esbozó una sonrisa sarcástica. - Pues ella escapó de ti... ¿Quién quisiera estar con alguien como tú? Eres solo una cara bonita porque por dentro... Estás totalmente jodido.

- Tú no sabes nada, y por si eso fuera poco, pareces una estúpida. No tengo ni un poco de cariño hacia ti, Jinyao. Nunca lo tuve, es hora de que empieces a aceptar eso.

La ira consumía torturosamente a Jaehyun. Podía sentir su sangre en punto de ebullición, bombear desde su corazón con fuerza hasta llegar al final de sus extremidades.

Pero en algo Jinyao no se equivocaba, Jaehyun estaba jodido.

Entre aquellas cuatro paredes de una vieja oficina, con solo un escritorio y un estante lleno de libros viejos, la puerta se abrió de par en par. Jaehyun se alejó lentamente de Jinyao, volviendo a la realidad, poniendo los pies sobre la tierra.

El nombre de Meng Huiyin recorría su cabeza cada segundo y Jaehyun parecía perder el control cada vez que la recordaba.

Jaehyun escuchó un silbido familiar, que podría reconocer entre un millón. - Hey, suficiente. - Mark cruzó la puerta, alcanzando a Jaehyun y tomándolo por su brazo. Sin embargo se detuvo a analizar la situación. Jinyao estaba sentada sobre un viejo y desgastado escritorio con una expresión de terror, Jaehyun estaba de pie frente a ella, mirándola sin ningún tipo de expresión. Más bien parecía perdido en sus pensamientos.

- Suficiente, Jaehyun. Es hora de irnos, deja a Jinyao en paz. Ella no tiene la culpa de nada. - Expresó Mark tratando de empujar y alejar a su amigo fuera de la vista de Jinyao.

Mark reconocía que Jinyao era una chica que había pasado muchos sufrimientos, cuando el primer hombre que amó fue a prisión y el segundo hombre que amó, le rompió el corazón, y por si fuera poco, esos dos hombres eran hermanos.

- Claro que si es culpable... - Jaehyun dijo por lo bajo. - Ella... - Titubeó. - Ella dejó escapar a Huiyin ¡Demonios!

Mark logró sacar a Jaehyun de aquella abandonada y asquerosa oficina, encontrándose con Doyoung y Johnny, quienes probablemente lo habían estado buscando los últimos minutos por todo el casino.

- Ella ni siquiera conoce a Huiyin. Entiende... Si esto es culpa de alguien, es totalmente culpa tuya. - Expresó Mark con palabras duras hacia Jaehyun, quien había tenido una mirada perdida todo ese tiempo, hasta que miró a Mark fijamente y perdió la cordura ante aquellas palabras. Jaehyun estrelló su puño contra la mejilla de Mark haciéndolo caer al suelo al instante.

- Maldición. - Exclamó Doyoung. Su amigo estaba incontrolable. - ¡Jaehyun! ¿Podrías calmarte de una vez? Estás actuando como un demente.

- Si tan solo me entendieran... Si tan solo se pusieran en mi lugar...

Johnny, quien no había emitido ni una sola palabra, ayudó a Mark a levantarse. Por suerte, el golpe solo causó un contundente dolor en la mejilla de Mark, y a pesar de todo, Mark consideraba tanto al líder de su banda y no podía enojarse con él, comprendía que algo malo le estaba pasando.

- Meng Huiyin apareció. ¿Feliz? - Fueron las primeras palabras de Johnny hacia Jaehyun en aquel momento. - Ella nunca escapó, siempre estuvo aquí.