Cap 15 🍎

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Después de bañarme, me acosté en la cama y cerré los ojos. Traté de dormir pero no pude, las palabras de Victoria sonaban constantemente en mi cabeza. Sé que nada de lo que ella habló fue en sana conciencia y sí tomada por la emoción de todo lo que estaba viviendo. Sé que para ella todo estaba siendo demasiado y le iba a ayudar con todo. Me quedé allí por un tiempo y como ella no volvió fui a buscarla. La encontré dormida en el sofá, sonreí acariciando ese rostro que tanto me encantaba y era apasionado. La tomé en mis brazos y la llevé a nuestra cama. La acosté allí, la cubrí, apagué la luz y salí.

Arreglé lo que necesitaba en la casa, fui a la habitación de nuestra pequeña, que dormía serenamente, y volví a la habitación. Me acosté a su lado y le abracé con amor. Sólo podía dormir así, bien pegado, como ella. Sé que la fatiga habló más fuerte y terminó durmiendo en nuestro sofá.

El otro día...

Esa noche Ale no se despertó, lo cual fue bueno, al menos las dos descansaron. Me desperté temprano y fui a su habitación. Ella estaba muy calmita y sonriente en la cuna. Le cambié el pañal y fui con ella a la cocina. La puse en el carrito y comencé a preparar el desayuno. Poco después todo estaba sobre la mesa. La recogí y fuimos a la habitación. Me acerqué a la cama y me senté, colocando a nuestra pequeña tumbadita, al lado de su madre.

Heriberto: Buenos días mi amor - le llamé con calma - mira quién está aquí... nuestra niña... tuvimos una pequeña charla y ella me prometió que se comportaría, no es grasienta - bromeé viéndola sonreír.

Me pasé la mano por la cara y luego abrí los ojos, viéndola olerme. Me senté en la cama y la tomé en mis brazos.

Victoria: Buenos días mi amor - besé sus pequeños cabellos y con la ayuda de Heriberto saqué mi pecho, dejándola chupar hambrienta - buenos días - susurré mirándolo - ella está mucho más tranquila cuando estás aquí... pensé que ya me había ido... debería haberme despertado... era hora de que mamara.

Heriberto: Sé que te quedas y contigo no es diferente - le acaricié la cara y me acomodé, acercándome a ella - necesitabas descansar y luego me ocupé de todo muy bien - sonríe - no te preocupes, no voy a trabajar hoy... saldremos un poco y disfrutaremos el día... quiero que descanses... hablaremos y pasearemos... termina de darle su leche, que vamos a tomar nuestro café... la mesa está lista, pero si quieres puedo traerla aquí... ¿tienes mucha hambre? - hablé tranquilo.

Victoria: No Heriberto... no quiero hablar - suspiré sintiendo mis ojos llorosos - ya sabemos dónde vamos a parar... entonces... por favor, no hagas eso - dije apartando mis ojos de los suyos.

Le toqué la cara, levantándola.

Heriberto: Por favor mírame - le pregunté con amor y pronto lo hizo - no voy a romper contigo... nunca haría eso... estamos juntos y no importa lo que esté pasando, vamos a enfrentar todo juntos - sonríe - me encanta ese pingüino de gente que me diste y amo a todos los demás que vengan a nacer - sonríe emocionado - yo extrapolé sí, lo hice y ni siquiera sentí, pero ahora será diferente mi amor... voy a reducir mi horario de trabajo en la oficina... me quedaré en casa ayudándote con nuestros hijos... y volverás a trabajar... haciendo lo que amas... retirará ese pijama que tanto amo - me reí - y contrataremos a una niñera... necesitamos ayuda con nuestros hijos... así como vamos a hacer una terapia de pareja, tú y yo... hablemos con un extraño - bromeé - haremos todo, pero no dejaremos que nuestro amor muera, ¿recuerdas? - le besé los labios con amor - te amo Victoria... sé que hay un torbellino de sensaciones... qué malo se ha recuperado de un parto y ya va por el camino de otro... nos descuidamos, pero no por eso nos vamos a volver locos... ¿qué son dos niños dentro de una casa enorme, con jardín y piscina? - sonríe - porque aquí ya no hay más para continuar y en lo más, Oli quiere quedarse con nosotros... tendremos que mudarnos.

