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—¿Sabe hablar?— pregunto Fiona al ver que Carl respondía a todas sus preguntas por el.
—Yo hablo por el— contesto el chico.
—Claro, no sabes hablar correctamente y quieres ser el traductor de tu amigo el mudo— dije irónica desde la otra punta de la mesa.
—¿Por que tan grosera conmigo Lin?— pregunto gracioso Carl mirándome —si es porque todavía no nos hemos hechado un polvo, pásate en la noche por mi habitación y lo arreglamos.
—Carl, no hables de ese modo— le reprocho Fiona.
—Tranquila Fi, no es la primera vez que lidio con un idiota de primera como el— dije seca, me levante de la silla y lo mire fijamente —tranquilo Carl, que lo último que yo querría en esta vida es hecharme un polvo con alguien como tú.
Le dije molesta, causando una mirada confusa de su parte.
—¿A donde vas?— me pregunto Fiona al ver que salía por la puerta.
—A cualquier lado donde no esté el capullo de tu hermano— le dije dando un portazo.
—Carl ¿que le has hecho?— pregunto la mayor.
El ojiazul solo se encogió de hombros.
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—Que te jodan Carl, a ti, al talego, al idiota que te hizo así, que lo jodan al hombre que has traído a nuestra casa sin permiso.
—¿No deberíamos estar en clase ya? La maestra se enfadara Linda— me dijo Lisa.
—¿Y ahora te haces llamar 'Carl el blanco'? ¿quien coño se cree? ¡siempre ha sido blanco!— grite y golpe una piedrita —Blanco y de ojos de color ¡todo lo contrario al negro que pretendes ser!
Agarre una piedra y la tire al lago, lugar en el que estaba.
Había ido a buscar a Lisa a la entrada del insti, en lugar de ir a clases le dije que vayamos a otro lugar.
