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—Buenos días Gallagher— dije animada entrando a la cocina —Fiona, ¿cuando llega el recibo de la luz?
—El lunes, ¿por que te interesa saber?— pregunto confundida dandome un tazon de cereal.
Yo saque de mi bolsillo un par de billetes.
—¿y esto?
—Para que pagues la luz— respondí yo agarrando la leche.
—No Linda, no voy a usar tu dinero.
—Pero, yo siempre contribuyó, solo que ahora te lo doy por adelantado, antes de que se me olvide— me encogí de hombros.
—Si pero tu me sueles dar cinco dolares como máximo, estos son treinta— abrió los ojos.
—¿Quieres la mitad ahora y la mitad el lunes?
—No quiero nada, anda, come mejor, llegaran tarde al cole.
Decidí no decir nada, era mejor hacerle caso a Fiona y evitar problemas.
—¿Vamos?— llamo nuestra atención Ian, con Carl y Debbie nos levantamos para ir fuimos al cole.
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—¿Quieres una Linda?— pregunto Vero extendiendome una botella de cerveza.
—Ey, ey, ey, no puedes ofrecerle una cerveza a la cría— Agarro la botella su pareja y la alzó en el aire.
—No seas amargado Kev— se cruzo de brazos y yo hice lo mismo —Si la niña quiere ¿por que yo no le puedo dar el gusto?
—¿Cuantos años tienes tu, ocho?— pregunto mirándome.
—Ya tengo nueve y dos meses— hice una sonrisita y el se quedo pensando —Solo una, yo también quiero divertirme.
—Vale, pero solo una— me dio la botella y se dirigió a su mujer —Y no te acostumbres a darle de beber a mi niña, ¿oíste?
—Si si, deja de fastidiar.
El se alejo y yo mire emocionada a la contraria.
—Disfruta pequeña, hoy esta de humor y te dejaremos ser parte de la fiesta— Tomó mi botella y la abrió —Buen provecho— alzó la suya e hicimos un brindis.
