Después de bañarme, me acosté en la cama y cerré los ojos. Traté de dormir pero no pude, las palabras de Victoria sonaban constantemente en mi cabeza. Sé que nada de lo que ella habló fue en sana conciencia y sí tomada por la emoción de todo lo que estaba viviendo. Sé que para ella todo estaba siendo demasiado y le iba a ayudar con todo. Me quedé allí por un tiempo y como ella no volvió fui a buscarla. La encontré dormida en el sofá, sonreí acariciando ese rostro que tanto me encantaba y era apasionado. La tomé en mis brazos y la llevé a nuestra cama. La acosté allí, la cubrí, apagué la luz y salí.
Arreglé lo que necesitaba en la casa, fui a la habitación de nuestra pequeña, que dormía serenamente, y volví a la habitación. Me acosté a su lado y le abracé con amor. Sólo podía dormir así, bien pegado, como ella. Sé que la fatiga habló más fuerte y terminó durmiendo en nuestro sofá.
El otro día...
Esa noche Ale no se despertó, lo cual fue bueno, al menos las dos descansaron. Me desperté temprano y fui a su habitación. Ella estaba muy calmita y sonriente en la cuna. Le cambié el pañal y fui con ella a la cocina. La puse en el carrito y comencé a preparar el desayuno. Poco después todo estaba sobre la mesa. La recogí y fuimos a la habitación. Me acerqué a la cama y me senté, colocando a nuestra pequeña tumbadita, al lado de su madre.
Heriberto: Buenos días mi amor - le llamé con calma - mira quién está aquí... nuestra niña... tuvimos una pequeña charla y ella me prometió que se comportaría, no es grasienta - bromeé viéndola sonreír.
Me pasé la mano por la cara y luego abrí los ojos, viéndola olerme. Me senté en la cama y la tomé en mis brazos.
Victoria: Buenos días mi amor - besé sus pequeños cabellos y con la ayuda de Heriberto saqué mi pecho, dejándola chupar hambrienta - buenos días - susurré mirándolo - ella está mucho más tranquila cuando estás aquí... pensé que ya me había ido... debería haberme despertado... era hora de que mamara.
Heriberto: Sé que te quedas y contigo no es diferente - le acaricié la cara y me acomodé, acercándome a ella - necesitabas descansar y luego me ocupé de todo muy bien - sonríe - no te preocupes, no voy a trabajar hoy... saldremos un poco y disfrutaremos el día... quiero que descanses... hablaremos y pasearemos... termina de darle su leche, que vamos a tomar nuestro café... la mesa está lista, pero si quieres puedo traerla aquí... ¿tienes mucha hambre? - hablé tranquilo.
Victoria: No Heriberto... no quiero hablar - suspiré sintiendo mis ojos llorosos - ya sabemos dónde vamos a parar... entonces... por favor, no hagas eso - dije apartando mis ojos de los suyos.
Le toqué la cara, levantándola.
Heriberto: Por favor mírame - le pregunté con amor y pronto lo hizo - no voy a romper contigo... nunca haría eso... estamos juntos y no importa lo que esté pasando, vamos a enfrentar todo juntos - sonríe - me encanta ese pingüino de gente que me diste y amo a todos los demás que vengan a nacer - sonríe emocionado - yo extrapolé sí, lo hice y ni siquiera sentí, pero ahora será diferente mi amor... voy a reducir mi horario de trabajo en la oficina... me quedaré en casa ayudándote con nuestros hijos... y volverás a trabajar... haciendo lo que amas... retirará ese pijama que tanto amo - me reí - y contrataremos a una niñera... necesitamos ayuda con nuestros hijos... así como vamos a hacer una terapia de pareja, tú y yo... hablemos con un extraño - bromeé - haremos todo, pero no dejaremos que nuestro amor muera, ¿recuerdas? - le besé los labios con amor - te amo Victoria... sé que hay un torbellino de sensaciones... qué malo se ha recuperado de un parto y ya va por el camino de otro... nos descuidamos, pero no por eso nos vamos a volver locos... ¿qué son dos niños dentro de una casa enorme, con jardín y piscina? - sonríe - porque aquí ya no hay más para continuar y en lo más, Oli quiere quedarse con nosotros... tendremos que mudarnos.
Victoria: Perdóname...- susurré dejando salir algunas lágrimas - fui una tonta... me descuidé... no puedo tomar medicamentos, aún más amamantando... debería saber que eso iba a suceder... ¿qué tipo de médica soy? No fue intencional... Heriberto te amo y hago lo que quieras... todo... no quiero perderte... sé que me estoy volviendo un poco loca y termino transmitiéndolo a nuestra hija... no quería hacer nada de eso, pero estaba tan estresada... solo quería llorar y golpearte... pero no pude... estoy cansada... quiero dormir... pero sé que ese no es el camino... contratemos a una niñera para que nos ayude con ella y con el otro bebé - suspiré - tenía miedo de que no lo aceptara y que tuviera que darle un embarazo y Ale solo, me estaba volviendo loco... iremos a donde quieras, te lo prometo, solo quédate conmigo... no puedo hacerlo sola... amo a Oli y siempre quise que ella viniera a quedarse aquí, será un placer tener a mi niña aquí... busquemos la casa de la que habló y aceleremos ese cambio... sé que pronto comenzarán todos los síntomas y no tendré la menor paciencia para darle con eso.
Secé su rostro y la abracé como pude.
Heriberto: No estás y no vas a estar sola... no sería tan tonto como para dejar a mi amor y a nuestros hijos solos - sonríe mirando a nuestra pequeña chupándole el otro pecho - no eres tonta mi amor, eso le puede pasar a cualquier otra persona, no es porque seas doctora que tenga que saberlo todo... sucedió y es hijo de su esposo... no hay problema con eso... sé que no quería hacer nada y eran sus hormonas hablando y haciendo, así que fui a la habitación... me tomé un descanso y cuando volví estaba durmiendo en el sofá... te puse en nuestra cama y fui a arreglar las cosas... Ale durmió toda la noche, estaba tan cansada como tú y eso fue bueno... descansaron... vamos a hacer todo lo posible para quitar esa sobrecarga que tienes y vamos a cuidar de nuestro amor - le sonríe - no estás sola, no tengas miedo... estaré aquí, de tu lado - apoyé mi cabeza contra la tuya - Oli está loca por venir, pero está esperando nuestro cambio - ríe - después del café vamos a dar un paseo, quiero llevarte a un lugar que es muy importante para mí... el lugar que no he visitado estos últimos meses... ¿qué me dice?
Victoria: Está bien mi amor... vamos a tomar café y nos vamos... vamos a donde quieras llevarnos - sonríe apoyando mi cabeza contra la tuya - nuestra primera pelea y todo por un miedo tonto.
Heriberto: No te culpes por eso - sonríe acariciando a nuestra niña - sobrevivimos a nuestra primera pelea y sobreviviremos a todas las demás que vengan, no hay que temer... esto sucede con cada pareja y con nosotros no sería diferente.
Victoria: Gracias por ser tan cariñoso... por todo su amor y apoyo - lo miré como pude - si no fuera por su calma no sé lo que sería de nosotros dos - ríe - finalmente mi amor - sonríe sacándola de mi pecho y entregándola al padre - ¿vamos a tomar nuestro café? Alguien dejó a mamá hambrienta - bromeé con ella, que se reía.
Heriberto: No puedo creerlo... gordita... mamá necesita alimentarse ahora - la llené de besos y me levanté de la cama - ven amor - esperé a que se levantara y fuimos a la cocina.
Puse Ale en el carrito y lo dejé a nuestro lado en la mesa. Levanté la silla hacia Victoria y me senté a su lado. Tomamos nuestro café riendo y hablando. Ella se sentía mucho más ligera y así era como quería. Echaba de menos ese lado suyo y sabía que todo sería cuestión de hablar. No dejaría que se alejara y se callara otra vez. No importa cuál sea la razón, nos ocuparíamos de todo juntos. Tan pronto como terminamos, ella fue a bañar a Ale y empacar sus cosas. Me quedé arreglando todo allí y fui a bañarme. Cuando terminé me quedé con mi gordita, mientras ella se arreglaba. Tiempo después puse las cosas de Ale en el coche, la puse en el bebé confort y salimos de casa.
Continúa...
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Te Hicieron Para Mi 🍎 - Victoria y Heriberto (Concluído)
Romance- Si alguna vez creí haber conocido el amor, estaba completamente equivocado... tú me abriste los ojos... me enseñaste definitivamente que el amor es mucho más que sentir... que explicar... el amor está en lo abstracto de nuestras acciones... en lo...