narrador
- Basta! ya sueltemnos! - esa fue la voz del joven líder de la guardia, el cual corría intentando huír junto con sus amigos, pero uno a uno cayó debido a unas extrañas varas que quedaban incrustadas en sus pieles.
de un disparo, el joven león sintió como algo quedó atorado en su trasero. poco a poco bajó la velocidad hasta que no tuvo de otra que echarse al suelo al sentir sus fuerzas fallar.
solo pudo ver como aquel extraño animal hecho de metal se hacercaba a gran velocidad, se detuvo justo frente a él y pudo ver a un par de patas bajar, una por la izquierda del vehículo y otra por la derecha. se preguntó que eran aquellos animales tan extraños.
uno se hacercó y Kion solo pudo observar la extraña silueta de aquellos seres que no los dejaba en paz desde que llegaron a ese lugar.
- daran una gran suma de dinero por él... - ¿dinero, que es eso? se preguntó mientras sus ojos se cerraban y terminaba cayendo en un sueño profundo.
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dos años después.......
kion
ya el sol tocaba mi rostro.
estiré mis patas delanteras y traseras para luego reincorporarme.
caminé hacia el pequeño rio artificial para beber agua. *si, acabo de decir artificial.*
- hola! -
al terminar elevé mi vista para notar que del otro lado del cristal una humana de 6 años me saludaba con su pequeña manito.
yo solo bostezé y di media vuelta para echarme sobre una roca plana bajo el único árbol que se encuentra en mi habitad.
allí pude observar con más detenimiento el zoologico.
los humanos comenzaban a llegar. los puestos de recuerdos estaban abriendo. vi a Bunga corriendo por allí mientras uno de los cuidadores lo persigue. *simepre logra escapar, nadie sabe como*
no puedo creer que han pasado dos años desde que llegamos aquí. hicimos el viaje para ir al árbol de la vida, pero sin darnos cuenta...
no sé como terminamos aquí. solo sé que ahora estoy en otro mundo y debo cuidar a mi familia, a mi única familia, ya que quizás no vuelva a ver a Kiara o a mis padres.
sonreí al ver que Besthe estaba dándose un baño en su habitad. hanga estaba en el suyo. quedaba más lejos pero poía observarla.
y Ono tenía libertad de ir y venir. era tan pequeño que no se tomaban molestias en encerrarlo en el zoologico.
- ya deja de escapar! -
me volteé cuando habrieron la puerta de mi habitad y lanzaron a Bunga adentro ya cansado de corretearlo.
aprendí como lidiar con las criaturas llamadas humanos. aprendí que si te haces su amigo, tu vida en esta prisión será más fácil.
Besthe y yo llegamos juntos al zoologico cuando nos salvaron de los cazadores y de la venta ilegal. luego llegó Ono, tardó al menos un año en encontrarnos. ya estaba apunto de rendirme cuando llegó al zoológico y se hechó a llorar contándome todo lo que vivió. no todo fue malo, aprendió mucho de los humanos, incluso a manejar su tecnología.
resulta que los animales de este mundo no son tan inteligentes como nosotros. eso confirmó mis sospechas de encontrarnos en otra dimensión, donde las diferentes especies no son igual de inteligentes. Ono gracias a manejar un movil pudo conseguir a Bunga, el cual se encontraba al otro lado de este pais llamado Estados Unidos de America. el mismo fue a buscarlo y juntos llegaron hasta aquí.
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provocatio: kiuli
Fanfictionme retaron a escribir... y aquí estoy. este reto pertenece a Malkia_Vee nota: cada capitulo es una historia diferente y no tiene nada que ver con mis anteriores historias disfrutenlo