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—Si, Fiona Gallagher— dije a través del teléfono —¿Que? Gallagher, g-a-l-l...
En ese momento entro Debbie mirándome extraña, yo le hice una seña y ella me dio una taza de café.
—A-g-h-e-r, si, joder como se nota que no has ni terminado el insti— suspire —pide su revisión y si la vez dile que la familia esta bien, ah, y que hemos pasado el control... ¿como que control? No te voy a contar la historia de mi vida, solo dile lo que te digo.
Corte la llamada y deje el teléfono a un lado.
—¿Con quien hablabas?— me pregunto Lip al entrar a la cocina.
—¿Has contactado con Fiona?— me pregunto Carl.
—No, es solo un conocido que tengo en el talego, pedí que inspeccionen a Fi, hay poco espacio y tal vez la dejen por buena conducta — dije bebiendo de mi taza.
—¿Cuando iremos a ver a Fiona?— le pregunto Debbie a Lip.
—El talego esta a tres horas— ellos lo miraron —Vamos son seis horas, ¿como iremos?
—En bus— le dijo obvia Debbie.
—O en el coche de tu novia— contestó Carl.
Lip trato de poner más excusas, pero sus hermanos no iban a cambiar de opinión.
—Vale, iremos.
Deb y Carl chocaron sus tazas.
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—¿Crees que de verdad suelten a Fiona?
Yo volte a verlo, solo asentí.
Estábamos en un parque casi vacío, estaba lleno de nieve y caminábamos sobre ella.
Era lindo pasar estos cortos, pero valiosos y simples momentos con el Gallagher, la verdad es que me gustaba la nieve, pero la compañía hacia que todo sea mucho mejor.
—Si Fiona no ha consumido nada que le hayan dado, la dejaran, créeme.
Lo notaba algo callado, me acerque a él y empuje levemente su hombro.
Me agache y agarre algo de nieve y la hice un bollo, se la tire.
—¿Quieres empezar una guerra? Vale— agarro algo de nieve y empezamos con la guerra de nieve.
—¡Joder Carl! Que me ha caído en la cara, idiota— reí y lo emepeze a perseguir.
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—¿Linda?
Di vuelta el rostro, sonreí al ver a Fiona.
—Fi, hola— dije en un susurro al igual que ella, parandome en el sillón, la nombrada se acercó y me abrazo fuertemente —Te han soltado por lo que veo, que bueno.
—¿Tu has pedido que me dejen ir?— pregunto en voz baja.
—Solo pedí que te revisen, sabía que no me ibas a fallar— dije orgullosa y vi como sus ojos se empezaron a cristalizar —Oye, tranquila ya estas aquí, todo va a volver a la normalidad.
—¿Como están todos?— pregunto con la voz temblorosa.
—Estamos bien y lo estaremos aun más ahora— la tranquilize y ella asintió.
—Debes, irte a la cama, es tarde— se seco las lágrimas —¿Que hacías aquí tan tarde?
—Solo, pensaba— dije sin más —ya me voy, hasta mañana Fi.
—Hasta mañana Linda.
Subí las escaleras y me metí a mi habitación, me acosté en la cama y suspire.
Ojalá que ahora que Fiona volvió todo vuelva a la normalidad.
Cerré los ojos y simplemente espero a que sea otro día.
—Vaya, veo que ya estamos todos bien— sonreí al entrar a la cocina y ver a Fiona abrazada a sus hermanos.
—Bueno, tienen que ir al cole ¿que esperan?— dijo ella al separarse, pero ninguno dijo nada.
Le explicamos brevemente el estado del pelirrojo y lo tuvimos que llevar con Ian, el cual desde ayer que no se levantaba de la cama de Mickey.
—Tal vez el sea bipolar como Monica— dijo sin más Fi.
—Oye, vamonos— le dije a Carl, este asintió y salimos de la casa de los Milkovich —¿quieres ir a ver a tu padre?
—Crei que no te caía bien— pregunto el frunciendo el ceño.
—Pues no lo hace, pero sigue siendo tu padre— me encogí de hombros —y entiendo que lo quieras.
El sonrió y tomamos el bus hacia el hospital donde estaba Frank.
—Vaya, ya se me hacia raro que en un lugar en el que este Frank no haya algún tipo de pelea por su culpa.
Apenas salimos del ascensor vimos la especie de pelea entre Sheila y Sammi, la hija de Frak.
—Venga Carl, ya sabemos que ninguna de las dos ganarán, son igual de patéticas.
El asintió y entramos a la habitación donde estaba el padre del chico.
—Hola— sonrió Frank al vernos.
—Hola— lo saludamos también.
—¿Que esta pasando ahí fuera?
—Una pelea entre Sammi y Sheila— dijo Carl.
—¿Por que?
—Por ti, creo.
—¿Quien gana?
—Seguramente los seguratas— brome yo, causando una risa en Frank.
—¿Estas listo para irte?— le pregunto su hijo.
—Por supuesto— dijo el seguro.
—Preparate mundo— dije yo mirando al piso y negando —Que Frank Gallagher a vuelto con toda.
Con Carl nos miramos y nos sonreímos, el tomo la silla de ruedas de su padre y lo sacamos de la habitación.
Caminando por el pasillo, vimos que las mujeres aún seguían ahí peleando, Chuckie nos vio y saludo a su abuelo, yo puse un dedo sobre mis labios, dándole a entender que se calle y no diga nada.
