15. TIEMPO DE NADAR.

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Taemin abrió la puerta de su casa y lo primero que vio fue a un Kibum con lo brazos cruzados sobre el pecho, y parado con las piernas abiertas en A. –¿Qué sucede, le pasó algo a IU y a los mellizos?. –Preguntó Taemin, asustado.

-Sabes perfectamente que los tres están más que bien. –contestó Kibum con una sonrisa.

–¿Entonces qué haces ahí como gato a punto de saltar sobre un ratón?. cuestionó Taemin.

–¿Qué pasó, Taemin? No me hagas esperar. –exigió Kibum, con ojos inquisitivos.

Taemin inhaló profundamente antes de soltar la bomba. –Minho y yo estamos juntos. –¿Cómo?. Kibum preguntó.

Taemin soltó. –Cómo pareja.

Kibum casi se atraganta con su propia saliva, su mirada se encontró con la de Taemin en busca de algún signo de broma. –Espera, ¿qué? ¿El mecánico caliente y tú? ¿Juntos? ¿En serio?.

Taemin asintió, una risa nerviosa escapó de sus labios mientras veía la reacción de su amigo. –Sí, lo sé, suena loco. Pero durante el seminario, algo pasó entre nosotros y ahora estamos juntos.

Kibum analizó la respuesta de su amigo. – ¡No me jodas, necesito todos los detalles! Así que no te quedes con nada.  –Jajaja, Kibum eres igual de chismoso que tu tía Enedina, la que metió en problemas a toda la empresa donde trabajaba. 

–A ver Taemin, ese algo, te refieres a...–Kibum unió sus dos dedos índices. –Sí, me refiero a sexo duro, ardiente y desenfrenado entre Minho y yo, durante tres noches y dos días. 

–Pero, me dijiste que no quería nada contigo. Incluso fue un verdadero idiota cuando te lo dijo, Tae. ¿Cómo es que cambio de opinión?. ¿No me digas que fuiste de rogón a meterte en su cama? Porque si es así, te voy a golpear tan fuerte que vas a quedar irreconocible.

–Kibum, deja de decir tonterias, sabes muy bien que yo no soy de ese tipo. Jamás he rogado por un poco de cariño. Me conoces.

–¿Entonces, qué sucedió?.  

Taemin encogió los hombros, y una sonrisa juguetona se formó en sus labios. –Bueno, parece que las cosas cambian cuando menos lo esperas. Resulta que el mecánico caliente también tiene un lado tierno y emocional.

Kibum sonrió, sacudiendo la cabeza con incredulidad. –Vaya, esto es... sorprendente. Realmente no esperaba escuchar algo así.

Taemin rió suavemente, un brillo de felicidad en sus ojos se asomó. –Lo sé, es como si estuviera viviendo en un sueño. Pero estoy emocionado, Kibum. Minho y yo estamos explorando esta nueva etapa juntos, y siento que finalmente estoy donde pertenezco. Él es un hombre maravilloso. Será un padre increible para los mellizos. Seremos una gran familia.

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Las semanas pasaron. IU dejó de estar en peligro y ahora ella tenía cinco meses de embarazo y se encontraba completamente bien, al igual que los mellizos.  El doctor Kim recomendó que tomará algunas clases de natación especiales para mujeres en gestación. Pues IU tenía dolores de espalda debido al peso que representaban los dos bebés. Y ese ejercicio era el adecuado para ella, no requería mucho esfuerzo. 

El centro de natación estaba repleto de futuras mamás radiantes. Y allí estaban Taemin y Minho, vestidos con trajes de baño que los hacían verse increíblemente sexis, eran un festín para las pupilas de un grupo de futuras madres. Mujeres altamente hormonales para ser más precisos.

Finalmente, listos para entrar al agua, Taemin y Minho se tomaron de la mano y avanzaron con paso torpe hacia la piscina. El agua fresca acarició sus pies y piernas, provocando risitas y expresiones de sorpresa. IU, con su vientre ya abultado se unió a ellos, luciendo radiante en su traje de baño.

Las clases comenzaron con ejercicios suaves para estirar los músculos y fortalecer el cuerpo de las futuras mamás. Taemin y Minho, se esforzaban por mantener el equilibrio y seguir las indicaciones del instructor.

Lo más sorprendente y gracioso de todo eran las otras mujeres embarazadas en la piscina. Aunque IU y ellos eran el foco principal de atención, no era exactamente el tipo de admiración que esperaban. Las miradas curiosas y las risitas apenas contenidas se dirigían hacia los tres. Las mujeres embarazadas flotaban y se deslizaban elegantemente por el agua. Pero, todo era porque querían llamar la atención de uno de ellos.

Sin lugar a dudas, el centro de interés indiscutiblemente era Minho, con su cuerpo esculpido por el trabajo manual en el taller, y por supuesto el tiempo en el gimnasio. Las mujeres embarazadas no podían evitar dejar escapar comentarios atrevidos, dirigidos a él, provocando una mezcla de sonrojos y risas incómodas por parte de Minho.

–Creo que esto es más difícil de lo que imaginaba.  –murmuró Taemin, con bastante incomodidad, pues había escuchado como las mujeres lanzaban insinuaciones a su novio. No importándoles que ellos habían mencionado que eran pareja, a la hora de las presentaciones.

Minho le dirigió una mirada de empatía. –Definitivamente, pero al menos lo estamos intentando juntos. 

IU, con su carácter amigable se unió a la diversión. Necesitaba romper la tensión que habían ocasionado esas mujeres  –¡Chicos, esto es más difícil de lo que parece en los dramas!. –exclamó con una carcajada.

 Pero eso no funcionó del todo, pues en medio de los ejercicios acuáticos, Taemin no podía evitar sentir celos. Aunque sabía que Minho era un imán natural para la atención femenina, verlo rodeado de futuras madres elogiándolo le hizo fruncir el ceño en secreto bajo el agua. Sus intentos de mantener la compostura estaban fracasando, se hundía y emergía del agua con gracia de cisne para luego intercalar miradas de reojo hacia Minho y sobre todo a las risas de las mujeres embarazadas.

Los celos de Taemin crecieron como una planta trepadora en su corazón. Cada risa y cada mirada que Minho recibía era como una espina que se clavaba en su ser. Y la situación empeoraba a cada momento. Y finalmente las mujeres se descararon.

–¿Necesitas ayuda con los ejercicios, guapo?.  –exclamó una de las mujeres, mientras otra se atrevió a afirmar con voz juguetona: –Creo que tus músculos podrían levantar un submarino. 

Y eso fue todo. La chispa de celos prendió a Taemin, como una mecha que no podía evitar encenderse. Sus cejas se fruncieron y su expresión se volvió desafiante ante las embarazadas calientes. –¡Basta, señoras! ¿No les da vergüenza comportarse así? Estoy seguro que a sus hombres no les gustaría saber que sus esposas, no están satisfechas sexualmente. Además están embarazadas, guarden la compostura.

–¡Majadero! –contestó una de las mujeres ofendidas. Después las demás le comenzaron a chiflar mostrando así su descontento por lo que les dijo Taemin.

La instructora, quien había estado observando la escena con paciencia hasta ese momento, decidió intervenir. Con voz serena pero firme, les pidió a Taemin y Minho que salieran del agua. IU, intentando mantener una expresión seria, intentó contener su risa mientras los dos hombres se alejaban de la piscina.

Finalmente IU, también salió de la piscina por solidaridad, y así los tres se marcharon del lugar, con la única certeza de que jamás volverían. Por lo menos no ahí. 

Así terminó su aventura en la clase de natación para mujeres embarazadas, una experiencia que combinaba lo absurdo y lo risible en un cóctel impredecible. Taemin, Minho e IU se dirigieron a casa, llevándose consigo una historia que contarían una y otra vez, cada vez con más detalles cómicos agregados con el paso del tiempo.

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PAPÁ SÓLO HAY UNO. (2MIN)🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora