La hija de Gin

Cap 18

Narra Izuki

En el momento que Meiko vino, algunos de mis hombres estuvieron en guardia, sin embargo, Kazami formó un dilema por la mera presencia de mi sobrina en las instalaciones; salí de mi oficina por el alboroto y me encontre con la rubia platinado. Meiko lucia un conjunto negro que resaltaba su figura, pero venía acompañada; por lo que la hice pasar a mi despacho. 

Izuki: ¿Qué te trae por aquí Meiko? — cuestioné observando la

Meiko: Habrá una reunión esta noche y quería pedirte el favor de cuidar de Izumi y Reiko por nosotros — dijo mientras veía a la niña observar mi oficina como si de una tienda de dulces se tratará

Izumi: ¿No les pasará nada? ¿El tío y tú estarán bien? — indagó la menor preocupada

Meiko: Estaremos bien princesa, Reiko ya no es necesario que estes en silla de ruedas puedes usar un caminador — mencionó a lo que la chica asintió

Izuki: Lleva esto, es un microfono disfrazado, así sabremos si están en problemas para enviar refuerzos — comenté extendiendo le el dispositivo como si fuera una orquidea de cabello 

Después de eso se retiró, por la bolsa que llevaba, supuse que sería un cambio de ropa para mi agente; se ve que lo quiere mucho, solo espero que no los descubran o la misión se irá a la basura.  

Narra Meiko.

Esperé a que Rei saliera de su turno recostada a la pared del café, la ropa que llevaba la escogió Reiko; me sentía un poco incomoda, sin embargo, debo admitir que me queda bien; por lo visto Bourbon aprovecho que estaba distraída para hacer de las suyas y asustarme, este chico me va a dar un paro cardiaco el día menos pensado.

Rei: Estas hermosa — sus palabras me avergonzaron, pero por el susto di un respingó en mi lugar

Meiko: Gracias, pero siento que un día de estos me darás un paro cardiaco — dije con una mano en mi pecho y sonrojada por el halago, por lo que comenté — Ve a cambiarte que nos están esperando

Ante aquella declaración, el rubio no dudo en obedecer e ir a cambiarse, mientras lo esperaba, apareció "Conan", quien se quedo conmigo y me observaba expectante.

Meiko: Eres un detective muy curioso, eso te meterá en problemas mayores Kudo — dije acunclillado me para estar a su altura

Shinichi: Por lo visto Haibara no mintió al decir que sabías quien era realmente — comentó con un leve rubor en sus mofletes

Meiko: Ja ja ja, te vez tierno, pero ¿que haces afuera a estas horas? — cuestioné al ver que eran las 11:40, hoy Bourbon tuvo un día pesado pensé, en el momento que fue a cuestionar, Rei apareció ya listo para la junta; por lo visto le quedaba un poco justa la chaqueta nota mental no dejar que Reiko escoja nuestra ropa de nuevo; aunque le terminé realizando una llave — perdón ¿estás bien? — cuestioné preocupada, el rubio le resto importancia diciendo que lo tenía bien merecido por haberme asustado, a lo que el encogido menciona si somos pareja provocando que nos sonrojaramos. 

Rei: ¿Esto se encogió o qué? — cuestionó con la chaqueta abierta

Meiko: Tendré en mente no dejar que tu hermana vuelva a elegir la ropa, esa chaqueta ni siquiera es tuya — mencioné divertida

Conan: Esa chaqueta es suya verdad señorita — comentó el menor en tono juguetón, solo me limite a asentir y mencioné

Meiko: Bourbon nos estan esperando — dije para que el entrometido dejara de fastidiar 

En el momento que nos retirábamos, escuche a Bourbon decirle al chico que no podía ir ya que era peligroso, a lo que observe a ese par de reojo viendo como ese crió se abrazaba a su pierna para poder venir; separando lo del moreno, deje un audifono en su oreja y me llevé a Rei para evitar llegar más tarde. El moreno me dejo conducir ya que estaba cansado, y no era de extrañar, puesto que el café estaba lleno cuando llegué con Izumi y Reiko; durante el trayecto, se quedo dormido; al llegar al lugar de la reunión, lo estuve moviendo por más de 15 minutos para que se despertara; vaya que tiene el sueño pesado pensé y seguí insistiendo hasta que despertó.   

