Capítulo XIII: El fin de la batalla

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Hola a todos! Acá un nuevo capítulo esta vez con el fin de la batalla y un final de capítulo  algo agridulce con momentos bonitos jeje.

No olviden comentar y votar.

Besos y abrazos.

Rhaenyra y sus hombres discutían antes de partir a la batalla esa mañana, tenían pocas horas para avanzar y las posibilidades de lograrlo eran difíciles. Deberían retirarse si las cosas salían mal, pero tenían esperanza de que saldrían bien.

Se enfrentarían a un número gigantesco de enemigos, pero confiaban en que podrían hacerlo.

- Pero queremos pelear para usted princesa, pelear para el príncipe es un honor, pero usted nos necesitará, necesita más hombres, seremos de ayuda- dijeron algunos de los heridos que acababan de recuperarse.

- Y Daemon notará que le faltan todos los soldados que ya están recuperados, tienen que volver muchachos- dijo ella y ellos asintieron, él notaría si nunca volvían los soldados heridos.

- Distraeremos al príncipe si el nota algo- prometió uno de los heridos recién recuperados.

- Te lo agradezco- dijo Rhaenyra besándolo en la mejilla y él sonrió bobamente.

El honor de recibir un beso en la mejilla de la princesa lo hizo casi saltar a su caballo y sonreír todo el camino de regreso al campo de batalla.

- ¿Cómo se supone que distraerán al príncipe idiotas? Ni siquiera se atreven a acercarse a él sin temblar- dijo una de las curanderas y uno de los hombres sonrió.

- Si es por proteger a la princesa, incluso le ofrecería al príncipe chuparle la polla- dijo haciendo reír a todos incluso a Rhaenyra.

- Agradezco la idea, pero su polla es mía ¿No quieres tener que enfrentarme a mi verdad?- preguntó Rhaenyra descaradamente y él negó.

- Vivo y moriría por usted princesa, jamás querría enfrentarme a usted- dijo él y marchó junto al resto del grupo al campo de batalla donde debía regresar.

La curandera que guardaba el secreto de Rhaenyra la preparó para su batalla.

Puso vendas alrededor de su vientre y capaz de tela que evitaran cualquier golpe.

- Una embarazada no debería ir a la batalla, pero eso jamás detuvo a Visenya Targaryen en el pasado- dijo la curandera y Rhaenyra sonrió.

Jamás se compararía con una alfa como Visenya, pero estar embarazada no era una enfermedad, no era una debilidad, ella tomaría las precauciones necesarias y lucharía, ahora que podía hacerlo.

- Lista- dijo la curandera asegurándose de que Rhaenyra comiera bien antes de partir a la batalla. 

- A este paso engordaré no por el bebé, sino por la comida que me das- dijo ella y tomó otro vaso de jugo- Aún no sé como nadie nota que brindo con jugo cuando ellos bridan con vino- rió Rhaenyra y la curandera sonrió.

- Son soldados, su cerebro no es tan desarrollado- dijo ella bromeando y Rhaenyra sonrió saliendo de allí cuando terminó de comer, porque ella no la habría dejado salir si no comía bien para cuidar la salud de su bebe antes.

Cuando Rhaenyra y su ejército marcharon a la batalla, lograron rodear el ejército de Daemon para evitar ser vistos. 

Syrax voló bajo y cercano a las montañas para que Caraxes no sintiera su presencia.

Desde lo alto de la montaña donde atacarían, Rhaenyra observaba la cantidad de enemigos con la que deberían luchar.

Ella resistió las ganas de volar a ver a Jace que estaba cerca, Jace se pondría nervioso si veía a su madre allí y buscaría protegerla.

El despertar de la sangre valyria (Daemyra)Where stories live. Discover now