Descubrir que naces como un Beta es shockeante y a la vez te sientes tranquilo cuando te lo dicen por primera vez. Porque, a fin de cuentas, no es tan malo como te lo pinta la sociedad.
No sufrirás de celo, no sentirás miedo igual que un Omega cuando es dominado por la voz de mando un Alfa de rango alto porque sus voces no te causarán gran cosa como a ellos, ni tampoco te sentirás abrumado de emociones negativas como un Alfa normal en su ciclo de calor.
Lo único feo es el no poder secretar ni sentir las feromonas de los demás, así que no sabrás con exactitud que están sintiendo los Alfas u Omegas que te rodean, ¡Pero hay cosas buenas de todo eso! Al menos no te darán ganas de vomitar cuando alguien arruine el ambiente con sus sentimientos amargos de molestia secretados en su hedor.
Comienzas a valorar algunos privilegios que tienes luego de aceptar tu destino; la tranquilidad en tu corazón, el poder amar a quien sea sin temer a los compañeros predestinados, a hacer tus cosas diarias sin sufrir por alguien externo que arruina el ambiente con sus feromonas, y el estar ahí para tus amigos Omegas o Alfas cuando lo necesiten sin que tu aroma los enloquezca como tal.
Aprendes amar quien eres por lo que eres (aunque a veces es un proceso largo y difícil), a vivir en paz y feliz.
Pero todo eso esa tranquilidad se arruina cuando estás enamorado de Alfas (dos específicamente), porque empiezas a detestar lo que es la incertidumbre de no saber qué están sintiendo con solo su olor, de no comprender lo que les pasa porque nadie te enseñó nada de eso.
Yeosang es un Beta muy especial porque puede oler a las personas, descubrir sus sentimientos por medio de las feromonas, a pesar de su naturaleza.
Es una bendición y maldición que tiene desde que nació. Nunca presentó cualidades Alfas ni Omegas como el celo o un aroma propio, así que todo el mundo asumió que era un aburrido Beta, pero solo él y sus padres sabían que era especial por tener el don de oler feromonas.
Sin embargo, al tener padres Betas que no pueden olerlas es difícil que te enseñen que significan, mucho peor cuando la sociedad se ríe en tu cara al creerte un mentiroso por decir eso.
Los betas no huelen a los demás, no detectan las feromonas porque es científicamente imposible.
¿Entonces por qué él sí podía?
Nunca entendió su peculiar don ni a que se debía, pero con el tiempo, comprender los hedores tampoco fue tan difícil.
Después de todo, tuvo dos grandes Alfas que lo acompañaron en todo ese autodescubrimiento.
Le agradaba mucho el aroma a bosque y bayas de San. Sabía que cuando se convertía en un agradable hedor a lluvia en un bosque inmenso es porque estaba tranquilo o feliz, y cuando la fruta se pudría combinados al olor del barro no significaba buenos sentimientos, entre ellos pasaba por la ira o desagrado. Cuando eso pasaba su nariz picaba y le causaba un poco de náuseas.
Cuando conoció Wooyoung le agradó su aroma a cítricos, siendo un aroma muy raro de encontrar en un Alfa. Las naranjas combinadas con un suave pan recién salido del horno y esponjoso que significaba felicidad, y al igual que San, cuando la fruta se pudría combinándose con el moho de la masa era cuando estaba enojado o disgustado con algo (lo cual, debido al carácter rabioso del cálico, ya se había acostumbrado y no le daba tantas náuseas como el de San).
Los Alfas normales tenían aromas suaves a frutas, tales como la uva, manzanas o peras. Los de alto rango embriagaban más con su hedor, como una copa de whisky o vino bajo el sol de un atardecer, y los de bajo rango tenían un olor dulce y suave casi como el de un Omega, combinado con dulces como caramelos o miel.
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¡Moo! - [Seonghwa Harem]
Random- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - [ En un mundo lleno de cambiaformas es difícil ser una vaquita de manchas rosas ¿Se imaginan por qué? ] - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ...