❖ TEMP 3: 4 ❖

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Reunión con papá

Quise acompañar a Klaus hasta, digamos, su casa, pero se negó. Yo insistí porque estaba borrachisimo, al punto que seguramente ni pudiera caminar. Al final se fue el solo. Vanya también se fue a la granja y Allison a su casa.

Caminé por la calle tranquilamente, pensando en mis cosas, hasta que un coche negro se paró al lado mío. ¿Me van a secuestrar, o que? Miré el coche a ver si alguien salía o a ver que pasaba y cuando ya estaba empezando a irme un señor salió del coche y me entregó un sobrel. Luego se metió en el coche de nuevo y me dejó en medio de la calle como gilipollas.

Abrí el sobre. Dentro había una invitación.

A mis perseguidores:

Yo, Reginald Hargreeves, solicito el placer de su compañía para una cena ligera el 20 de noviembre de 1963 a las 19:30.

Calle Magnolia, 1624 - Dallas, Texas

Precioso.

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No me molesté ni en fingir que escuchaba a Diego. Fuera lo que fuera que estuviera diciendo, sería una completa estupidez.

Al final me fuí de allí, para no acabar matando a alguien.

Me dirigí hacia el lugar donde habíamos quedado con papá. Parecía una especie de centro comercial antiguo. Entré y vi a Cinco esperando al ascensor. Me acerqué por detrás sin hacer ruido.

- Bu.- Cinco se sobresaltó.

Luego vio quien era y se calmó un poco.

- No me asustes así.

- Es mi venganza de cuando éramos pequeños.- Dije riendo.

Entramos al ascensor, pero justo cuando se iban a cerrar las puertas entraron nuestros hermanos todos seguidos.

- Bien. Ya estamos todos.- Dijo Cinco.

Las puertas del ascensor se cerraron y empezó a subir. En medio del trayecto todos empezamos a notar un olor a mierda, literalmente.

- Joder.

- ¡Luther!

- Perdón, es que estoy nervioso.

Salí corriendo del ascensor en cuanto tuve oportunidad. Según entramos en el lugar empezaron a discutir. Empezaba a cansarme.

- ¿Que tal si nos turnamos para hablar? ¿Sí?- Propuso Vanya.- Mirad, quién tenga esta caracola podrá hablar.

- Vanya, no hay tiempo para un debate, vale?

- Cinco.- Dije secamente. Él se giró para mirarme.

- Siento ser tan borde, pero es la verdad.

Le cogí del brazo y le llevé a una esquina.

- Oye mira. Enserio te quiero, y me encanta que quieras detener toda esta locura del apocalipsis. Pero estos de aquí...- Señalé al resto.- Necesitan organizarse entre ellos. Si no tienen algo en común para odiar no se pondrán de acuerdo.

- ¿Y entonces que hago?

- Liderarles... Sin que se den cuenta de que estás al mando.

- Eso no tiene sentido.- Se quejó él.

Iba a responderle, pero entró papá y no pudimos seguir la conversación. Cinco se acercó a la mesa que había en el centro del restaurante, donde estaban los demás. Suspiré e hice lo mismo. Me senté al lado de Cinco, mirando a papá fijamente.

𝘽𝙍𝙊𝙆𝙀𝙉 𝙃𝙀𝘼𝙍𝙏𝙎 [ Cinco Hargreeves ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora