Cap 11 🍎

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Dario: Está sí y si necesita puede llamarme mi amigo - le estreché la mano y después que besé a mi linda niña salí de allí, dejándolos a solas.

Olivia: ¿Entonces Vicky? Puedo llamarte así, ¿no? - la miré y sonreí.

Victoria: Cómo quieres mi ángel - besé su cabello - ¿qué quieres saber? Sólo habla.

Olivia: Genial - sonríe feliz - ¿cómo está el tratamiento y cómo será el trasplante? Fui a ver a un médico e hice algunas pruebas para adelantarme - hablé yendo a la silla donde estaba mi bolsa.

Victoria: Más inteligente que el padre - sonríe mirándolo y me acerqué a la cama, revisando el monitor - ¿está sintiendo algo? ¿Dolor de cabeza? ¿Náuseas? - pregunté cuidadosa.

Heriberto: Sólo el maldito cansancio...- suspiré sosteniendo su mano - ¿estoy tan mal?

Victoria: Revisaré tu medicamento, necesito cambiar tus vitaminas... su anemia es mucho más alta de lo que esperaba... voy a pedir una transfusión de sangre... no quiero que termine empeorando... su presión es normal, lo cual es bueno - sonríe - saldrá de aquí bien... tengo la intención de dejarte por lo menos tres días, dependerá de ti... el antibiótico es dos veces al día, son seis dosis... luego repito sus exámenes y si está bien nos vamos a casa... ¿promete ayudarme? - lo pedí con amor.

Heriberto: Voy a hacer todo lo que diga, te lo prometo - sonríe débil - mientras no quede de castigo aquí... necesitas descansar también.

Olivia: Ella va papá, estoy aquí y vamos a turnarnos todo, no te preocupes - le guiñé un ojo - aquí están Vicky, estoy bien y como puedes ver ay, tengo la misma sangre que mi padre... sé que esto todavía no es todo, pero es un comienzo.

Victoria: Sí, es Oli...- tomé los exámenes - voy a solicitar una colecta para analizar los exámenes de los dos, eso será la comprobación final... pero hasta que su padre mejore, no podrá hacer el trasplante... necesito estabilizar su anemia y esta infección que desarrolló... aparte de eso su presión siendo normal, nada más impide.

Olivia: Esperaremos el tiempo que creamos conveniente, por ahora cuidaremos de él y nos aseguraremos de que se vea bien.

Victoria: Vámonos, sí, mi ángel - le guiñé un ojo - te dejaré cuidarlo, necesito regresar y recetarle algunos medicamentos... la enfermera lo pondrá a tomar sangre, no se preocupe, es debido a la anemia, no quiero esperar más... puede que empeore y no quiero eso... antes de eso ella va a extraer sangre de los dos y hace la medicación que necesita... si tienes dudas o necesitas algo pide que me llamen, vengo corriendo... en cuanto termine, volveré.

Olívia: Puede ir tranquila, no voy a salir de aquí.

Victoria: Está bien... comportarte bien - le di un beso y salí de allí.

Levanté la silla y me senté junto a la cama de mi padre. Nos quedamos allí conversando y disfrutando aquel momento juntito. Echaba tanto de menos estar a su lado, poder hablar mirándolo a los ojos, saber que estaba allí y que muy pronto estaría bien. Poco después la enfermera entró allí e hizo todo como Vicky había dicho. Ahora era esperar para que todo estuviera bien y que finalmente pudiera ver a mi padre bien y con salud otra vez.

Días después...

Estuve en el hospital exactamente el tiempo que Victoria habló. Tres días en tratamiento y en diálisis. Puedo decir que fueron los días más agotadores de toda mi vida, pero con su ayuda y la de mi hija lo soporté todo. Era recta final y muy pronto para nuestra alegría, Olivia me donaría uno de sus riñones. Con los exámenes se comprobó nuestra compatibilidad y la demora ahora sería apenas que yo quedase bueno de esa infección. Victoria insistió mucho en que Olivia se quedara en su casa con nosotros, pero prefirió quedarse en el hotel. Quería dejarnos solos y también quería su privacidad y entendía su lado. Leonela le había buscado, pero ella no quiso contacto con su madre y a pesar de todo yo entendía sus motivos. Todo sería en el momento en que lo encontrara bien. Estaba más que feliz de saber que ella y Victoria se llevaban bien y ni siquiera parecía que se conocieran hace poco.

Estaba cada vez más enamorado de ella, de su dulce y encantadora forma de ser. Por cada lucha que ella escondía y se mantenía firme y fuerte. Definitivamente ella fue hecha a medida para mí y yo para ella. Ese día ella estaba en su clínica y yo en casa, estaba muy bien y quería hacerle una linda sorpresa. Decidí pedir nuestra cena en un restaurante que me gustaba mucho. Arreglé todo, me preparé y me quedé en la habitación esperando que llegara. Lo cual no tardó mucho.

