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Con la ropa en mano, Kyle descendió por las escaleras en dirección a Stan. La prenda que llevaba era aquella que le había prometido prestar, y debido a que Kyle era ligeramente más alto que Stan, el pantalón colgaría holgado en él, aportando un aire desenfadado a su apariencia.

"Acá está," pronunció con la serenidad que solía caracterizar su voz, sin embargo, Stan se encontraba visiblemente abrumado por lo sucedido momentos antes. Jamás se habría imaginado encontrándose en el papel pasivo dentro de la relación.

Con una voz tímida, Stan agradeció: "Gracias." Acto seguido, se dirigió al baño para cambiarse. Desde su posición, Kyle notó que algo estaba fuera de lo común en la actitud de Stan. Aunque le picó la curiosidad, decidió no indagar al respecto.

Stan regresó a la sala, ya vestido con la ropa prestada, pero su nerviosismo seguía palpable. Había sido él quien había instado a Kyle a confesar sus sentimientos más profundos, sin embargo, el giro inesperado de los acontecimientos lo llevó a ser quien se sincerara y adoptara el rol pasivo en esa situación. ¿Quién habría imaginado tal escenario? Se preguntó Stan, mientras se acomodaba en el sofá junto a Kyle, cuya cabellera pelirroja destacaba a su lado.

Un breve instante de silencio se intercaló entre ellos, cargado con la intensidad de las emociones no pronunciadas. La relación entre ambos había tomado un giro inesperado, dejando en el aire la pregunta de cómo navegarían este nuevo territorio emocional.

Kyle notó a Stan a su lado, sentado con una sonrisa radiante. El impulso de la ternura lo embargó y se lanzó hacia él, plantando besos suaves en su mejilla, un gesto cargado de cariño y complicidad.

La sonrisa de Stan se ensanchó mientras un rubor encendía sus mejillas ante la muestra de afecto juguetón de Kyle. Pero la paz que compartían se vio interrumpida por la alarma en el teléfono de Kyle. El recordatorio era claro: tenía que recoger a su hermanito de la casa de un amigo.

Volviendo su atención a Stan, Kyle propuso: "¿Quieres venir conmigo a recoger a mi hermano? Además, puedes quedarte un rato más. Dudo que mi madre se moleste."

"¡Claro, suena genial!" aceptó Stan con entusiasmo. Además, añadió con una sonrisa traviesa, "Además, me vendría bien quedarme un poco más. Así mi madre dejará de pensar que estoy acostandome con una chica."

Ambos compartieron una risa ante la ocurrencia. La relación entre ellos estaba marcada por la confianza y la cercanía.

"Bueno, al menos no pensará que te acuestas conmigo" bromeó Kyle con una expresión juguetona.

Stan respondió con un golpe suave en el brazo de Kyle, en un tono juguetón, "Cállate. Si no me la metes o yo no te la meto no cuenta"

Con una sonrisa, Kyle asintió ante las ocurrencias de Stan, y juntos salieron de la casa, dirigiéndose hacia el lugar donde encontrarían a Ike, el hermanito menor de Kyle.

Una vez llegaron al punto de encuentro, Ike, con su voz aguda y un tono de impaciencia, exclamó: "Por fin llegas."
"Y traes a tu novio"

Stan no pudo evitar reírse cuando Ike bromeó al verlos juntos, insinuando que eran novios. "Déjate de joder," respondió Kyle, medio molesto pero en tono de complicidad, mientras tomaba la mano de su hermanito para llevarlo de vuelta a casa.

Observando la interacción entre Kyle y su hermano, Stan no pudo evitar sonreír. La dinámica entre ellos era adorable, y ver cómo Kyle se ocupaba de su hermanito de 8 años le hacía sentir aún más cercano a su novio.

Cuando finalmente los tres chicos llegaron a casa, Ike corrió emocionado hacia su cuarto, agarrando su tableta y sumergiéndose en sus propias ocupaciones. Esto dejó a Kyle y Stan a solas por un momento.

"No lo niegues más " StyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora