𝘽𝙍𝙊𝙆𝙀𝙉 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏𝙎 [ Cinco Hargreeves ]

❖ TEMP 1: 1 ❖

Prólogo

Bueno, empecemos desde el principio.

El 1 de octubre de 1989, 43 mujeres dieron a luz. Una cosa muy casual, solo que ninguna de ellas estaba embarazada al empezar el día. Reginald Hargreeves consiguió adoptar a ocho, entre ellos yo. Liam Hargreeves, numéro 8.

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Acababamos de volver de una misión. Entré en casa y Pogo y mamá nos dijeron que nos habían visto por la tele y que lo habíamos hecho muy bien. Acompañé a Ben a su cuarto. No había dicho nada desde que habíamos salido del banco.

— ¿Quieres hablar?— Ben negó con la cabeza.— Vale. Estaré en mi habitación por si luego te apetece hablar algo. Y duchate.

Pensé en abrazarlo pero el estaba lleno de sangre y sinceramente me daba un poquito de asco. Salí de su habitación y me dirigí a la mía. Me quite el uniforme y me puse el pantalón del pijama y una sudadera. Ya se que era invierno, pero es que no me queria poner la camiseta. Cuando salí de mi habitación me choque con alguien.

— Cuidado, estúpido.— Dijo Cinco. Luego me miró.— Ah. Perdón. Pensaba que eras Klaus.

— ¿Y porque iba a estar Klaus en mi habitación?— Le miré con curiosidad. El se encogió de hombros.

— Dejalo. Por cierto. Fiesta de pijamas a las diez en la habitación de Allison. Papa se va de viaje.

— ¿Tu vas a ir?

— Y una mierda. Nos vemos en la cena Liam.

Cinco se fue. Después de un rato baje a cenar con Klaus y Ben. Las cenas aburrían. Ben siempre estaba leyendo algo, Klaus haciendo porros, Allison y Luther dándose miraditas y Cinco y yo casi ni hablábamos con el resto. La única que solía cenar era Vanya. Yo ya me había terminado la comida y claramente me quería ir a hacer algo un poco más divertido. Me acerque a Cinco.

— ¿Nos podemos ir?— Susurre.

— ¿Estás loco? Pogo nos castigará.

— No si no nos encuentra.— Sonrei.

— No. Liam ni se te-

Le cogí del brazo y nos teletranportamos al tejado. Cinco me miró mal.

— Lo siento.— Dije entre risas.— Es que me aburría.

— ¡Pero no hacía falta que viniera yo!

— Por lo menos si nos castigan estaremos dos, en vez de uno.— Cinco suspiró.— Entonces... ¿Vienes a la fiesta de pijamas?

— Ya te he dicho que no.

— Porfis.

— No.

— Cincooooo. Venga. Será divertido. Hazlo por mí.

— Que no.— Me miró. Luego suspiró otra vez.— Vale.

— ¡Bien!— Le abracé.

— ¡No hagas eso!

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Entré en la habitación de Allison y ya estaban todos allí, sentados en un círculo. Me senté entre Vanya y Cinco.

— ¿A que vamos a jugar?

— Allison y Klaus quieren jugar a verdad o reto.— Dijo Diego amargado.