Capítulo XIV: ¿Eres mío?

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Hola a todos! Acá capítulo de relleno, pero les gustará jejeje. 

Sobre todo a Strovas  que tanto pedía cierta cosa en la historia. 

No olviden comentar y votar jaja.

Advertencia: Va a haber una parte donde sentirán que odian a Daemon porque todo indicará que anda en malos pasos, pero antes de odiar a  mi rey, lean unos cuatro párrafos más abajo jaja. Las y los conozco como son jaja. 

Besos y abrazos. 

Cuando Rhaenyra volvió al palacio, corrió a abrazar a sus hijos y a sus hermanos.

Lucerys lloró abrazado a ella y ella pasó horas escuchando sobre las batallas de sus hijos.

Sus hermanos llegaron un poco después, y luego de saludar a su madre, Aemonod y Daeron corrieron a cargar a Rhaneyra y contarles sobre sus batallas.

Rhaenyra sonrió cuando Aemond contaba sobre como casi perdió una batalla, pero un misterioso aliado los ayudó.

- Tenía un dragón hermana, estoy seguro- dijo Aemond mirando a Rhaenyra y ella sonrió.

- ¿Seguro que no fue Vhagar hermano? Su fuego puede quemar hasta la piedra, estoy segura que tal vez pueda haber alcanzado más de lo que crees- dijo ella tentativamente sin ver la mirada de Jace sobre ella.

- Puede, ser pero dejaron un blasón, mi tío ya lo está investigando, y haremos un consejo para descubrir a este aliado misterioso- dijo Aemond y Jace asintió.

- También nos ayudó a acortar la batalla, atacó por el miedo y desapareció junto con sus ejércitos al parecer, pensamos que él tal vez tenía un barco, pero desapareció misteriosamente- dijo Jacaerys mirando a su madre y ella bebió un sorbo de su té que tenía en las manos.

- ¿Es un ejército fantasma acaso?- bromeó Aegon que estaba escuchando las historias.

- Como el de las historias que nos contaba la septa- dijo Helaena y Rhaenyra sonrió.

- El ejército de los muertos- dijo Rhaenyra bromeando y Daeron sonrió aunque también estaba intrigado.

Lucerys no estaba investigando ese tema, porque estaba ocupado intentando entender que pasaba en Marcaderiva y como dirigir mejor sus flotas.

Rhaena y Baela estaban con Alicent que intentaba enseñarles a bordar, pero ellas simplemente se aburrían rápido.

Rhaenyra tomó de las cosas que había traído desde la guerra, las hierbas aromáticas que ocultarían su embarazo.

Ella no quería que Daemon se enterara aún. 

Las cosas entre ellos aún no estaban bien del todo y ella deseaba que lo estuvieran para cuando le diera la noticia.

Aún faltaban semanas para que su embarazo se notara y ella no pudiera ocultarlo. 

Pero no solamente era eso lo que la tenía inquieta. Daemon y ella habían discutido la última vez porque él la encontró con Laenor desnuda en una bañera.

Aún recordaba ese día y estaba segura que ese día había quedado embarazada. No era el miedo que sintió ese día lo que la hacía temer, era que Daemon pudiera creer que su hijo no era de él sino de Laenor.

Cuando ella tuvo a sus hijos con Harwin, aún recordaba el dolor que sentía cuando Laenor tenía que estar junto a ella y mentir defendiéndola, porque ella sabía bien que sus hijos no eran de Laenor.

Aún recordaba con dolor, cuando Harwin, aún con toda su amabilidad, debió preguntarle si su primer hijo era de él o de Laenor.

Ella no debería haberse ofendido, entendía la pregunta Harwin era su amante y Laenor su esposo, pero aún así la pregunta había destruido su alma, le había hecho avergonzarse, había sufrido sintiendo que era lo que todos en el reino decían, una prostituta.

El despertar de la sangre valyria (Daemyra)Where stories live. Discover now