El despertar de la sangre valyria (Daemyra)

Capítulo XVIII: Las nuevas leyes

Hola a todos! Acá un nuevo capítulo aunque algo más cortito porque veo que los comentarios bajan mucho en las historias y pienso que es porque tal vez son muy largos.

De todas maneras, los invito a leer una nueva historia que saqué, se llama Imperio de traición y pueden encontrarla en mi perfil, es un drama en todo el sentido de la palabra, inspirado en una famosa película.

Luego de esa invitación, los invito también a comentar y votar.

Besos y abrazos.

Daemon Targaryen había reunido al consejo en el salón del trono. 

Incluso el rey estaba sorprendido ante eso.

¿Entonces sería así?

¿Daemon había decidido tomar por fin el poder?

Parte de él se alegraba por eso, Daemon era un lobo enigma, el más poderoso del mundo, era quién debía dirigirlos.

Por otra parte, se preguntaba que tan cruel sería su hermano con el reino.

El rey estaba sentado en el trono, pero era a Daemon a quién miraban. 

Todos se habían inclinado ante él, incluso Otto Hightower.

- Todos levanten la cabeza- rugió Daemon y todos lo miraron con miedo por su voz.

- Mi señor- dijo Otto Hightower atreviéndose a hablar- ¿A qué se debe esta reunión de emergencia?- preguntó él notando como los ejércitos Velaryon estaban presentes en ese lugar.

- Las reglas de Aegon el conquistador serán reescritas, miles de años han pasado desde que él las escribió y ha llegado la hora de que sean reescritas- declaró Daemon y todos lo miraron asombrados.

Incluso Rhaenyra que sabía algo de lo que pasaría, lo miró asombrada.

¿Él reescribiría las leyes de Aegon? ¿Realmente lo haría?

- Mi señor, las leyes han mantenido el reino en paz- se atrevió a sugerir un lord y Daemon caminó hacia él.

- Y yo traeré paz a este reino también, pero olvidaremos reglas obsoletas, no podemos seguir viviendo en el pasado, y quién se oponga, simplemente morirá- declaró él sabiendo que imponía una dictadura.

A pesar de que sabía que siendo un lobo Enigma no tenía rival, sabía que muchos señores simplemente se negarían a cambiar las reglas.

- No mataré a nadie hoy, aquellos que no quieran que las leyes sean cambiadas, podrán irse, pero la próxima vez que nos veamos, será en el campo de batalla- dijo él y vio como muchos señores se arrodillaban ante él, y otros se iban.

Cuando Daemon declaró que los Omega serían libres nuevamente, incluso miembros del consejo no estuvieron de acuerdo con él. 

Incluso a Viserys le costaba entender eso.

Alicent y Rhaenyra lloraban de emoción mientras Rhaenys sonreía. 

Daemon declaró que de ahora en adelante ninguna omega tendría que pedir permiso a alguien de mayor jerarquía para salir, podrían pelear en la guerra, podrían ser parte de la guardia de la ciudad, entre muchas otras libertades que volverían a tener.

- Aegon tenía miedo de perder a Rhaenys, que ella hubiera sido una Omega no significa que murió por serlo, perdí a mi esposa, a mi querida Laena y ella era una Delta, todos podemos morir en una batalla- dijo Daemon y sus aliados celebraron con él el cambio en las leyes.

Baela y Rhaena lloraban de emoción al escuchar eso. 

¿Serían libres? ¿No vivirían encerradas en un palacio esperando la decisión de un lobo de mayor jerarquía?