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Xiao estira su espalda pasando su brazo por detrás de su nuca.

El entrenamiento de ese día finalmente había acabo.

Después de estar alrededor de unas 4 horas nadando, decidió irse del lugar. Ya había entenado lo suficiente, también debía descansar.

Aunque su entrenamiento fue ligeramente desviado por los comportamientos del nadador de Mondstadt, eso no le impidió de dar lo mejor de sí.

Tenía en mente solo derrotarlo, aunque claro primero tenía que sacarlo de la competencia.

Con un suspiro largo camina en dirección a las duchas para ir a la residencia.

Casi ya no quedaban muchos nadadores, además de él. Aunque lo primero que hizo fue ver si Venti estaba, y por lo que temió. Ya no estaba.

Tania en sus planes, aunque sea colmar su paciencia un poco el día de hoy. Pero después de lo que paso en las duchas ese día, Kazuha lo empezó a vigilar con más cautela.

El peliblanco no quería que Xiao se metiera en dramas con la prensa o con los medios. Por lo que, empezó a cuidarlo más.

Xiao se quejaba y con justas razones, ni siquiera era vigilado por su manager y no quería hacerlo por su compañero de competencia.

—Voy a las duchas, adelántate—sugirió al peliblanco sonriéndole de lado.

Kazuha asintió y continuo su camino a la residencia.

Al paso de unos minutos, Xiao agarra sus cosas y las deja en uno de los vestidores, mientras en su cabeza pasa una y otra vez el recuerdo de los ligeros gemidos de Venti en su oído.

No iba a mentir al decir que no disfruto sentir el cuerpo delgado del mayor temblando en sus brazos, pero por lo que más quería en el mundo en ese momento era; penetrarlo con dureza hasta hacer temblar sus piernas.

Con una sonrisa tonta abre la ducha recibiendo el agua fría en su espalda. Suelta un suspiro largo recargando su cabeza en la baldosa de la ducha y junto a ese con una ligera molestia en sus pantalones.

Xiao llego a fantasear con Venti muchas veces antes de conocerlo. Desde el inicio le pareció un chico encantador y tan malditamente sexy.

Admiraba con fervor en la pantalla de su celular, los muslos pálidos del ojiverde junto con su pecho que a simple vista se notaba que era suave, y después de haberlo acariciado el día de hoy con sus manos. Pudo confirmarlo.

Con una sonrisa tonta en sus labios baja la mano hasta su pantalón sintiendo su clara erección.

Fantasear con Venti, le había puesto duro de nuevo.

Despacio y mirando a su alrededor, agarra su miembro entre sus manos, comenzando movimientos ligeros. No quería apresurarse, sabía que estaba solo y quería disfrutar al máximo su fantasía.

O bueno eso era lo que pensaba.

En uno de los vestidores y con la mano en su boca, Venti empezó a escuchar el vaivén de la mano de Xiao sobre su miembro.

Horas antes el mayor se había dejado llevar de nuevo por sus emociones y se quedó relajándose en las duchas hasta que sin darse cuenta ya anocheció y con apuro fue a cambiarse, pero para su sorpresa cuando quiso salir escuchó la voz de Xiao entrar a las duchas.

La distancia que lo separaban no era mucha, se podía estimar al menos unos 3 metros uno del otro, y con eso bastaba para que Venti escuchará todo que hacia el menor.

Xiao con los ojos cerrado comenzó un movimiento más agresivo en su miembro, a la par que salían murmuro inentendibles de sus labios.

Venti sin poder evitarlo se empezó a sentirse caliente, su cuerpo reaccionaba por sí solo y con el ruido de la mano de Xiao sobre su miembro hasta llegar a su pelvis, el ojiverde comenzó a bajarse el pantalón y acariciar por encima su entrada.

Sabía que iba a dolerle, no tenía ningún lubricante a mano y no quería utilizar su saliva, pero su excitación era tan grande que no podía medir lo que hacía.

Despacio bajo una de sus manos hasta su trasero y lo acaricio con recelo. El pequeño cubículo donde se cambiaba no era tan espacioso, pero eso no le iba a permitir desvestirse ligeramente para quitarse su excitación.

Mientras una de sus manos se mantenía en su entrada, la otra vaga lentamente hasta llegar a su pecho, comenzando a acariciarse, como Xiao lo había hecho horas antes.

Y asi mordiendo sus labios para tratar de no escapar ningún ruido, comenzó un vaivén en sus dedos llegando hasta las nubes.

Venti se imaginaba siendo la mano de Xiao y cubriendo todo su trasero con su miembro dilatado, mientras que Xiao se imaginaba lo mismo.

Gemidos y gruñidos del menor inundaron toda la habitación que fueron callados por el ruido de la ducha cayendo por el piso.

Para que minutos después y con un último gruñido largo, Xiao se corriera en su mano gimiendo el nombre de la persona que estaba espiándolo desde la oscuridad del vestidor.

Venti al escuchar su nombre saliendo de la boca del menor, no pudo evitar correrse también manchando la pared del vestidor.

—Mierda—murmuraron ambos al unísono.

Ambos se habían masturbado pensando en su posible enemigo, pero ninguno se sentía culpable.

Xiao por su lado después de haberse corrido, cerro la ducha y agarro sus prendas poniéndoselas en mitad de los vestidores y huyo del lugar.

Tenía que aclarar su mente, antes que sus pensamientos le ganaran.

Por otra parte, Venti, mantenía su cabeza agachada y sus mejillas ligeramente sonrosadas.

Era la primera vez que se masturbaba pensado en alguien cercano.

Pero no se sentía con culpa, al contrario, quería averiguar si la paja que ambos le dedicaron al otro, podría resultar ser igual de fascinante como el sexo real.

Natación || Xiaoven - Kazuscara Fanfic || Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora