Si ya estaba sin palabras antes, en ese momento estaba paralizada, fuera de mí. Era imposible darse a sí mismo y en todos los sentidos. Cuando volví a mí sentí que mi cara estaba bañada en lágrimas. Al igual que mi corazón agitado, parecía que iba a salir de mi cuerpo y fusionarse con el suyo. Toqué su rostro en una caricia, Me quedé de puntillas, acerqué mis labios a los suyos y lentamente fui tomándolo.
Victoria: Te amo Heriberto... yo... no sé qué pasa cuando estoy contigo... eres lo mejor que ha pasado en mi vida - hablé en medio de las lágrimas - pensé que no volvería a golpear de nuevo y me equivoqué feo... regresó, sí, pero fue a un ritmo que nunca antes había sentido - sostuve su mano al lado de mi corazón - siente lo inquieto que está por ti... su deseo es salir de aquí y fusionarse con el suyo... pertenecerte por vida... tuve tanto miedo de involucrarme otra vez, huí de todo y de todos... pero me arrestaste Heriberto... te hicieron para mí - sonríe - desde que te conocí sentí que teníamos una conexión muy fuerte y no podía dejarte salir de mi vida... luché contra todos mis sentimientos y te mantuve aquí, no me arrepiento de eso... estoy tan feliz de tenerlo conmigo... por ser su amor... por ser mi amor... el hombre que curó mi miedo... y que pude curar el tuyo... es un sentimiento hermoso y puro, que nació entre nosotros dos y que como dijiste, nunca dejaremos morir... no sé decirte cosas hermosas y perfectas pero todo lo que hablo es de corazón... no puedo encontrar palabras que estén a la altura del amor que siento por ti... la alegría que siento por tenerte conmigo... te amo Heriberto... te amo... te amo - susurré sintiendo que me besa con amor.
En el sé que me pasa cuando estoy cerca de ti
Te miro y me dan ganas de besarte
Las manos tomarte
Decirte que mi sueño a tu lado siempre asi
Eres simplemente lo mejor que me ha pasado
Lamento no haberte encontrado antes
Ya sé que no es fácil
Porque como tú en este mundo en el hay dos
Y es que me pones a temer
Si estas muy cerca de mi boca
Solo tú y nadie más
Me corta la respiración
Nada falta, nada sobra
Porque cuando tú me tocas
Te apoderas de mi mente
De mi cuerpo y corazónEsa canción que tocaba mientras nos besábamos era perfecta. Describía bien nuestro momento, nuestro amor. Era todo lo que queríamos decir, pero no pudimos. La llevé a la mesa, donde nos sentamos y degustamos una deliciosa cena. Como no podía beber, nos quedamos solo en el jugo, lo que no se interpuso en el camino. Todo era temporal y cuando estuviste bien celebraremos. Momentos después nos sentamos juntos en el sofá. Todo estaba saliendo como yo deseaba, quería que se sintiera bien y que supiera que era muy importante en mi vida.
Me levanté del sofá y sostuve su mano haciéndole levantar. Lo llevé a la habitación en la que antes era mía y ahora era todo nuestro. Sólo las luces de la pantalla estaban encendidas, dejando el ambiente mucho más romántico y seductor. Me volví hacia él y tranquilamente envolví mis brazos alrededor de su cuello, dejando nuestros cuerpos mucho más pegados. Acerqué mis labios a los suyos y lentamente nos fuimos tomando, envolviéndonos en una pasión arrebatadora. Nuestras lenguas se batieron en duelo a una intensidad anormal. Poco a poco deslicé mis brazos por su tórax, yendo contra los botones de su camisa. Uno por uno me fui deshaciendo, hasta dejar su camisa caer al suelo, dejando su pecho expuesto. Me alejé un poco solo para tocar y admirar el cuerpo de mi amor. Pude sentir que estaba un poco avergonzado, pero no permitiría que eso cambiara nuestro momento.
Victoria: Eres hermoso mi amor...- sonríe acariciando su suave piel - no tiene por qué sentirse incómodo, no cambia en absoluto el hecho de que me siento totalmente atraída por ti - me acerqué una vez más a él, besando tranquilamente su pecho.
Heriberto: Gracias por entenderme y apoyarme - susurré haciéndola mirarme - te amo Vicky - susurré volviendo a besarle con amor.
Nuestros labios se encontraron en un beso fulgaz y hambriento. Sus manos fuertes y ágiles se deshicieron instantáneamente de mi vestido, dejándome solo en lencería frente a él. Nuestros cuerpos se volvieron a unir, al igual que nuestros labios. En ese momento sentí sus manos correr por mi espalda en una alucinante caricia.
El contacto ardiente y sensual de nuestras pieles aumentó la ola de deseo, y nuestros besos se volvieron desesperados. Abrí su sujetador y cómo pude deshacerme de él, sintiendo por fin aquel contacto tan deseado. Mis labios bajaron por la delgada piel de su cuello, deteniéndose en sus senos objetivo, chupando sus pezones hinchados. Mientras mi mano se deslizaba hacia la parte interna de sus muslos bien hechos, buscando su feminidad.
Suspiré delicada con sus toques, estaba casi restableciendo en medio de su dulce tortura. Heriberto era tan intenso y tan voraz en sus besos y caricias. Inmediatamente nos deshacemos de las piezas que aún estaban en nuestros cuerpos y nos acostamos en la cama.
Volví a tomar sus dulces y rosados labios, sintiendo nuestros cuerpos arder en un inquietante deseo de poseerse. Me acomodé bien entre sus piernas, penetrándole tranquilamente. El placer del contacto íntimo aumentó gradualmente, y nuestros cuerpos comenzaron a bailar lentamente, con suavidad.
Nuestras lenguas iniciaron una exploración lánguida, audaz. Nuestro abrazo se hizo más apretado e involuntariamente, nuestros cuerpos comenzaron a moverse más y más rápido. Sabía lo sedientos que estaban nuestros cuerpos por ese momento. Pero todo cambió cuando sentí que Heriberto disminuía el ritmo y luego se detenía, acostando la cabeza entre mis senos. Allí pude sentir que sus lágrimas se mezclaban con mi cuerpo y entendí lo que sucedía. Le abracé tan fuerte como pude y le besé el pelo.
Victoria: Amor... está bien... no llores... no es tu culpa... sé lo agotador que fue para ti... Heriberto... amor... no se puede cobrar de esa manera...- sostuve su rostro haciéndole mirarme y sonreírle - vamos despacio corazón - sonríe - no puede esforzarse así... ¿recuerda lo que hablamos?
Heriberto: Perdóname - suspiré - terminé olvidando mi condición... vamos despacio... pero no ahora... no quiero arruinarlo... sé cuánto deseó ese momento y terminé arruinándolo todo... esperemos que todo esto pase... quiero que sea perfecto para ti.
Victoria: Ya es perfecto mi amor... eres mi perfección... eso no es vergonzoso... estás enfermo mi amor... su condición física es muy diferente de lo que está acostumbrado... no tienes que disculparte por nada... esperaremos el tiempo que decidas... estoy a tu lado, con todo mi amor y deseo.
Salí de encima de ella y me acosté a su lado.
Heriberto: Solo quiero que termine - respiré hondo.
Victoria: Se está acabando llevadito - me acosté sobre su pecho y tiré de la sábana, cubriéndonos - no te quedes así... sé que no es algo fácil de darle... pero sabríamos que podría suceder - le besé el cuello con amor - todo está bien... eso no es lo que estropeará nada.
Heriberto: Sé que sí y confío en ti - susurré acariciándole - no quería que eso sucediera, pero sucedió y nada lo borrará... te prometo que no permitiré que eso arruine nada... puedes estar segura de eso - le besé el pelo - buenas noches Vicky... te amo.
Victoria: Olvida mi amor... será perfecto nuestro momento de amor... no importa si tendrá vela... flores... champaña... nada de eso... ambos haremos que todo sea perfecto - susurré acurrucándome con él - te amo Heriberto... descansa mi amor - susurré bostezando.
El otro día...
Nos despertamos un poco tarde y eso estuvo bien, pudimos descansar un poco. Me levanté, preparé nuestro café y pronto Heriberto se unió a nuestro lío matutino. Esa mala tarde nos levantamos de la cama. Pedimos nuestro almuerzo y todo lo que necesitábamos, nos tomamos el día para descansar y así fue. Ya era de noche y como hace mucho tiempo no usaba la bañera, bajé a preparar un delicioso baño para los dos. Llené la bañera, puse sales y todo lo que me gustaba. Encendí la hidro, encendí una vela aromática, me quité la ropa y me dirigí a la puerta del baño.
Victoria: ¿No vienes? - sonríe mirándole - te estoy esperando, no tardes - hablé y volví... me hice un moño en el cabello y me metí en la bañera.
Me levanté de la cama al recibir esa invitación, me quité toda la ropa, fui al baño y entré con cuidado, sentándome a su lado.
Heriberto: Tal invitación es imposible de resistir Dra - sonríe envolviendo su hombro con mi brazo. Agarré suavemente su barbilla con la otra mano y le besé los labios rosados.
Continúa...

ESTÁS LEYENDO
Te Hicieron Para Mi 🍎 - Victoria y Heriberto (Concluído)
Romance- Si alguna vez creí haber conocido el amor, estaba completamente equivocado... tú me abriste los ojos... me enseñaste definitivamente que el amor es mucho más que sentir... que explicar... el amor está en lo abstracto de nuestras acciones... en lo...