Love Of My Life/ C.F

XIII

Love caminó hacia Conrad con una camiseta igual a la de ella, rosa en los bordes con un 'equipo Love' en el medio.

–Hola, guapo–, lo saludó detrás de él y él saltó ante la repentina voz. –Vaya, ¿estás bien?

–Sí–, exhaló bruscamente. Miró hacia abajo a la camiseta en sus manos –¿Es eso para mí?

–Sí– ella se lo pasó, él se quitó el short y se puso la camiseta rosa, se rió entre dientes por la elección del color. –Por supuesto que ibas a elegir el rosa.

–Tú de todas las personas sabes, es mi color favorito–, ella agarró su mano para tirar de él con ella hacia donde estaban todos. –¿Ya te pusiste protector solar? ¿Conrad?

Parecía estar perdido en sus pensamientos mientras la miraba, ella pasó una mano por delante de su rostro para sacarlo del aturdimiento en el que se encontraba.

–¿Qué?

–Te pregunté, ¿si ya te pusiste protector solar?– Ella sacudió su mano libre para mostrar una botella de protector solar.

–Umm, sí. 

–Bien, ¿estás seguro de que estás bien? Parecías muy distraído–, frunció el ceño preocupada.

–Estoy bien, solo tuve otro ataque de pánico en la mañana–, explicó.

–¿En serio? Lo siento mucho, deberías haberme llamado Con, habría estado allí en poco tiempo– ella volvió a poner el protector solar en su bolso y tomó ambas manos entre las suyas.

–No quería molestarte, además de que Cleveland me ayudó–, se encogió de hombros.

–Aún así debiste haberme dicho, me preocupo por ti, lo sabes– dijo Love con una gran sonrisa.

–Yo también me preocupo por ti– dijo sintiendo ese hormigueo de culpa en sus dedos extendiéndose hasta sus hombros.

–Vamos, tenemos que estirarnos, no quiero que tire de ningún músculo.

–Debería decirte eso–, se burló sabiendo que ella odiaba hacer ejercicio. Y cada vez que le preguntaba si quería hacer ejercicio con él, ella decía algo como 'Prefiero observarte'.

–Conrad Fisher, ¿qué se supone que significa eso?–, Love jadeó juguetonamente cruzando los brazos sobre el pecho.

–Que ni creo que sepas estirar.

–Mhm, para eso te tengo a ti, y esta vez hay un gran trofeo brillante en juego y lo quiero, así que hoy pretendo amar el voleibol.

Se rió y se preguntó si había tomado la decisión equivocada.

Mientras caminaban hacia los lugares de las debutantes y sus parejas, Taylor pasó junto a ellos.

–¡Oye!–, dijo Taylor sonriendo a Love y mirando a Conrad. –Siento mucho haberte golpeado en la piscina.

–Oh, no te preocupes, estoy como nueva – Love se encogió de hombros ofreciéndole una sonrisa a la rubia que sentía pena por la dulce niña.

–Camisas lindas, me encanta el rosa, ¿no es así, Conrad?

–Um, sí. 

–¿Oye, Love?– Taylor miró a Conrad con un brillo de complicidad en sus ojos que lo hizo entrar en pánico tratando de sacar a Love de allí.

–¿Sí? Espera Conrad, estoy hablando con Taylor–, frunciendo el ceño ante su extraño comportamiento.

–Está por comenzar, Love, no queremos llegar tarde– intentó jalarla de nuevo en vano mientras ella permanecía clavada en su lugar.