Hola a todos! Acá un nuevo capítulo. Será un capítulo donde veremos lo que sienten Daemon y Rhaenyra.
No olviden comentar y votar, besos y abrazos.
Casi una semana después de que Rhaenyra estuviera en el campo de batalla, ella se había aprendido los horarios en que su esposo estaría en la batalla, casi nunca cambiaban, y solo por eso ella se había atrevido a salir de la tienda.
El campamento estaba lleno de personas heridas, mujeres y hombres que necesitaban ayuda y ella podía ayudar. Necesitaba hacer algo, no podía simplemente estar en su tienda esperando a que la guerra terminara.
Era lo que él quería, pero ella no podía hacerlo.
Recordaba sus palabras, si salía de la tienda él la haría pagar por no seguir sus órdenes.
Llevó su mano a su cuello y el solo hecho de tocarse la herida le causaba dolor. Había escondido lo poco que le quedaba de su medicina para el dolor, pero no quería usarla aún. Recordó el día en que él había perdido su humanidad.
La forma en que la había atacado, incluso los lobos huargos del norte, tenían más conciencia que él en ese minuto.
Inmediatamente volvió a la tienda y se aferró a sus mantas, tenía miedo, toda su vida le habían enseñado a ser una omega, las septas la obligaban a obedecer, su madre le decía que la labor de las omegas era dar hijos al reino, que el parto era su campo de batalla, pero irónicamente había sido su tío el primero que le había enseñado rebeldía.
Cuando escapaba con ella del palacio y veían las obras de teatro, cuando le permitía beber un poco de cerveza a pesar de que los omega no tenían permitido beberla, cuando la llevaba con él a volar en sus dragones, cuando la dejaba leer libros sobre la antigua valyria que ella no debería haber podido leer.
Ahora no quedaba nada de eso.
Las voces de los heridos que gritaban por ayuda se escuchaban desde su tienda, tenía miedo, sabía que tenía que ayudar a las curanderas, pero no quería salir lastimada nuevamente, no quería quitarle más humanidad aún... pero necesitaba ayudar.
Intentó hacerlo, realmente intentó obedecer su orden, pero ella sabía que tenía que ayudar.
Salió de la tienda y se acercó al grupo de curanderas, ellas la miraron casi asustadas y ella sabía lo que dirían, le prohibirían estar allí.
- Princesa, no debe estar acá, la atenderemos de inmediato, el príncipe nos lo ha ordenado, perdónenos por atrasarnos, los heridos- comenzó ella a explicar y Rhaenyra tomó sus manos mirándola suplicante.
- Quiero ayudar- logró decir Rhaenyra aunque su voz aún salía demasiado baja por el miedo que sentía- Por favor, quiero y puedo ayudar, él no tiene por qué saberlo, se los ruego- dijo ella tan bajito que apenas la escuchaban.
Las mujeres se miraron contrariadas, pero necesitaban ayuda, las personas morían y ellas solo eran humanas.
La princesa era más rápida y tenía más fuerza, podía ayudar a salvar a las personas que ellas no habían logrado rescatar por no ser lo suficientemente rápidas y fuertes.
El príncipe iba a matarlas a todas, a ellas y a la princesa también a este paso.
Pero necesitaban ayuda, realmente necesitaban ayuda.
Una de ellas, la más joven de todas, tomó la decisión de dejarla ayudar a pesar de la renuencia de las demás.
Ella le preguntó a la princesa si podía ir a buscar a los heridos que aún estaban en la línea entre trincheras, era un poco peligroso, pero Rhaenyra dijo que podía hacerlo.
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El despertar de la sangre valyria (Daemyra)
RandomCuando la esposa del príncipe heredero Daemon Targaryen muere trágicamente, el rey Viserys accede a entregarle a su hija Rhaenyra como esposa. Sin embargo en una historia de dragones y hombres lobo, la sangre valyria despertará cuando una raza que...