Narra Rei

Desperté desorientado, y al ver a mi alrededor, me encontré con la mirada tranquila de Meiko; está me comentó que ya habíamos llegado y del asiento trasero del auto sacó una chaqueta negra un poco grande para su talla y me la entregó. 

— Está es la tuya, tu hermana las confundió por el modelo — mencionó con una sonrisa, ambos entramos con la chamarra del otro ya que sería difícil quitarme la de Canaris, hasta que llegamos con los demás — disculpen la demora hoy salió más tarde de lo normal — mencionó fría

— Eso se nota por como vienen, supongo que les toco llegar a casa a cambiarse — Comentó divertida Vermouth, ignoramos su comentario, y nos posicionamos en nuestro lugar

— Nadie pidió tu opinión Vermouth, pero, ¿a qué se debe está reunión de imprevisto? — cuestionó con fastidio 

— Está reunión repentina es para hablar sobre lo ocurrido con Gin y Vodka — expresó Rum observando nos

— Sí piensas sacar al regordete adelante, pero conmigo no cuesten para sacar a Gin — sentenció molesta 

— Tranquila, no tienes que ponerte así — comentó Chiantti arrogante

— ¡Silencio! — Exclamó Rum antes de que se fuera a formar una pelea, y es más que obvio que no quiere perder a otro peon — Canaris, ¿sabes por qué fueron hasta la casa de Bourbon? — interrogó observando la

— Pues según lo que usted me informó, fueron por sospechas falsas ya que Gin no acepta que Bourbon sea mi pareja; además si no se los hubiera llevado la policía esposados se los habrían llevado en bolsas para cadaveres — respondió fría, todos los presentes tragamos en seco por la forma en la que lo dijo, sé que Canaris es capas de acabar con la vida de Gin con su propia mano; aunque si hubiera estado armado, sería verdad que esos dos estarían en la morgue ahora mismo.

La reunión pasó rápido, aunque Rum concluyó que debíamos hacer algo para evitar que nos capturaran; sin embargo, también mencionó que tendríamos que ver como sacar a Gin y a Vodka de la carcel, tema que no le agradó a Meiko; la rubia platinado sabía que solo teníamos unos días para saber que sentencia les darían a esos dos. Cuando finalizó la reunión, la ojigris seguía intranquila y deseaba que les dieran cadena perpetua; sabía que Canaris estaba molesta pero, era entendible, ya que si esos hombres salían de la carcel, nos delatarían y eso era un riesgo que no queriamos correr.

Conduje de regresó a casa para que Meiko se tranquilizara un poco, entendía su molestia, pero... Aún hay algo que me inquietaba, y eso era saber ¿por qué se arriesga a que la maten por en cubrirme?; solo espero que el jefe Izuki tenga preparado a los refuerzos si esto se nos sale de las manos. Al llegar a casa, encontramos a Reiko y al jefe hablando en la sala, cosa que nos inquietó ya que era pasada la medianoche.

— Deberían estar durmiendo — dije para llamar la atención de ambos cosa que logré

— Bienvenidos, veo que estan bien eso me alegra — comentó Reiko aliviada 

— Bueno yo me retiró — mencionó mi superior pero su sobrina lo detuvo

— Mejor quédese a dormir tío ya es tarde, puede quedarse en el cuarto de mi madre — dijo la ojigris entre bostezos 

Sin reproche alguno, el jefe Izuki se dirigió al cuarto de su difunta hermana; por lo visto prefiere obedecer a Meiko y evitar que algo malo le pase, después de todo, supongo que en el pasado ella le había pedido algo pero él se negó; prometiendo hacerlo otro día el cual nunca llegó.