Dedicatoria

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A tí que no te das cuenta de lo maravilloso que eres.

A tí que puedes llorar por dentro, morir una y mil veces, pero nunca pierdes tu brillo.

A tí que después de cada golpe te levantas con más fuerza.

A tí que luchas día a día con tus demonios.

A ti y a mí que llevo tantos años en ese mismo sitio; te pido que sonrías y no hablo de una sonrisa falsa, sonríe de verdad, con los ojos brillantes y el corazón alegre.

Llora, no a escondidas, llora en la calle, en el metro, frente al espejo y delante de cualquiera. Llora y vive, vive a mil por hora, vive como quieras y olvídate del resto.

Y sobre todo ámate, tal y como eres, no te lastimes más de lo que el mundo lo hace; besa tus cicatrices, acaricia tus defectos y enamórate de ti. Así de loco o así de cuerdo, raro, diferente, común, eres perfecto y no permitas que nadie te haga dudarlo.

Ama con locura; enamórate de ti, de la vida y de quien quieras; disfruta a tu manera; sueña con imposibles porque eres capaz de lograrlos; no dudes de ti y nunca te rindas.

Genfødt: Una historia de resilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora