❖ TEMP 2: 1 ❖

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El apocalipsis

Subí a mi habitación y abrí el armario. Me sorprendió ver que la ropa estaba intacta. La mayoría de cosas eran uniformes de la academia, pero abrí un cajón y enseguida vi ropa normal. Me puse unos pantalones baggy y una camiseta. También me puse unas botas que me había regalado Allison por mi 14 cumpleaños. Iba a salir, pero entró Klaus.

— Bueno, entonces eres un viejo?

— Si consideras a alguien de 44 años viejo, tienes un grave problema.

— Asi es Klaus.— Dijo Ben. Luego ambos miraron detrás mío.— ¿Me has sustituído?

— ¿Me pueden ver?— Me pregunto Alex.

— Ellos son Klaus y Ben. Ben es un fantasma, como tú y Klaus también puede hablar con los muertos. Chicos, el es Alex.

— Soy su ex. Encantado.— Los dos me miraron sorprendidos.

— ¿Que? Eran los cincuenta. Bastante que encontré un novio.

— Solo nos sorprende que superarás al enano.— Mate a Klaus con la mirada, literalmente.

— Oh no. No lo ha superado. Esta hablando de Cinco cada segundo.

— ¡Que te calles Alex!—  El se rió y se fue con Ben y Klaus.

Al menos me dejaría en paz un rato. Miré por la ventana y vi que Cinco salía de la mansión. Y como para nada era un acosador, le seguí. Llegué a la cafetería que por cierto, YO consegui que fuéramos. Vi que salía un señor, dejando a Cinco solo en la cafetería. Entré dentro y me senté a su lado. Le quite el café de la mano y me lo bebí sin mirarle.

— Me alegro de verte, Liam.

— Pues yo no.

— Lo que has dicho antes...— Quizas he sido muy duro con el.

— Me he pasado. Solo un poco. Se que tu también estuviste solo.

— No lo estaba.

— Ah.— ¿Estaba celoso? Si.— ¿Como se llamaba?

— Dolores.— No sabía si le quería pegar o reírme.— ¿Y tu? No creo que en esa línea temporal no hubiera humanos.

— Habia uno. Alex.— Cinco tenso la mandíbula.— Pero está muerto.— Se atragantó con la saliba.

— ¿Como pasó?

— Supongo que no lo protegi bien.

— Lo siento mucho.— Asenti. Iba a contarle lo del apocalipsis, pero unos tipos entraron por la puerta.

Mierda. ¿Como me han encontrado? Me quite el chip hace dos días. No pueden haber venido a por mí. Mire a Cinco. No podía creerme que se hubiera metido en esto.

— No me quiero ir a casa siendo consciente de que he matado a dos niños.— Dijo uno de ellos.

— Oh. Tranquilo. Tu no vas a irte a casa.

Dicho eso me cogí un cuchillo que habia en la barra y le corté el cuello. Sentí la mirada horrorizada de Cinco en mi nuca. El resto de hombres empezaron a dispararnos. Esquive todas las balas y las lancé hacia tres de los hombres. Cinco ya había matado a dos. Mis sospechas se estaban confirmando. Quedaba uno. Cinco lo noqueó, me acerque y le rompí el cuello. Cinco se dirigió hacia la salida, pero se lo impedí agarrandolo del brazo. Cogí un cuchillo y le saque el chip.

— Tu y yo tenemos que hablar.— Le dije mientras el me miraba incrédulo.

— Vale, pero no aquí. Vamonos. No tardarán en llamar a la policía.

Asentí y lo seguí.

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Nos colamos en casa de Vanya. Esta entró y se asustó al vernos.

— ¡Dios! ¿Cómo habéis entrado?

— Deberias cerrar las ventanas. Los violadores trepan, hermanita.— Le adverti.

Vanya empezó a curar el brazo de Cinco. Cinco le empezó a contar lo que vio en el apocalipsis y más cosas las cuales no tenía tiempo para escuchar. Me levanté del sofá con el café y miré a Vanya.

— ¿Tienes algo más fuerte?

Ella asintió y saco una botella de algo con alcohol. No sabía que era pero me bastaba.

— Mirad, es muy tarde y mañana tengo clase. Podéis quedaros aquí a dormir y seguiremos hablando por la mañana, si?

— Buenas noches, Vanya.—  Le dijimos ambos.

En cuanto se fue miré a Cinco. Me senté a su lado en el sofá.

— Voy a ser directo. ¿Trabajabas para La Comisión?— Suspiro.

— Si. ¿Y tu?— Asenti.— A Alex...

— Lo mato La Encargada. Básicamente mi motivación para matar era que no podía perder nada más. Creo que lo mató por eso. Aunque ahora su maldito fantasma me va siguiendo a cada sitio que voy. Me he conseguido librar de él antes. Se ha ido con Klaus.— Se quedó en silencio.

— Siento haberme ido. Te dije que volvería y no lo hice.

— Si esperas que te perdone y haga como si nada...

— Solo queria que lo supieras.— Se dirigió a la puerta.— Tengo cosas que hacer.

— ¿Te crees que porque te considere un capullo no voy a ayudarte a salvar el mundo?— Me puse a su lado y abrí la puerta. Hice una reverencia.— Los gilipollas primero.— Cinco negó con la cabeza riéndose. Yo me puse serio.— No era una broma. Mueve el culo.

Salimos de casa de Vanya y fuimos a la academia. Mientras íbamos hacia alli, porque Cinco quiso ir caminando, sacó una prótesis de ojo de su bolsillo.

— ¿Que es eso?— Mire con asco el ojo.

— El causante del apocalipsis lo perderá antes de que suceda. Lo encontré cuando llegue.

Nos quedamos en silencio. Cuando íbamos a mitad de camino, lo agarre del brazo y nos teletranporte a mi habitación de la academia. Cinco me miró en busca de una explicación.

— Andas lento. Íbamos a llegar mañana.— Cinco suspiró.— Son las seis de la mañana. No se qué tendrás que hacer, pero es mejor que duermas.

— Buenas noches Liam.— Cinco se fue y me quedé alli de pie.

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𝘽𝙍𝙊𝙆𝙀𝙉 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏𝙎 [ Cinco Hargreeves ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora