Capítulo VII: Sabiduría

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Hola a todos! Acá otro capítulo jejejeje.

No olviden comentar y en serio espero comentarios.

Besos y abrazos

La princesa sabía que él la buscaría para hablar sobre el que ella tomara te de Luna, sabía que si ya tenía restricciones para salir libremente solo por ser Omega, ahora él le pondría muchas más restricciones aún.

Fue por eso que se encontró a si misma caminando con una comitiva de doncellas leales a ella, hacia Ser Harrold, probablemente uno de los únicos guardias reales aparte de Ser Erryk y el exiliado Criston Cole, que la veían como una persona normal, y no solo como la omega del palacio.

- Princesa ¿Qué es ahora?- preguntó Ser Harrold que casi había sido despedido de sus funciones por dejar entrar a la reina y a la princesa a la celda de Criston Cole tiempo atrás.

- Busco su protección Ser Harrold, para poder visitar el hogar de las ancianas que vinieron a la audiencia el día de hoy, deseo llevarles oro y telas para que puedan iniciar su negocio de costuras- dijo Rhaenyra y Ser Harrold la miró fijamente.

- ¿Y el verdadero motivo?- preguntó Ser Harrold y Rhaenyra se sintió como una niña con él. Para él, ella aún era la mocosa que corría escapando de las septas en el palacio, básicamente no le podía mentir.

- Ellas saben sobre los Enigma, saben historias sobre Aegon el conquistador y sus hermanas- confesó ella y Ser Harrold la miró con empatía.

- Vamos- dijo él sabiendo que su posición nuevamente estaría en peligro pero nadie le había dicho que no podía sacar a la princesa del palacio.

La ley era clara, las Omega podían salir ''libremente'', acompañadas de un hombre o mujer de mayor jerarquía.

Nadie le había dicho de un trato especial o más privatorio a la princesa, así que no estarían rompiendo ninguna ley.

Rhaenyra se movió de un pie a otro y no resistió la tentación de abrazarlo y besarlo en la mejilla.

- Muchas gracias, Ser Harrold- dijo ella y él sonrió.

- No me de las gracias princesa, vamos, démonos prisa- dijo él y ella asintió.

La comitiva salió del palacio y Rhaenyra buscó por las calles la dirección que le había dado la anciana, hasta que pudo encontrarlas.

- Sabía que vendría pronto princesa- dijo la anciana saludándola y Rhaenyra hizo entrega de las cosas que traía para ellas- No era necesario traer cosas, ofrecí mi ayuda sinceramente- dijo ella y Rhaenyra asintió.

- Lo sé, pero usted me ha ayudado antes, y quería devolverle la mano, esto le servirá mi señora- dijo Rhaenyra y ella arqueó una ceja.

- Las hierbas solo han sido una pequeña ayuda- dijo la anciana pero para Rhaenyra no habían sido una pequeña ayuda, habían sido una gran ayuda.

Sabía que todas las mujeres Omega lidiaban con el tema de su marca, pero ella estaba agradecida de un alivio temporal a esa desagradable sensación.

- Muy bien, pase princesa- dijo ella y Ser Harrold montó guardia en la puerta- ¿Ser? ¿No piensa pasar?- preguntó la anciana

- Montaré guardia en la puerta- dijo Ser Harrold y la anciana asintió.

- La noche caerá, y será peligroso que vean a un guardia real fuera de una casa, sabrán que un miembro de la realeza está acá y los esperarán para emboscarlos- dijo la anciana y Ser Harrold entró al lugar, era cierto.

Él se sentó en una de las sillas que le ofrecieron y aceptó una taza de te mientras vigilaba por la ventana.

Ser Harrold no tenía miedo a algún atacante, tenía miedo que el príncipe Daemon buscara a la princesa.

El despertar de la sangre valyria (Daemyra)Where stories live. Discover now