9.¿UNA OPORTUNIDAD?

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  Y ahí estaban los tres: IU, Taemin y Minho, en un rincón acogedor de un restaurante con encanto rústico. Estaban sentados en una mesa adornada con manteles de colores cálidos, mientras los murmullos suaves de risas y conversaciones animadas se entremezclaban con el sonido tranquilo de los comensales disfrutando de sus platos. IU sonreía radiante, reflejando una mezcla de emoción y satisfacción. Estaba feliz porque había logrado convencer a Choi de asistir a la clínica, sabiendo que Taemin también iría. Era un logro que la hacía sentir orgullosa.

La conversación fluía con naturalidad, y los tres compartieron algunas anécdotas de cuando eran niños. Haber experimentado algo tan trascendental como ver el ultrasonido de los mellizos los llenaba de euforia. Esa sensación burbujeante que inundaba sus estómagos al ver por primera vez las imágenes en blanco y negro de los pequeños seres que crecían dentro de IU no tenía comparación con nada que hubieran vivido antes.

—Estoy encantada de que estén ambos aquí. Me gustaría que, a partir de hoy, todas las actividades las realicemos juntos, los tres. Creo que los mellizos merecen tener a sus papás cerca —dijo IU, mientras tomaba las manos de los dos.

Taemin respondió de inmediato:

—Por mí, encantado.

Luego volteó a ver a Minho, esperando su respuesta.

—Lo haré, pero no te ilusiones, Lee. Mi hijo se va conmigo después de nacer. ¿Entendido?

—Por supuesto, ya lo dejaste más que claro. Te prometí que no volvería a insistir, y lo he cumplido —respondió Taemin con seriedad.

Aunque por dentro se moría de ganas de sentir el fuego de la pasión en brazos de Minho, lo mantuvo para sí. IU, al notar la tensión que se estaba formando entre ellos, intervino antes de que se convirtiera en un problema.

—¿Nos vamos ya, chicos? Creo que los bebés han tenido suficiente actividad por hoy. Los tres ya tenemos sueño —dijo, moviendo sus pestañas de forma encantadora.

Tanto Taemin como Minho le dieron la razón de inmediato. Pidieron la cuenta, la cual Minho se adelantó a pagar.

—Gracias, Choi, la próxima yo invito —mencionó Taemin, esbozando una sonrisa.

Cuando salieron del restaurante, se despidieron y cada uno tomó un taxi. IU fue la primera en marcharse. Taemin quiso acompañarla, pero ella se negó amablemente, con la esperanza de que dejándolos solos, ellos pudieran ir a algún bar a conversar y limar asperezas.

Sin embargo, para Minho eso no estaba en sus planes. Parecía que realmente Taemin le molestaba tanto que lo estresaba y no quería continuar con aquello de hacer todo juntos en relación a los mellizos. Lo peor era que no se molestaba en disimularlo.

—Voy a caminar un poco. Necesito bajar lo que comí, estoy empezando a subir de peso. Mi amigo Key ya me lo advirtió. La inactividad me está pasando factura. ¿Quieres venir? —preguntó Taemin con amabilidad.

—No, no estoy interesado. Tengo cosas más importantes que hacer. Y, yo sí hago bastante ejercicio en mi trabajo, así que no necesito caminar.

Taemin sintió una punzada de malestar en el estómago. La respuesta de Minho había sido demasiado directa, sin filtro, típica de Choi.

—Sabes, no necesitas ser tan descortés, Choi. No pienso saltar sobre ti en plena calle, ni en ningún otro lado. Sé guardar mi distancia. Acepto que me gustas, pero no estoy tan desesperado como para rogar por sexo. Es una lástima que siempre arruines el momento.

Después de decir eso, Taemin se dio la vuelta y se alejó, caminando calle abajo. Las lágrimas que había intentado contener comenzaron a deslizarse por sus ojos avellana.

PAPÁ SÓLO HAY UNO. (2MIN)🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora