"No lo niegues más " Style

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"Si, Stan?", contestó Kyle con una sonrisa curiosa, su mirada fijada en su amigo mientras aguardaba a escuchar lo que tenía que decir. La tarde parecía envolverlos en un halo de complicidad, como si el tiempo se hubiera detenido momentáneamente para dar espacio a esta conversación inusualmente significativa.

Las palabras de Stan resonaron en el aire, un susurro de confesión que revelaba un sentimiento largo tiempo guardado. "Nunca te lo dije oficialmente, pero...", comenzó, y en ese instante, el mundo pareció detenerse. La mano de Stan se cerró sobre la de Kyle con una ternura palpable, y la inclinación que siguió podría haber sido confundida con una propuesta de matrimonio.

La pregunta que siguió vibró con un entusiasmo contagioso. "¿Quieres ser mi novio?", preguntó Stan, sus ojos brillantes de emoción mientras aguardaba la respuesta de Kyle. La sonrisa que se formó en los labios de Kyle estaba impregnada de ternura y amor, con un rastro de diversión ante el gesto dramático que Stan había adoptado. Sin embargo, su corazón latía acelerado en su pecho, y las mariposas revoloteaban en su estómago.

Kyle se arrodilló también frente a Stan, sus miradas conectando en un momento que solo les pertenecía a ellos. "Sí, quiero", respondió, su voz cargada de emoción y un toque de diversión por la situación. "Y no hacía falta que hagas eso", agregó con una risa suave, acariciando el pelo de Stan con cariño. La alegría y la complicidad entre ellos era evidente, como si cada palabra y gesto solo reforzara lo que compartían.

La urgencia de besar a Stan era palpable, pero la conciencia del entorno público los frenaba. Aun así, cada caricia y mirada eran un recordatorio del lazo profundo que habían forjado, y mientras el mundo seguía girando a su alrededor, ellos permanecían en ese momento de amor compartido que habían construido juntos.

Las palabras de Kyle resonaron en el aire como un murmullo de intriga y emoción. "Tengo una idea", anunció, y la chispa en sus ojos era inconfundible. Era como si en ese instante el mundo se llenara de posibilidades y secretos compartidos, como si el simple hecho de tener una idea hubiera desatado una corriente de energía que solo podía provenir de su novio.

La curiosidad se apoderó de Stan mientras esperaba a que Kyle compartiera su plan. No tenía idea de lo que su novio estaba tramando, pero estaba dispuesto a seguirlo en esta nueva aventura. "Sígueme", instruyó Kyle, sus palabras cargadas de anticipación, mientras su mano se cerraba sobre la muñeca de Stan. La sensación de su piel contra la de Stan envió un cosquilleo a través de él, como un recordatorio tangible de su cercanía.

Siguiendo el liderazgo de Kyle, Stan dejó que su novio lo guiara hacia el bosque. Los árboles se alzaban majestuosos a su alrededor, creando una sensación de aislamiento del mundo exterior. Los rayos del sol se filtraban a través del dosel de hojas, creando un juego de sombras y luces en el camino que tenían por delante.

El crujir de las hojas bajo sus pies y el suave murmullo del viento eran la banda sonora de su pequeña aventura. Aunque no sabía a dónde los llevaba Kyle, confiaba en él plenamente. La conexión entre ellos era como un faro que los guiaba a través de las incertidumbres y las sorpresas de la vida.

Mientras avanzaban, Stan no pudo evitar mirar a Kyle con una sonrisa. La emoción y la curiosidad llenaban el aire entre ellos, como si cada paso los acercara más a algo especial. No importaba a dónde los llevara esta travesía, sabía que compartiría cada momento con su novio y que eso era lo que importaba más que cualquier destino.

[...]

Kyle siguió un sendero improvisado de palos y clavos en la tierra, utilizando esta guía peculiar para encontrar lo que estaba buscando. El sol filtraba su luz a través de las hojas de los árboles, creando un mosaico de sombras y destellos que se intercalaban en el suelo. Después de unos minutos, el sendero los llevó a una cabaña que emergió ante ellos como un pequeño refugio en medio del bosque.