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Kyle notó cómo la mirada de Ike se posaba sobre él, una mirada que estaba cargada de curiosidad y algo más. Un tanto molesto, Kyle decidió abordar la situación. "¿Qué miras, enano?" preguntó, arqueando una ceja en señal de interrogación.

"Lo gay que eres", respondió Ike, frunciendo el ceño con cierto desafío en su tono.

Las palabras de Ike provocaron un suspiro exasperado de su madre, Sheila, quien estaba ocupada poniendo la mesa para la cena que se avecinaba. "Basta con esos comentarios, Ike", intervino con una mezcla de advertencia y cansancio en su voz.

Ike no parecía dispuesto a detenerse. "¿Por qué? Si lo es", insistió, cruzándose de brazos en una postura desafiante. Sus palabras sacaron un rodar de ojos de parte de Kyle, acostumbrado a las ocurrencias y comentarios directos de su hermanito.

Gerald, el padre de Kyle, se sumó a la conversación mientras tomaba asiento a la mesa. "Nuestro hijo no puede ser gay, Ike. En todo caso, sería bisexual", declaró con una tranquilidad que contrastaba con la tensión en el aire. Su tono era calmado, como si estuviera tratando de desviar la conversación hacia un terreno más comprensible.

La curiosidad de Ike no se detuvo. "¿Qué es bisexual?", preguntó, ignorando el aire incómodo que había empezado a instalarse en la mesa. Kyle lo miró de reojo, sintiéndose incómodo por el giro que la conversación estaba tomando. Temía que sus secretos fueran revelados.

Gerald comenzó a explicar, pero Sheila lo interrumpió rápidamente. "No les hables de esas cosas, es muy pequeño", comentó mientras empezaba a servir la comida en los platos.

La conversación volvió a girar, esta vez hacia Kyle y su orientación sexual. "De todos modos, Ike, Kyle no es gay", intervino Gerald, deseando tranquilizar a su hijo menor. Dirigió su mirada a Kyle, quien se sentía preocupado por lo que estaba sucediendo.
"Además, a kyle le gustaba una chica en primaria, verdad?" Ante la pregunta directa, Kyle asintió con timidez, sin atreverse a decir nada. La tensión en la mesa era palpable, y aunque Kyle había asentido, sus pensamientos internos eran un caos de emociones.

La cena en casa de los Broflovski transcurrió de manera regular, aunque la conversación seguía cargada con la tensión de la conversación anterior. Los platos se llenaron y vaciaron mientras los miembros de la familia compartían palabras, pero las miradas fugaces y los silencios incómodos eran tan notorios como las palabras pronunciadas.

Después de la cena, Kyle se retiró hacia su habitación, buscando un momento de paz después de las emociones agitadas. Pero, como si no pudiera escapar de la intriga de Ike, pronto el hermanito lo siguió. Con un suspiro interno, Kyle se preparó para lo que sabía que vendría.

"¿Qué quieres, Ike?", inquirió Kyle, su tono revelando su molestia mientras agarraba su celular como un refugio.

Ike no perdió el tiempo en rodeos. "Sé que tienes algo con Stan", acusó directamente, su voz firme y decidida.

La reacción inicial de Kyle fue negar rápidamente. "Sí, tenemos una amistad. Ahora vete", respondió con una mueca de frustración. Quería evitar que la conversación tomara un rumbo que no estaba dispuesto a explorar.

La mirada desafiante de Ike no se desvaneció. "Me iré, pero estaré vigilándote", amenazó antes de girarse para abandonar la habitación. Sin embargo, una vez que sus ojos vieron que se había ido ike. su expresión cambió sutilmente. La promesa de estar vigilante era ciertamente amenazante, y Kyle se dio cuenta de que debía ser más cauteloso en el futuro. No podía descartar la posibilidad de que su hermano pequeño lo delatara o lo utilizara como un peón en su juego personal.

Con un suspiro resignado, Kyle intentó despejar su mente al enfocarse en su celular. Un mensaje de Stan llamó su atención, una pequeña bocanada de aire fresco en medio del caos de emociones y secretos que lo rodeaban. Sentado en su habitación, Kyle sostenía su teléfono con manos temblorosas, sabiendo que su relación con Stan estaba en una encrucijada. La necesidad de seguir adelante con su amor era innegable, pero las circunstancias complicadas y la posible exposición seguían siendo un obstáculo impredecible.

"No lo niegues más " StyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora