Narradora
A la mañana siguiente, la de orbes grises despertó temprano para preparar el desayuno; sabía que debía llevar a la menor a la primaria y dar inicio a la rehabilitación de Reiko. Cuando dejo a Izumi en la escuela, la vio acercarse a un chico de lentes; al menos tiene un amigo pensó, pero junto al chico había una niña muy parecida a Shiho cosa que la sorprendió y le sacó una sonrisa ya que había encontrado al detective encogido. Volvió a casa para empezar con su paciente los ejercicios de rehabilitación mientras que Bourbon estaba en el café. Habían pasado unos minutos y Reiko estaba decidida a superar su rehabilitación, Meiko tomaba nota de su progresó; la ojigris decidió parar lo que la mayor estaba haciendo para evitar sobre esfuerzo.
Meiko: Eso sería todo por hoy, no quiero que te sobre esfuerces, además, has avanzado rápido eso es bueno — comentó la rubia platinado mientras ayudaba a la contraria a sentarse en la silla de ruedas
Reiko: Gracias doctora Meiko — dijo la ojiazul con una sonrisa
Meiko: De nada y puedes decirme Meiko, no tengo problema con eso — mencionó alegre
Meiko había llevado a Reiko de paseo para que tomara un poco de aire fresco, ambas estaban pasando un buen rato juntas; en su regreso a casa, la mayor sugirió ir a un café; a la ojigris le pareció buena idea así que fueron a una cafetería que se encontraba cerca de donde se encontraban. Cuando entraron en el café, la rubia platinado dejo a la joven en una mesa al pie de la ventana mientras pedía dos capuchino y un par de rebanadas de tarta de durazno y frutos rojos; luego de haber pedido volvió junto a su paciente, ambas hablaban animadamente mientras esperaban por lo ordenado; pero la de orbes grises nunca espero esa pregunta por parte de su contraria.
Reiko: Entonces ¿Te gusta mi hermano? — soltó de la nada poniendo nerviosa a la rubia platinado
Meiko: Eh... Tan obvia soy, que vergüenza — dijo cubriendo su rostro con sus manos, provocando que la joven frente a ella riera un poco
Reiko: Tranquila, eres una chica hermosa y estoy feliz por Rei al estar con una joven como tú — mencionó la mayor intentando calmarla
En eso llegaron sus pedidos, mientras comían tranquilamente se escucho el grito de una señora; el cual hizo que la rubia platinado volteará a ver que había ocurrido, encontrando que a unas cuantas mesas había un hombre convulsionando por lo que se acercó a la mesa en la que se encontraba aquel hombre.
Meiko: Llamen una ambulancia y denle espacio — comentó la mujer colocando se unos guantes
Conan: ¿Quién eres? — cuestionó un niño a su lado
Meiko: Soy la doctora Meiko y le suministraré epinefrina — mencionó mientras preparaba el medicamento
Mientras la joven le aplicaba el medicamento, Reiko se acercó a ella y vio a un grupo de niños del cual reconoció a Izumi; la niña al verla corrió hasta ella encontrándose también con Meiko prestándole los primeros auxilios al hombre. A lo que llegó la ambulancia y la policía, la victima estaba recobrando el conocimiento; el señor estaba desorientado y ni siquiera recordaba que había ocurrido.
Narra Conan
El profesor Agasa nos trajo a un restaurante, en el que había quedado con un conocido suyo; mientras esperábamos a que llegara, me puse a conversar con Izumi y Haibara; ya que los demás estaban jugando con las tabletas que el mayor nos había dado. En eso escuchamos un grito, dirigimos nuestra vista en la dirección de la que provenían aquellos gritos de ayuda; viendo que a unas mesas de nosotros se encontraba un hombre colvulcionando, corrí hasta el hombre para averiguar que había ocurrido; encontrando a la mujer a la que Izumi le dice tía.
