Página 14

395 27 6
                                    

Pasamos la noche entre amigos hasta que era la hora de dormir.

Al día siguiente dediqué la mayoría de las horas entrenando con Kirishima. Necesitaba estar bien preparada, quería ir a la misión.

Transcurrió el día rápidamente. Y llegó al fin, el día, en donde derrotaremos al maldito Alto Rey.

Quedamos todos al mediodía después de comer en el sitio de siempre, la cabaña.

- Bien, hemos querido quedar más temprano para ver qué tan fuerte eres y tus habilidades, de ahí veremos si vienes o no.- dijo seriamente Bakugo.

- Claro.- dije decidida.

Salimos nosotros dos solos de la casita hacia algún tipo de esplanada en el bosque para no dañar nada y que no haya obstaculos a la hora de pelear.

- ¿Crees que ____ podrá soportar los ataques de Bakugo?- preguntó Mina preocupada en la cabaña con los otros tres.

- No lo sé... ____ ha avanzado rápidamente, he notado que se ha hecho más fuerte. Y aunque no tenga mucha fuerza, sé que puede esquivar rápidamente los ataques. Es hábil moviéndose.

- Eso espero, no me gustaría que estuviera dañada justo cuando queremos que todo esté bien.

- Yo tampoco.

···

Al llegar a la esplanada con el rubio me puse rápidamente en postura de ataque.

- Voy a intentar no ser muy duro, ya que has tenido pocos días de entrenamiento y te llevo mucha ventaja. Pero si veo que puedes superarme siendo un poco blando, lo volveremos a hacer, pero esa vez no me contendré.

- Vale.

Y comenzamos.

Bakugo me atacó rápidamente con una de sus explosiones, pero pude llegar a esquivarlo.

- Bien.- me felicitó.

La mayoría del resto de la pelea estuve esquivando cada ataque que hacía él. No tenía la suficiente fuerza como para poder hacerle mucho daño, pero cada vez que tenía la oportunidad, le daba algún puñetazo en cualquier parte del cuerpo, o patada.

•••

- Todavía me queda mucha energía, no he gastado ni la mitad. Ríndete.- dijo decidido.

- No me voy a rendir, tengo que conseguir ir con vosotros.- dije como pude, respirando agitadamente.

- Veo que estás muy cansada, no vas a poder tú sola. En todo caso, serías una ayudante de alguien, pero al final eso acabará siendo una molestia si te llega a ocurrir algo y no puedes defenderte.

- ¡Sí puedo!

Me atacó de imprevisto, provocando que me impulsara hacia atrás cayéndome, choqué contra un árbol.

- Agh...

Se acercó Bakugō. - Acepta que no puedes sola. Está bien, porque has tenido a penas 2 días para prepararte, y aún así has tenido la valentía, fuerza y agilidad como para que consigas cansarme un poco. Te felicito.

Sonreí. - Entonces... ¿puedo ir?

- No sé, ahora mismo estás dañada y cansada. Dudo que para unas horas estés lo suficientemente bien como para poder ser de ayuda.

- C-creo que podré.- dije intentando levantarme.

El hombre lobo me ayudó para ir hacia la cabaña y hablar con los otros.

Tenía algunos rasguños en la cara y en los brazos. Pero lo que más me hizo daño fue el último impacto.

Al llegar a nuestro destino todos vinieron corriendo para saber noticias.

- ¡Dios, _____!- exclamó Mina.

Escuché cómo Kirishima comenzaba a gruñir por lo bajo.

- ¡¿No que ibas a tener cuidado?! Confiaba en ti, Bakubro.

- Le he estado atacando todo el rato con la misma fuerza, pero en el último estaba distraída y no pudo esquivarme.

El pelirrojo corrió a mí, sujetándome y revisando cada herida que tenía.

- Tampoco es para tanto, creo que estaré bien para después.- dije.

- Eso espero.

Pasamos a la cabaña y me curé las heridas. Luego, Mina trajo como una especie de infusión rara que hacía que me doliese mucho menos mis daños.

- Gracias Mina.- le agradecí.

Ella me sonrió.

- Bien, entonces... ¿Ella vendrá?- preguntó Sero.

- Tiene una gran agilidad, y pudo darme algunos golpes. Si se encuentra bien para cuando llegue la hora de ir, puede ir.- dijo Bakugou. - Pero, tendría que haber alguien ahí para ayudarle. Dudo que ella pueda derrotar a algún guardia sola.

- Todos los guardias que vi cuando estuve allí eran mayores. Así que supongo que no tendrán tanta fuerza o agilidad como para hacerme mucho daño.- dije sinceramente.

- Bueno, pero aún así.

- Yo le acompañaré.- se ofreció Eijirō.

Nos miramos y sonreímos.

- Vale. Pues vamos a recordar el plan. Pude reunir gente de sobra para aquello.

- ¿Para qué?- pregunté con curiosidad.

- Para que hagan una manifestación en frente del castillo, así los usamos como entretenimiento.- asentí. - Cuando las personas estén allí, deberían de salir un montón de guardias para que se vayan, entonces después...

•••

Al terminar de redactar el plan, se hizo de noche, así que salimos directos para allá.

Fuimos por los alrededores, escondiéndonos entre los árboles. Más cerca de la entrada habían unos guardias que no estaban haciendo nada, entonces Denki electrocutó a uno y Sero le amarró al otro.

Hicieron eso silenciosamente, y los apartaron del camino.

El inicio del plan consiste en infiltrarnos. Por lo cual, quitaron el uniforme de esos guardias para ponérselos ellos. Todavía nos faltaba 4 uniformes.

Estuvimos buscando guardias que estuvieran apartados y en los alrededores para hacer lo mismo de antes.

···

Al fin, pudimos conseguir todos uniformes. A Mina y a mí nos quedaba un poco grande, pero no se notaba mucho. Si se llega a notar sería malo, porque cada guardia tiene sus ropas a medida, y se darían cuenta el resto de que no pertenecemos ahí.

Entramos por la puerta trasera, que se encontraba en un patio. Y rápidamente nos dispersamos para no ser sospechosos.

Kirishima iba junto a mí a cada rato.

Cada uno iba por unos pasillos diferentes para hallar al rey mas rápido, y para deshacernos de los guardias que veamos sin armar mucho alboroto.

Eijiro y yo caminamos por un pasillo largo, donde nos encontramos a dos vigilantes haciendo guardia.

Pasamos por al lado de estos, hasta conseguir quedar detrás de ellos, y así poder ponerles inconscientes sin que griten.

Una vez hecho eso, los escondimos en una sala pequeña de limpieza que había al lado.

- Es posible que el Alto Rey esté en la planta de arriba, en su trono.- dije a través de un walkie talkie que tenemos todos.

Horas antes, pude ingeniármelas para hacer aquellas máquinas sin necesidad de pilas. Me gustaba saber curiosidades sobre la tecnología y la ciencia, y eso nos dio mucha ventaja.

- Bien, vamos todos para allá.- me respondió Mina.

Continuará...

TRAS LA LUZ | Kirishima EijiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora