"No lo niegues más " Style

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En la cálida luz de la mañana, la habitación estaba impregnada de serenidad mientras Stan y Kyle reposaban juntos en la cama. En un abrazo íntimo, Kyle se acomodaba más cerca de Stan, sus cuerpos entrelazados reflejaban el amor que compartían como pareja, con la suavidad de su conexión manifestándose incluso en el sueño más profundo.

(Empezamos poeta 🗿)

A la hora temprana de las 5 de la mañana, en la quietud del amanecer, Stan rompió el silencio con un susurro suave que rompió apenas el manto de tranquilidad que los rodeaba. "Son las 5 de la mañana, Kyle..." murmuró con una ternura que llenaba la habitación, sintiendo cómo el abrazo de Kyle se intensificaba, como si quisiera detener el tiempo en aquel momento de intimidad.

"Tenemos un ratito más para estar así juntos", respondió Kyle en un susurro cálido, sellando sus palabras con besos dulces que depositó con cariño en el rostro de Stan, como si cada beso fuera un recordatorio de la conexión especial que compartían. En ese breve lapso, el mundo exterior parecía desvanecerse, dejando solo la calidez de su amor y la promesa de un tiempo más prolongado para abrazarse, aunque el reloj marcara un paso inexorable hacia el nuevo día.

Después de disfrutar unos minutos más de intimidad, el deber llamaba a sus puertas. Con movimientos suaves y acompasados, Stan y Kyle se desentrelazaron de su cómodo abrazo para comenzar el ritual de prepararse para encarar el día escolar. La luz del alba filtrándose por las cortinas bañaba la habitación mientras se movían con precisión y rapidez para ajustarse al apretado horario que el ser estudiantes de 16 años les imponía.

El reloj marcaba el implacable paso del tiempo, y aunque su complicidad los mantenía conectados, sabían que debían estar listos para la escuela. Entre risas y alguna broma cómplice, se vestían con la agilidad de quienes han perfeccionado el arte de la prisa matutina. A las 6 y media, sus mochilas listas y con un rápido desayuno compartido, se dirigían hacia la escuela, preparados para enfrentar el día de estudios que los aguardaba hasta las 3 de la tarde.

Una vez dentro de los pasillos escolares, el ambiente bullicioso y lleno de energía estudiantil se filtraba por los pasillos. Stan y Kyle caminaban juntos, compartiendo palabras sobre la clase anterior o los planes para el fin de semana, cuando de repente, David, un compañero de clase, se acercó a Stan para entablar una conversación.

Mientras Stan y David intercambiaban palabras, Kyle se preparaba para unirse al grupo, deseoso de compartir ese momento con su pareja y su amigo. Sin embargo, antes de que pudiera unirse, una voz por el sistema de megafonía resonó en los pasillos:

"Kyle Broflovski, a la oficina de la directora", la repetición incesante y monótona de su nombre llenaba el aire. Un suspiro escapó de Kyle mientras asentía resignado, sabiendo que no tenía más opción que obedecer el llamado. Aunque se despidió con una mirada rápida y una sonrisa alentadora para Stan, caminó hacia la dirección con la incertidumbre acechando sus pensamientos sobre lo que podría estar esperándole allí.

"Es un poco extraño que llamen a Kyle, ¿verdad?" preguntó David con una sonrisa mientras sus ojos se posaban en Stan.

"Sí, supongo que sí, pero dudo que sea algo malo", respondió Stan, tratando de restar importancia al asunto mientras su mirada se desviaba hacia el pasillo donde Kyle había desaparecido.

En las últimas semanas, la actitud de David hacia Stan se había vuelto peculiar. A menudo, David mostraba comportamientos que no pasaban desapercibidos: tocarle la mano, el pelo, incluso quitarle el gorro en un juego juguetón, todo aderezado con bromas coquetas. Esa nueva dinámica entre ellos dejaba a Stan con una mezcla de incomodidad y confusión, sin saber cómo interpretar las acciones de su compañero de clase.