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La joven mujer golpeaba su pie contra el piso varias veces, mordía su uña con nerviosismo.
—Ya Fi, ya vendran— dijo el chico con trenzas mirando a la mayor.
—No han vuelto desde anoche— respondió nerviosa Fiona.
Se levantó de la silla y empezó a caminar en círculos.
Escucho la puerta del frente abrirse, seguida de un par de risas, rápidamente fue hacia allí.
—Y luego me dijo 'tu siempre eras tan obediente'— escucho la voz de Linda, apresuró su paso —pero nunca me cayo bien, solo lo hacía porque me gustaba Carl y bueno, Frank era su padre.
La mujer soltó una risa —jamás me agrado Frank ¿sabes? además ¿rapar a su hijo y decirle que tiene cancer? eso es mucho hasta para el.
Linda iba a seguir, pero paro al ver a Fiona frente a ella, con los brazos cruzados.
—Oh, hola Fi— sonrio la oji verde.
—¿Donde has estado?— pregunto seria.
—Es muy gracioso, mira, esta mujer que vez aqui— dijo pasando su brazo por los hombros de su madre —después de tanto tiempo volvio, salimos a dar una vuelta y comenzamos a hablar, de muchas cosas.
—Me puso al tanto de la familia— hablo la mujer por primera vez en todo este tiempo —Oh Fiona, pero que gusto me da verte, eras casi una niña la última vez que te vi.
Se acercó con los brazos abiertos y la abrazo, pero no fue correspondida, así que, algo incomoda, se alejo.
—¿Por que no me has llamado?— no pudo evitar que su voz salga en tono de reclamo hacia la menor.
—Lo olvide, lo siento.
—Tu fuiste la que me llamaste pidiendo que viniese.
Linda asintió —ya, lo siento, otra vez.
—No has vuelto en toda la noche, me quedé esperándote Linda.
—Lo que ocurre es que, nos quedamos hasta tarde hablando, recordando y bueno, se nos pasó la hora— admitio —hoy hubiésemos llegado más temprano, pero, la lleve a cenar a un restaurante.
—¿Así?— pregunto con algo de recelo, sin darse cuenta.
—Si, de hecho es el mismo al que te lleve en el día de las madres ¿lo recuerdas?— dijo con una sonrisa.
