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—Más rápido Carl, que nos pillaran— dije apurando al contrario que estaba a mi lado.
—No me apures, hago lo que puedo.
—Pues puede más, ¿quieres?— dije molesta y el rodó los ojos, justo en ese momento vi a Debbie pasar cerca de donde estábamos nosotros, así que llame su atención —¡oye Debbie! Carl y yo les hemos quitado a unos niños sus juguetes en la tarde y los enterramos en la nieve, ahora nos adentraremos al parque a buscarlos ¿quieres unirte? Será como una búsqueda del tesoro.
—Y el que primero pierda un dedo por hipotermia paga la pizza— termino de contar mi compañero de juegos.
Note que Debbie estaba algo diferente, ella solo nos miró y se fue.
Mire a mi amigo y el se encogió de hombros, haciéndome entender que no sabia, volvió a agarrar las pinzas y siguió tratando de cortar las rejas.
Yo golpe su hombro, causando una queja de su parte.
—Debbie no está bien, vamos a ver que le ocurre— dije y el no quería acompañarme —Iras, es tu hermana— tome su mano y corrimos hacia la casa de los Gallagher.
Entramos y al parecer la niña no había llegado aún.
Carl suspiro al ver que nuestro plan se había arruinado y se fue a sentar al piso con el novio de Fiona, y comenzaron a jugar en la consola.
Por mi parte me sentía mal, Carl me dijo que tenía muchas ganas de jugar con esos juguetes y yo había arruinado la tarde.
Me sente con Fiona y me quedé mirando como Carl y Steve jugaban.
—¿Ha ocurrido algo?— pregunto la mayor rodeandome con sus brazos, yo negue —¿segura?
—He arruinado mi tarde con Carl— dije algo desanimada.
Fiona no dijo nada, solo beso mi cabeza y seguimos mirando a los hombres.
Poco después de que llegáramos a la casa de los Gallagher, Debbie entró, Fiona comenzó a preguntarle que le pasaba, pero ella estaba callada.
—¿Por qué todo siempre es la culpa de Frank?— dijo a la defensiva.
—¿A quien más culparemos?
Ella se quedó callada.
Cuando Debbie huyo siendo seguida por su hermana, yo me acerque a Carl.
Me senté a su lado en el piso, el me miro de reojo y me paso el mando que anteriormente tenia Steve.
Comenze a jugar con el, hasta que lo puse en pausa.
—Tu mamá está en la casa de la novia de Lip, ¿No piensas ir con ella?
El se encogió de hombros, desinteresado y volvió a poner play al juego.
—¡Toma! Te he ganado— dijo al terminar la partida, yo lo mire seria y el suspiro —Bien, iré, pero no me emociona la idea, ¿vale?