Todo lo que quería era llegar a casa y acostarme con mi amor. Estaba muerta de cansada y el otro día como era sábado estaría de descanso, lo que sería bueno para descansar. Estacioné el auto en el garaje, recogí mis cosas y entré a la casa. Vi a Heriberto muy bien vestido y esperándome con todo listo. Sonreí y me acerqué a él después de cerrar la puerta.

Heriberto: Buenas noches mi amor - sonríe dándole un beso - ¿estás muy cansada? Pedí nuestra cena y preparé todo... sé que estás muy cansada estos días y malo se ha detenido, quería quedarme un poco contigo... mimarte... salir contigo... olvidar un poco los problemas y dejar que todo se resuma solo para nosotros dos... Victoria y Heriberto - hablé con calma - pero si estás cansada podemos cenar en la cama y acostarnos, tú decides.

Victoria: Estoy un poco cansada, pero no puedo ignorar todo lo que nos preparó a los dos - sonreí mirando lo hermoso que estaba todo... tenían algunas velas y flores por toda la sala y en la mesa de comedor - podría estar derrumbándose, que aun así tomaría un baño y volvería nueva - jugué - me deja sólo tomar un baño y vestir otra ropa, no tardaré... ¿puede ser?

Heriberto: Tómate el tiempo que sea, estaré aquí, esperándote - sonríe.

Victoria: Vuelvo enseguida - le di un beso y me fui a la habitación.

Minutos después...

Tomé un baño delicioso y vigorizante. Me cambié y fui a la habitación ya lista.

Victoria: Aquí estoy mi amor - sonríe entrando allí - ¿fuiste tú quien lo hizo todo?

Heriberto: Sacando nuestra cena, sí - sonríe acercándome a ella - te lo mereces y mucho más señorita Victoria - sostuve su mano y envolví tu cintura con mi brazo - merecemos un momento hermoso y romántico, ¿no crees? - sonríe empezando a bailar lentamente con ella.

Victoria: Ay mi amor - sonreí acostando mi cabeza sobre su pecho, mientras él me conducía lentamente, al son de una dulce y suave música de fondo - ni siquiera sé qué decirte... todo es tan bonito Heriberto... mi amor... estoy sin palabras - suspiré enamorada.

Heriberto: No tienes que decirme nada... lo hice con todo mi amor por ti Victoria - la miré sin dejar de bailar - eres el sol de mi vida... la luz que me ilumina... la fuerza que me conduce... mi brújula... es la mujer que amo y quiero tener siempre a mi lado - le sonríe - si un día creí que había conocido el amor, estaba completamente equivocado... me has abierto los ojos... me enseñó definitivamente que el amor es mucho más que sentir... que explicar... el amor está en lo abstracto de nuestras acciones... en lo inexplicable de nuestras palabras... en lo inimaginable de nuestra conciencia... el amor es mucho más de lo que podemos explicar... definir... es una magia pura y que no todos saben sentir... vivir... cuando nos conocimos estaba pasando por un momento difícil... al principio pensé que no seguiría con el tratamiento... quedarse quieto, esperando que todo terminara, pero no pudo... tenía a Olivia y otro motivo - sonríe - tú... ese día que fui a tu consultorio no entendí muy bien, pero fue algo mucho más grande que me movió hasta allí y no me permitió salir sin verte... allí comenzó nuestra magia y yo sólo pido que se propague, se eternice... es una parte fundamental de mi vida y sin ti no hay vida - besé tus labios con amor - te amo Victoria y todo lo que más deseo en este mundo es cogerte en el regazo y robarte... tenerla solo para mí... amarte al anochecer, dejando que la luz de la luna ilumine esa piel hermosa y sedosa... salir contigo al amanecer, brindando por la vida y el regalo de tener el privilegio de tenerla en mis brazos... de ser tuyo, así como tú eres mía... si un día dejé de amar, te agradezco por sacarme de esta pesadilla y mostrarte que el amor es lo que ambos vivimos y que nunca dejaremos morir.

Si ya estaba sin palabras antes, en ese momento estaba paralizada, fuera de mí. Era imposible darse a sí mismo y en todos los sentidos. Cuando volví a mí sentí que mi cara estaba bañada en lágrimas. Al igual que mi corazón agitado, parecía que iba a salir de mi cuerpo y fusionarse con el suyo. Toqué su rostro en una caricia, Me quedé de puntillas, acerqué mis labios a los suyos y lentamente fui tomándolo.

Continúa...

Te Hicieron Para Mi 🍎 - Victoria y Heriberto (Concluído)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora