𝐌𝐘 𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄 𝐁𝐎𝐘 𝐂𝐀𝐑𝐋 || ᴄᴀʀʟ ɢᴀʟʟᴀɢʜᴇʀ

024. insti

—Sexto grado, ahí voy por tercera vez.

Sonreí al ver al ojiazul mirarse al espejo.

Me levante de la cama y me acerque a él, pasé mis manos por su cuello y Carl sonrió.

Bajamos a la cocina y ya se encontraba Sammi preparando el desayuno. Yo agarre una taza y me servi el café.

—Linda hola— me saludo la rubia y la mire con una ceja alzada, apoyada en la mesada —¿es cierto que tu vendes drogas?

—No.

—Anda, quiero un poco— me sonrió y yo abrí de un golpe el cajón que se encontraba a mi lado, la mujer abrió los ojos.

—Vaya...

—Tengo todo lo básico, maria, coca, hace poco recibí una dosis de heroina, elije— le mostré el cajón.

—Quierto este y un poco de esta— yo asenti y agarre las bolistas.

—Son setenta pavos.

—¿Me cobrarás?— pregunto confundida.

—Creo que tu no entiendes el concepto de negocio— me cruze de brazos —tu me pagas y yo te doy el producto.

—Crei que al menos hacías un descuento de familia— dijo riendo.

—Uno: tu no eres mi familia y dos: no, no los hago— dije obvia —si quiero que este negocio salga a flote no hago ni descuentos ni fiados, si no vas a querer entonces aparta— dije empujándola y cerrando mi cajón con llave —y no intentes abrirlo, tengo ojos por toda la casa y no querrás saber que te pasa si tocas mis cosas.

Ella asintió y yo agarre un plato con tortitas, pero Sammi me lo quito de la mano.

—Lo siento, pero tu has dicho que no eres de la familia, así que debes pagar por la comida— dijo quitándome el plato.

—¿Quieres jugas así? Vale— asenti y saque de mi bolsillo un billete de veinte, tome el plato y ella me extendió el billete nuevamente —¿coca?

—Si por favor— dijo y le di la bolsita.

—Vale— tome mi dinero y me acerque a Carl —espero que hayas entendido ahora como funciona el dinero, no importa cuanto tengas en el momento, lo que es tuyo fue y sera de otra persona, tu solo eres el receptor por un determinado tiempo.

Le extendí el billete, el lo tomó y deje el plato frente suyo, termine mi taza de café y lo miré.

—Termina rápido, debo llegar pronto al insti— dije colgándose mi mochila.

—¿Vas al insti Linda?— me pregunto la rubia desde la cocina —creí que eras menor que Deb.

—No voy como tal, solo voy a la entrada a vender— le conteste —los adolescentes desesperados compran mucho más que los niños del cole, vamos Carl.

El chico se levantó se la silla y agarro su mochila.

—Oh Chuckie, ¿estas emocionado por tu primer día en el nuevo cole?— pregunto su madre acercándose al niño, el solo asintió —cuidarle mucho.

Yo frunci el ceño e hize una mueca.

—Estarás más drogada de lo que creí si crees que dejaré que me vean con esa bola de grasa.

—Carl prometió que lo cuidaría— mire molesta al nombrado y el se encogió se hombros.

—Es tu responsabilidad— le dije a él —mantenlo a tres metros lejos de mi ¿oíste?

—Vaya Linda, te has puesto muy buena este verano.

Rode los ojos y lo ignore.

—¿Después del cole quieres hecharte un polvo detrás de las gradas del gimnasio?— me pregunto con una sonrisa perversa.

—No tío, aléjate de mi vista, tengo novio— dije a la defensiva.

Tome la mano de Carl y empezamos a caminar, luego de unos metros me du vuelta para verlo.

—Y espero el mismo trato de tu parte.

El solo asintió —y si quieres les escupo, estuve practicando mi puntería en el verano— me contó orgulloso.

—Que interesante, pero con que le digas que tienes novia me vale— dije y escuche el timbre —pero si se pasan tienes todo mi permiso— le deje un beso en la mejilla —nos vemos en un rato.

—¿Iras a clases?

—No— negué —pero en cinco se termina las primeras clases del insti, y los chicos ya van a querer perderse, ahí es donde entro yo.

—Vale.

—Toma tío Carl— Chuckie le entrego una lata de gaseosa al antes nombrado.

—¿No trajiste una para Linda?— pregunto, el menor me miro y luego a el para negar con la cabeza —pues va por una para ella.

—¿Interrumpimos algo?— pregunto la profesora.

—No, la historia es muy interesante— bromeo Carl.

Paso la hora y finalmente salimos del cole, caminaba con Carl y Chuckie cuando llego Frank, se sento junto a los chicos y me pidió que les saque una foto.

—¿Que planeas ahora Frank?— pregunte devolviendo el teléfono.

—Tampoco es que sea una obra de arte, pero servirá— le dio el teléfono a su hijo —enviárselo a Sammi y escríbele, dile que estas pasando el mejor día con tu viejo, al que quieres como a nadie en este mundo.

Carl termino el mensaje y nos levantamos para irnos.

—Dame eso— dijo quitándome la mochila —que la lleve Chuckie.

—No Carl— dije volviendo a tomar mi mochila —llevo mucha droga y muy costosa, no me fío de dársela a tu sobrino.

Pase mi brazo por su hombro y seguimos con nuestro camino.

—¿Te he dicho que te ves muy sexy con esa camisa?— dije divertida volteando a verlo.

—¿Verdad que si?— respondió seguro este, yo me reí.

—En realidad no— negué divertida —ven aquí.

Tome su rostro y lo acerque a mi, bese su mejilla y el sonrió sonrojado.