Canaris: Denle espacio y llamen a una ambulancia — pidió
Conan: ¿Quién es usted? — pregunté a su lado
Meiko: Soy la doctora Meiko, por favor dejeme hacer mi trabajo — dijo mientras le suministraba un medicamento que logró detener las convulviones de la victima
Después de que le inyectara el medicamento, se acercó una chica en silla de ruedas; a la cual Izumi reconoció y corrió hasta ella diciéndole tía Reiko, topandoce con la señorita Meiko. Apesar de que la chica pertenece a la organización negra, Haibara no le tiene miedo en cambio la miraba con sorpresa; era como si la ojigris nunca le hubiera comentado cual era su profesión, cuando los paramedicos se llevaron al hombre semiconciente, la chica les pidió que lo llevaran al hospital Haido. Después de que se llevaran a la víctima, la chica no insistió en retirarse; durante el tiempo que duró la investigación, la rubia platinado se dedicó a ayudar a la joven de la silla de ruedas era como si fuera su pasiente; cuando arrestaron al culpable, la ojigris observo a Haibara con una sonrisa y tomando a Izumi de la mano comentó.
Meiko: Vamos a casa princesa
Izumi: Sí, nos vemos mañana en la escuela — dijo la menor con una sonrisa mientras se despedia de nosotros
Cuando llegamos a casa del profesor, le pregunté a Ai por la chica, está se puso nerviosa a lo cual le dije que ya sabía que pertencía a aquella organización; pero que no entendía la razón para que ella le tenga tanto odio a Gin, la cientifica dudo en responder, pero note que estaba preocupada por ella.
Haibara: Es la primera vez que escucho su nombre real — comentó la de claros cabellos con la vista en el suelo — ella le tiene odio a Gin por lo que hizo cuando apenas era una niña, Canaris a sufrido mucho y a pesar de todo nunca mató a nadie — las palabras de Haibara me sorprendieron, que diga eso de una persona de esa organización quiere decir que eran cercanas o será su amiga.
Narra Haibara
Me sorprendió ver a Canaris en ese restaurante, después de todo nunca había escuchado su nombre hasta ahora; cuando estábamos en casa del profesor, Conan se me acercó y me preguntó sobre la rubia. Dude en responderle, ya que Canaris a pesar de odiar a Gin ella siempre se ha mantenido del lado de la justicia; le conte una que otra cosa, sin embargo, no podía hablar de más ya que sabía que ella misma se acercaría a nosotros.
Haibara: Te dire que ella planea algo contra esos hombres, no sé que sea, pero estoy segura que te buscara; aunque ella ya sabe quien eres — comente descolocando al castaño
Conan: ¿Cómo sabe de mí? — indagó nervioso
Haibara: Me encontré con ella cuando descubrí que la droga no mataba y le confie tu expediente y le pedí que guardara el secreto — confesé observandolo, sabía que Canaris no nos delataría, pues ella también quería salir de esa pesadilla
En la mañana nos encontrabamos en la primaria junto a los niños, estabamos esperando a Izumi ya que era la única que faltaba; pasados unos minutos la vimos llegar junto a Bourbon, pero ¿qué hace con él? La niña parecia feliz junto al rubio, ambos se despidieron y la azabache se acercó a nosotros.
Conan: Veo que hoy viniste con tu tío, pero ¿qué paso con tu tía? — cuestionó al verme asustada, espera un minuto dijo que Bourbon es el tío de Izumi
Izumi: Sí, hoy la tía Meiko no pudo traerme, ya que cuando saliamos llego un oficial para tomar declaraciones — dijo mientras recordaba
Mitsuhiko: ¿Qué fue lo que paso? — indagó preocupado
Izumi: Al parecer entraron unos hombres a la casa del tío Amuro, por que cuando desperté estaba en casa de la vecina junto a la tía Reiko
Ayumi: Eso cuándo paso — dijo con temor
Izumi: Antes de ayer, ahora vivimos en casa de la tía Canaris — comentó alegre, ante esas palabras, Kudo y yo nos preocupamos ya que creíamos saber quienes habían allanado la casa de Bourbon
Antes que los niños le hicieran otra pregunta, sonó la campana para que entráramos al aula; el día paso con calma, y cuando llegó la hora de irnos, vimos a Canaris en la puerta esperando a la azabache. Al llegar junto a ella, vimos que acababa de colgar una llamada; no sé con quién habló, pero puedo asegurar que era uno de esos hombres. La rubia platinado suspiro con pesadez, por lo visto hay que tener cuidado en cada movimiento que hagamos.
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La hija de Gin
NezařaditelnéUna joven que vive infeliz su vida fue forzada a trabajar en esa maldita organización, gracias al maldito que le arrebató a su madre delante de sus ojos; tenía tan solo 10 años cuando ocurrió aquella tragedia, nunca pensó que su propio padre fuera c...