Los Omegas normales son criaturas pequeñas, poseen aromas dulces a chicles y caramelos, extremidades debiluchas y son llorones por naturaleza.
Seonghwa era diferente a todos ellos, con más centímetros igualándose a un Alfa de bajo rango, de brazos fuertes y un carácter de "mírame, pero no te atrevas a tocarme, o te destruiré" del cual todos conocían y temían.
Así que, cargar a una débil persona más alta que él no fue para nada un problema.
El omega llevó al beta hasta su cuarto luego de tomarse un inhibidor para no enloquecer con el posible hedor del nuevo alfa presentándose, dejó al pequeñín en su cama y se subió encima suyo nervioso.
Conocimiento básico de la jerarquía es; si un Alfa está en celo tienes dos opciones:
a) Huir.
b) Ayudar sabiendo las consecuencias de que tú virginidad y cuello están en juego.(Solo aplicado para Omegas)
Seonghwa era de los que huían siempre sin mirar atrás, pero cuando un cachorro de Alfa le mira tan desahuciado, con brillantes iris, parpados húmedos por las crecientes lágrimas y el rostro pintado de un tenue carmín, no es capaz de alejarse de su lado ni negarse a sus peticiones.
– V-Voy a tener que desnudarte y... Sacar lo que tienes dentro.
Porque siempre es débiles ante las cosas tiernas.
– Está b-bien, estoy a tu c-cuidado. –Yeosang era un muñequito sudoroso sin fuerzas, cerraba sus ojos de vez en cuando con jadeos tratando de recuperar el ritmo normal de su respiración y Seonghwa un omega dispuesto a alejarle el dolor.
Le desaprobó el cinturón al cachorro despojándole de sus pantalones y ropa interior con rapidez cuidadosa. El celo es duro y doloroso, mucho más cuando se trataba del primero.
El segundo pene de un Alfa que vio en su vida se irguió frente a sus ojos, su punta llorosa con las venas marcadas por toda su base, palpitando en busca de consuelo.
La vaquita tragó saliva con dureza acercándose hasta él.
– Dime si te duele algo, o si lo hago mal. –Yeosang lo observó confundido y cohíbido, ahogándose en su propia voz cuando el contrario metió su intimidad en su boca.
– ¡A-AH! ¡Hwa! –su miembro estaba en la tibia cavidad bucal de la vaquita, quien ahuecaba sus mejillas moviéndose de arriba abajo, sufriendo de arcadas en el proceso.
Lágrimas amenazaban por salir, pero dio todo de sí para seguir succionando la erección de Yeosang, emitiendo sonidos obscenos y húmedos con su boca. La vaquita dentro suyo mugió extasiada cuando los gemidos del cachorro empezaron a ser más altos junto a parloteos sin sentido que llevaban su nombre en ellos.
Un Alfa estaba delirando por su culpa, liberando su nuevo aroma hasta envolver el suyo en la habitación, funcionando como un afrodisíaco que llamaba a un omega.
Un hedor a rosas de un jardín con tierra mojada, picaba en su nariz desesperando a su vaquita por querer explorar más de ese campo de flores rojas.
Un hedor suave, atrapantes y delicioso.
– ¡Mhm! M-Más, ¡Hwaa! –Yeosang le jaló sus rosadas hebras arqueando su propia espalda. Seonghwa ahogó un gemido dando una profunda succión emitiendo un sonidito de regurgitación.
El Alfa sollozó haciéndose pequeñito mientras se corría en su garganta.
Toda su boca quedó repleta del esperma del beta, incluso cuando sacó de su boca la extensión el líquido sobrante que no alcanzó a tragar se deslizó por su mentón.
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¡Moo! - [Seonghwa Harem]
Random- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - [ En un mundo lleno de cambiaformas es difícil ser una vaquita de manchas rosas ¿Se imaginan por qué? ] - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ...