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Stan descendió las escaleras de la casa de Kyle con el corazón pesado, sintiendo el dolor de la incertidumbre que lo atenazaba. Sabía que la situación entre él y Kyle podría tener una solución, pero también entendía la necesidad de darle espacio a Kyle para procesar lo que había sucedido.

(Atenazaba en este contexto es como la incertidumbre apretaba fuertemente a Stan hundiéndose o algo así, como cuando arrancas algo)

"¿Te vas tan temprano, Stan?" preguntó Sheila desde la cocina, su tono preocupado reflejaba la empatía por el dolor de Stan.

"Sí, lo siento, tengo algunas cosas que hacer", se excusó Stan, su voz apenas un susurro mientras se acercaba a la puerta, listo para enfrentar el mundo exterior y las tormentas emocionales que lo esperaban afuera.

Pero antes de que pudiera abrir la puerta, una mano suave se posó en su hombro, deteniéndolo en seco. Stan se giró lentamente para enfrentarse a Sheila, encontrando en sus ojos una mezcla de compasión y determinación.

"Espera, Stan", dijo Sheila, su voz resonando con una serenidad reconfortante.

"Entiendo que probablemente estén distanciándose con Kyle, pero quiero que sepas que ustedes se llevan muy bien siendo amigos y probablemente luego todo esté bien", dijo Sheila con una comprensión que reconfortaba el alma. Sus palabras eran como un bálsamo para el corazón herido de Stan, pero aún así, el peso del dolor seguía latente en su pecho.

Stan simplemente suspiró un "gracias" mientras luchaba por mantener la compostura, agradecido por el consuelo ofrecido por Sheila, pero incapaz de sacudirse la tristeza que lo abrumaba. Con paso pesado, se dirigió hacia la puerta, consciente de que enfrentaba una tormenta emocional que aún no había alcanzado su punto álgido.

Mientras caminaba por el sendero cubierto de nieve, el frío penetrante se infiltraba en sus huesos, pero era insignificante en comparación con el tormento emocional que lo consumía. Sabía que cuando pisara su cuarto y se encontrara a solas con sus pensamientos, las lágrimas comenzarían a fluir inevitablemente, liberando la carga emocional que había estado sosteniendo con tanto esfuerzo.

Caminaba lentamente, cada paso más difícil que el anterior, mientras la nieve seguía cayendo suavemente a su alrededor, como si el mundo estuviera llorando con él. A medida que se acercaba a su destino, el peso de la tristeza se hacía más insoportable, pero también sabía que tenía que enfrentarla, sin importar cuán doloroso fuera el proceso.

Cuando Stan llegó a su casa, se encontró con la puerta cerrada por una capa de nieve, como si el invierno hubiera decidido hacer su hogar en su entrada. Con un suspiro de resignación, estiró la mano para abrir la puerta y se encontró con Shelly parada frente a él, con una expresión de sorpresa y preocupación en su rostro.

"¿Qué carajos te pasó?" preguntó Shelly, su voz llena de incredulidad mientras observaba a Stan, quien estaba cubierto de nieve hasta las cejas, pareciendo que le daría hipotermia en cualquier momento.

"No pasó nada, Shelly. Solo necesito ir a mi cuarto", respondió Stan con voz apagada, sacudiéndose para liberarse de la nieve que lo cubría, dejando que se derritiera en el suelo antes de adentrarse en la calidez de su hogar.

Entró en la casa y subió las escaleras hasta su habitación, donde se dejó caer pesadamente sobre la cama, sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a emerger sin control. El peso del día y la tormenta emocional que lo había envuelto finalmente lo alcanzaron, y se permitió rendirse a la tristeza que lo consumía, dejando que las lágrimas lavaran su alma herida.

Kyle bloqueó el contacto desconocido en su teléfono después de ver esa foto perturbadora, mientras Stan permanecía sentado en su habitación, con la mente llena de incertidumbre y preguntas sin respuesta. ¿Qué demonios iba a hacer ahora?

"No lo niegues más " StyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora