Love Of My Life/ C.F

II

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New Romantics de Taylor Swift estaba sonando a través de sus auriculares cuando una llamada a su teléfono interrumpió la canción, sin mirar quién llamaba respondió.

–¿Hola?

–Uh, Love, oye…– la voz de Jeremiah llenó sus oídos e inmediatamente se sentó en la silla de la piscina.

–¿Jeremías? ¿Eres tú?– Se quitó el teléfono de la oreja para verificar si realmente era Jeremiah, y así era.

–Sí… Ha pasado tanto tiempo– trató de sonar normal, pero ella podía sentir la incomodidad y pudo sentir el momento en que se dio cuenta de cuándo se habían visto por última vez.

–Ve al grano, Jere.

–¿No tendrías idea de dónde desapareció mi hermano?–  Él preguntó y su pregunta la sorprendió.

–No he visto a Conrad en meses y no quiero verlo, así que sí, no tengo idea de dónde está tu hermano–, puso los ojos en blanco. –Lo siento me tengo que ir.

Terminó la llamada y se dejó caer en la silla, ¿por qué ahora?

Por qué ahora, cuando ella finalmente estaba viviendo de nuevo, él tenía que ir y perturbar su verano, ella sólo esperaba que dondequiera que él había desaparecido no fuera a su puerta.

Queriendo alejarse de sus pensamientos, se levantó y fue a su bicicleta que estaba en el frente de la casa sin decirle a nadie que se subió a ella y dio un largo paseo.

Anduvo en bicicleta hasta llegar al centro, le hubiera encantado Cousins si no fuera por los horribles recuerdos, pensaba que era un pueblo bastante hermoso.

Love se detuvo en un café de una tienda local, sin embargo no notó la figura que se había detenido en seco al ver a la chica morena, no notó cómo la figura dejó de respirar con solo mirar su rostro, y no vio la figura huir.

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Nicole de alguna manera se dio cuenta de que estaba en el café y fue con ella a buscar algo.

Se reían del chiste de Nicole y comían muffins cuando Nicole vio algo a lo lejos e hizo una mueca.

–¿Sabes qué? Vayamos por el otro lado– Nicole tomó su mano demasiado tarde, ya se había girado y vio a las dos personas que no quería volver a ver nunca más.

En esos dos segundos se giró para verlos, de alguna manera Jeremiah había captado su mirada... desafortunadamente para ella.

–¡Love!– Él sonrió y caminó hacia ellos con Belly detrás de él. –¡Nicole, hola!

–Oye…– dijo y Nicole le dio un empujón en el brazo. Hubo un silencio incómodo donde nadie supo qué decir.

–Jere, lamenté mucho lo de tu mamá, ella era encantadora–, habló Nicole en medio del silencio.

–Sí, lo era, gracias– respondió Jeremiah y todo el tiempo que hablaron sintió ojos en un costado de su cara, los ojos de Belly, y se negó incluso a darle la cortesía de mirarla.

Mucha gente le había dicho que Belly no era la mala de su historia, era Conrad, y en cierto sentido ella estaba de acuerdo, pero en otro no.

Sí, el trabajo de Conrad era serle fiel, pero Belly ciertamente no se detuvo cuando supo que él estaba con ella, no le dijo que había besado a su novio, era tan mala como Conrad con ella.

Sin embargo, rápidamente decidió que quería atizar el fuego.

–Belly…– ella le sonrió, no realmente una sonrisa sino una sonrisa de confesión. –¿Cómo están tú y Conrad? Quiero decir, después del funeral...

–E-uh, no estamos... juntos– Belly miró sus pies.

–Oh– por supuesto que sabía que no estaban juntos. –Bueno, ya sabes lo que dicen, Belly

Ella se encogió de hombros y se alejó sin mirar atrás, Nicole pronto llegó a su lado con una sonrisa.

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Era medianoche cuando escuchó un golpe en la puerta, estaba medio dormida cuando escuchó el golpe en la puerta.

Arrastrando los pies, bajó las escaleras y abrió la puerta mientras se frotaba los ojos.

Inmediatamente vio a su exnovio parado en la puerta con las manos dentro de los bolsillos.

–No puede ser– intentó cerrar la puerta.

–¡Esperar!–  Él alcanzó su brazo, pero como si se hubiera quemado, Love inmediatamente se echó hacia atrás, lo miró fijamente a la cara, notó las sombras debajo de sus ojos y el cabello despeinado que parecía como si se hubiera pasado la mano por él demasiadas veces. 

–¿Qué estás haciendo?–  Ella se alejó de él.

–¿Podemos hablar?–  Preguntó con un tono que hace un rato la habría hecho doblar.

–No– intentó cerrar la puerta de nuevo.

–Love, por favor–, suplicó y ella abrió la puerta de par en par.

–¿Qué estás haciendo? La última vez que hablé contigo te dije que nunca más te acercaras a mí, ¿pensaste que era una invitación a charlar?

–Lo sé…

–No tengo nada que decirte, así que te agradecería que pudieras irte.

–Está bien, está bien– la miró una vez más como si estuviera tratando de meteorizar su rostro lo más rápido posible. –Lo siento, Love.

La última frase la dijo ante la puerta cerrada frente a él. Se apoyó en la puerta y trató de respirar. Tenía las manos sudorosas y temblaba de ira.

Subió las escaleras hacia su habitación y saltó sobre las acogedoras mantas que ya no se sentían tan cómodas.

Lamento el retraso:)

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Team AntiBelly