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Cartman se encontraba en estado de shock, con una extraña mezcla de emociones que lo asediaban. En el momento en que su mirada se cruzó con la de Kyle, sintió una especie de conexión momentánea, como si de alguna manera Kyle estuviera a punto de mirar hacia la ventana, donde se hallaba él, con un sentimiento que él mismo denominó como "la sensación de que nos están mirando". Esta percepción lo hizo sentir avergonzado y sus mejillas se tiñeron de un rubor intenso, creando un marcado contraste con su usual actitud desafiante.

La posición en la que se encontraba, escondido y observando a sus amigos, le resultaba incómoda y perturbadora. Ver a personas tan cercanas, incluso amigos íntimos, en una situación tan íntima desde esa perspectiva, despertó un torrente de emociones confusas y perturbadoras en Cartman. ¿Era él un degenerado por estar observando la privacidad de sus amigos de esa manera?

Afortunadamente para Cartman, su situación se vio interrumpida abruptamente cuando Kenny, como si fuera un golpe del destino, abrió la puerta de manera repentina. El sonido de la puerta actuó como una señal de alerta para Cartman, quien logró reaccionar a tiempo y agachar la cabeza justo antes de que su presencia fuera descubierta. Rápidamente, descendió las escaleras con un torbellino de emociones revoloteando en su interior, sintiendo alivio por haber evitado una confrontación directa y por escapar de una situación embarazosa e incómoda.

"Oh Dios", susurró Cartman, su voz apenas un murmullo ahogado, mientras tocaba el suelo con los pies al llegar al final de las escaleras.

David, al ver la extraña reacción de Cartman, se apresuró a preguntar: "¿Qué pasó? ¿No ibas a escabullir...?" Sin embargo, no pudo terminar la frase cuando Cartman, de repente, comenzó a vomitar violentamente, escupiendo todo lo que había en su estómago directamente en el suelo. Era una escena bastante impactante y desagradable para procesar en un instante.

El repentino malestar de Cartman llenó el ambiente con un aire de confusión y preocupación. David, sorprendido por la repentina situación, se apresuró a apartarse del área mientras trataba de entender qué había desencadenado tal reacción en su compañero. Mientras tanto, Cartman, agobiado y avergonzado por su inesperada reacción física, intentaba disculparse entre jadeos y toses, tratando de recuperar el aliento y manejar la situación lo mejor que podía.

"Yo... necesito un momento", dijo Cartman, apenas logrando articular las palabras tras terminar de vomitar. Se apartó, tratando de recuperar la compostura y alejarse de la escena del desagradable incidente.

Mientras tanto, David esperaba al lado de la escalera, observando con curiosidad y preocupación la ventana de la habitación de invitados. Se preguntaba qué habría visto Cartman para provocar esa reacción tan repentina y visceral. Su mirada se desviaba entre la ventana y la figura aún convaleciente de Cartman, tratando de unir los puntos en su mente para comprender la situación, pero todo seguía siendo un misterio. La incertidumbre flotaba en el aire, aumentando la intriga sobre lo que pudo haber presenciado su compañero a través de esa ventana.

David, decidido a obtener respuestas, comenzó a subir las escaleras con determinación, dispuesto a indagar sobre lo que había provocado esa reacción tan visceral en Cartman. Sin embargo, en el preciso momento en que estaba a punto de dar el siguiente paso, escuchó la voz de Eric retumbando fríamente en el aire: "No lo hagas". El tono, gélido y seco, envió un escalofrío por la espalda de David, llenándolo de un sentimiento inquietante y un temor repentino.

"¿Vamos, puedes. decirme qué viste?" preguntó David, su fastidio apenas disimulado ante la falta de respuestas y la atmósfera tensa que se había formado.

Pero antes de que David pudiera insistir, Cartman, con su peculiar aire de autoridad manipuladora, interrumpió con su voz imperativa y despectiva: "Aquí no. Te quiero ahora en mi casa." La manera en que lo mandaba, como si David fuera un simple peón en su juego, generó un sentimiento de humillación y sumisión en él. Cartman era un maestro en la manipulación, tenía esa habilidad de controlar a los demás a su voluntad, convirtiéndolos prácticamente en sus siervos para que cumplieran sus deseos y caprichos. Era una situación incómoda y opresiva, con David sintiéndose atrapado en el esquema manipulador de Cartman.

"No lo niegues más " StyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora