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Stan se acercó a Kenny, mientras Kyle permanecía sentado en la cama, y trató de tranquilizar a su amigo. "Tranquilo, amigo", susurró Stan con compasión.

Kyle se unió a la conversación, también preocupado por Kenny. "Sí, tranquilo. Te ves asustado", le dijo, intentando aliviar la ansiedad de su amigo.

Kenny, lleno de remordimiento, finalmente admitió: "Acabo de hacer una estupidez enorme". Salió corriendo al baño y vomitó, sintiendo el peso de sus acciones.

Stan y Kyle lo siguieron al baño para consolar a Kenny, quien se encontraba agachado frente al inodoro, sintiéndose avergonzado y arrepentido. "Tomaste demasiado", murmuró Kyle, tratando de entender lo que había sucedido.

Kenny, aún abrumado por sus acciones, balbuceó: "Yo..."

Stan intervino con comprensión: "Kenny, no hay nada tan malo que hayas hecho que haga que te dejemos de querer o algo así. Estamos aquí para ti." Querían asegurarse de que su amigo supiera que estaban dispuestos a apoyarlo, incluso en momentos difíciles como este.

"Bese a Butters", Kenny finalmente reveló lo que lo había perturbado.

Kyle, en su sorpresa, exclamó en voz alta: "¡¿QUÉ?!" Su reacción fue una mezcla de emociones, que iban desde la incredulidad hasta la curiosidad.

Kenny le pidió a Kyle que bajara la voz, tratando de mantener la situación bajo control. Sin embargo, Kyle no pudo evitar su emoción inusual. Preguntó ansiosamente, "¿Pero cómo fue?" Su interés parecía extraño para Stan, quien observaba la conversación con curiosidad.

Kenny, sintiéndose apenado, murmuró: "No lo diré". Estaba claramente avergonzado por lo que había ocurrido, pero no estaba dispuesto a compartir todos los detalles de ese momento.

Menos de dos horas atrás, en medio de la fiesta, Kenny estaba disfrutando de la diversión. Butters, preocupado por la cantidad de alcohol que había consumido, decidió tomarlo del brazo y hablar con él.

"Kenny, has bebido demasiado. Tengo miedo de que te pase algo malo", expresó Butters con preocupación.

A regañadientes, Kenny asintió y se dejó guiar por Butters. Sabía que en su estado, podría ser brusco, y no quería lastimar a su amigo. Butters lo llevó al baño, y una vez allí, encendió el grifo para que el agua cayera.

"Enjuágate la cara. Tal vez te ayude", sugirió Butters. Lo que no se dio cuenta es que Kenny lo miraba de manera extraña. Sin previo aviso, Kenny se lanzó sobre Butters y lo besó, aprovechando que estaba hablando. El beso fue profundo y apasionado, y Butters sintió el sabor desagradable del alcohol en la boca de Kenny. Trataba de separarse, nervioso y asustado por la situación, sin embargo no pudo.

Kenny había acorralado a Butters contra la pared, besándolo apasionadamente y desabrochando su pantalón. La sorpresa y el miedo se apoderaron de Butters, y exclamó: "¡Wha-? ¡¿Qué diablos, Kenny?! ¡Detente!"

Finalmente, Kenny reaccionó y se apartó rápidamente, llevándose la mano a la boca, lleno de arrepentimiento y preocupación. "Butters, yo..." susurró Kenny, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para disculparse.

Butters, aún sorprendido y afectado por lo que había ocurrido, kenny solo dijo un simple "Lo siento", antes de salir corriendo del baño, encontrándose nuevamente con Kyle y Stan.

Stan preguntó con un toque de humor, "Bueno, al menos te correspondió?"

Kenny, visiblemente afectado y agobiado, respondió, "No lo sé, no recuerdo nada. Me siento mareado..."

Kyle miró a Stan y comentó: "Creo que muchos de nosotros hemos hecho algunas locuras esta noche."

"Deberíamos llevar a Kenny a casa", sugirió Stan.

"No lo niegues más " StyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora