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—Vale, tu le has puesto el ojo morado a tu hermano— dije revisando el ojo del pelirrojo, mirando a Lip y este asintió, me volte hacia el —Y tu le has roto el labio a tu hermano, así que supongo que estais parejos.
—Vaya ostia me ha pegado— río Lip mientras le limpiaba el labio con una gasa, luego se pase una cerveza a el y a su hermano —Gracias.
—Gracias Linda— repitió Ian —No se que haríamos sin ti.
—Es lo mínimo que puedo hacer por ustedes, por todo lo que hacen por mi— dije sincera.
Carl entro a la cocina.
—Tengo hambre— dijo buscando en las alacenas algo para comer.
—Toma, te hice el almuerzo— dije entregandole un plato —Haber si así dejas de comer mierdas entre comidas.
El asintió y se sento en la mesa a comer.
—Dios, me he quedado dormida— Fiona apareció, se notaba algo acelerada —Debo preparar la cena, bañar a Liam, dios que le pasó a tu ojo— dijo mirando a sus hermanos —No he lavado la ropa.
—Fiona, un cafe— dije extendiendole la taza, ella se quedó mirándola.
—No tengo tiempo para sentarme a tomarlo— nego ella.
—Fi, ya he lavado la ropa, desinfecte a los chicos, Carl y yo bañaremos a Liam en un rato y hoy yo invito la cena— dije sacando un fajo de billetes —Hoy ha sido día de pago.
Ella soltó un suspiro aliviado —No se que haría sin ti— acaricio mi pelo y beso mi cabeza.
—Yo voy— dije al escuchar que tocaban la puerta —Oye Carl, he terminado tu tarea de matemáticas— dije caminando a la entrada —Me debes un-
—Vaya, vaya, vaya, así que tu eres la zorrita que vende droga por los barrios.
Quede paralizada, no sabía que hacer.
Tenia a ese hombre que me había hecho tanto daño de todas las formas posibles frente a mi, pensé jamás verlo nunca más.
—Papá...
—Oye Lin, Lip y yo estamos peleando por a donde iremos a cenar, tienes la última palabra— Ian se acercó, se quedó callado al ver al hombre —Madre santa.
—Gallagher Zanahoria, cuanto has crecido— dijo sin gracia, con su cigarro en la boca —Ya dejame pasar mocosa, me congelo aquí fuera.
Me empujó levemente, pero yo me asuste y me tire contra la pared.
—¿Donde guardas tu mercancía? Dale a tu padre un par de muestras gratis, así pagas de una vez los años que viviste de mi bolsillo.
—Lin, ¿estas bien?— pregunto preocupado Ian llegando a mi lado, yo negue —Tranquila, Fiona solucionará esto, ven.