Victoria: Perdóname...- susurré dejando salir algunas lágrimas - fui una tonta... me descuidé... no puedo tomar medicamentos, aún más amamantando... debería saber que eso iba a suceder... ¿qué tipo de médica soy? No fue intencional... Heriberto te amo y hago lo que quieras... todo... no quiero perderte... sé que me estoy volviendo un poco loca y termino transmitiéndolo a nuestra hija... no quería hacer nada de eso, pero estaba tan estresada... solo quería llorar y golpearte... pero no pude... estoy cansada... quiero dormir... pero sé que ese no es el camino... contratemos a una niñera para que nos ayude con ella y con el otro bebé - suspiré - tenía miedo de que no lo aceptara y que tuviera que darle un embarazo y Ale solo, me estaba volviendo loco... iremos a donde quieras, te lo prometo, solo quédate conmigo... no puedo hacerlo sola... amo a Oli y siempre quise que ella viniera a quedarse aquí, será un placer tener a mi niña aquí... busquemos la casa de la que habló y aceleremos ese cambio... sé que pronto comenzarán todos los síntomas y no tendré la menor paciencia para darle con eso.

Secé su rostro y la abracé como pude.

Heriberto: No estás y no vas a estar sola... no sería tan tonto como para dejar a mi amor y a nuestros hijos solos - sonríe mirando a nuestra pequeña chupándole el otro pecho - no eres tonta mi amor, eso le puede pasar a cualquier otra persona, no es porque seas doctora que tenga que saberlo todo... sucedió y es hijo de su esposo... no hay problema con eso... sé que no quería hacer nada y eran sus hormonas hablando y haciendo, así que fui a la habitación... me tomé un descanso y cuando volví estaba durmiendo en el sofá... te puse en nuestra cama y fui a arreglar las cosas... Ale durmió toda la noche, estaba tan cansada como tú y eso fue bueno... descansaron... vamos a hacer todo lo posible para quitar esa sobrecarga que tienes y vamos a cuidar de nuestro amor - le sonríe - no estás sola, no tengas miedo... estaré aquí, de tu lado - apoyé mi cabeza contra la tuya - Oli está loca por venir, pero está esperando nuestro cambio - ríe - después del café vamos a dar un paseo, quiero llevarte a un lugar que es muy importante para mí... el lugar que no he visitado estos últimos meses... ¿qué me dice?

Victoria: Está bien mi amor... vamos a tomar café y nos vamos... vamos a donde quieras llevarnos - sonríe apoyando mi cabeza contra la tuya - nuestra primera pelea y todo por un miedo tonto.

Heriberto: No te culpes por eso - sonríe acariciando a nuestra niña - sobrevivimos a nuestra primera pelea y sobreviviremos a todas las demás que vengan, no hay que temer... esto sucede con cada pareja y con nosotros no sería diferente.

Victoria: Gracias por ser tan cariñoso... por todo su amor y apoyo - lo miré como pude - si no fuera por su calma no sé lo que sería de nosotros dos - ríe - finalmente mi amor - sonríe sacándola de mi pecho y entregándola al padre - ¿vamos a tomar nuestro café? Alguien dejó a mamá hambrienta - bromeé con ella, que se reía.

Heriberto: No puedo creerlo... gordita... mamá necesita alimentarse ahora - la llené de besos y me levanté de la cama - ven amor - esperé a que se levantara y fuimos a la cocina.

Puse Ale en el carrito y lo dejé a nuestro lado en la mesa. Levanté la silla hacia Victoria y me senté a su lado. Tomamos nuestro café riendo y hablando. Ella se sentía mucho más ligera y así era como quería. Echaba de menos ese lado suyo y sabía que todo sería cuestión de hablar. No dejaría que se alejara y se callara otra vez. No importa cuál sea la razón, nos ocuparíamos de todo juntos. Tan pronto como terminamos, ella fue a bañar a Ale y empacar sus cosas. Me quedé arreglando todo allí y fui a bañarme. Cuando terminé me quedé con mi gordita, mientras ella se arreglaba. Tiempo después puse las cosas de Ale en el coche, la puse en el bebé confort y salimos de casa.

Continúa...

Te Hicieron Para Mi 🍎 - Victoria y Heriberto (Concluído)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora