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Las caderas de Venti se mecen al mismo ritmo que el agua los empuja a la pared de la piscina. Y eso hace que Xiao pueda llegar más profundo.

La espalda de Venti golpea el pecho del mayor, solo pudiendo escuchar sus gemidos incontrolables acompañados de los gruñidos del contrario.

—Bonito—gruñe el menor dando estocadas más pesadas en el trasero del mayor.

Venti aprieta sus labios cerrando sus ojitos con fuerza y cerrando su puño en la baldosa de la pared.

La posición había cambiado.

Ahora su trasero estaba a la merced de Xiao mientras todavía seguían debajo del agua y su entrada era golpeada sin piedad.

Realmente si había sido una excelente idea hacerlo en la piscina.

—Xiao—volvió a gemir el más bajo sintiendo como las manos pesadas de Xiao agarraban su cintura y jugaban con sus nalgas aruñandolas un poco.

—Que quieres, bonito—pregunto el ojimiel con mechones negros pegados a su frente, sin saber si eran de sudor o de lo mojados que estaban por la piscina.

—Lléname, por favor—soltó prácticamente rogando y escondiendo su cabeza en la baldosa.

Xiao soltó una risa irónica por lo tan desesperado que estaba, y lo tan tímido que se ponía en esa situación.

—Llenarte de que—pregunto con una risa malvada lamiendo el cuello del ojiverde.

Venti soltó chasquido molesto, sintiéndose humillado, pero no lo suficiente como había sido antes.

—Córrete adentro.

Sus palabras salían por si solas, su cuerpo le pedía a gritos ser llenado del semen del menor, y perder la sensación de sus piernas en ese mismo instante.

—Como se dice—interrogo con su típica sonrisa sarcástica mientras agarraba con una de sus manos la nuca del mayor.

—Por favor, Xiao.

Dicho lo último Xiao agarro la mandíbula de Venti guiándolo directamente hasta sus labios para poder besarlo de la forma más lasciva posible, haciendo una guerra de sus lengua en su boca. Soltando pequeños hilos de saliva en el camino.

—Como digas—dijo finalmente antes de dar las ultimas estocadas dejando al mayor sin nada de fuerzas, pero si con las suficientes para poder gritar en toda la pista.

Siendo asi, el ojimiel se corrió en la entrada del campeón de Mondstadt llenándolo de sí mismo como lo había pedido antes el joven.

Pero no sin antes, agarrar su cintura entre sus manos para poder guiarlo hasta afuera de la piscina. Llevando una inesperada sorpresa a su acompañante.

—Desde cuando tan amable—pregunto el mayor sin sonar muy grosero.

Xiao soltó una pequeña risa antes de salir con Venti entre sus brazos y dejarlo en las banquillas que había en ese lugar.

—Porque te destroce el culo, y no creo que vayas a poder pararte hasta mañana.

Venti enrojeció por completo dándole un manotazo al menor en su pecho.

Pero bueno, el también tenía la culpa por preguntar sabiendo como era Xiao.

—Cállate imbécil y mejor trae mi bañador, bastardo pervertido—reclamo dándole un último manotazo.

El menor soltó pequeñas sonrisas, deteniéndose unos instantes en los labios carnosos del ojiverde, y preguntándose a sí mismo como es que todavía seguían del mismo porte cuando prácticamente se lo había devorado hace segundos.

—Fua, tú me lo pediste—musito para sí mismo agarrando entre sus manos las mejillas del mayor para poder juntar sus labios una vez más.

Venti soltó un pequeño chillido de sorpresa, pero sin quejarse en lo absoluto, realmente no iba a negar que los besos de Xiao eran exquisitos asi que no se iba a resistir.

La legua de Xiao fue explorando la boca del ojiverde, agarrando sus mejillas sin ser nada. Adentrándose de a poco, sin ninguna clase de suavidad, pero complaciendo a su acompañante.

El mayor volvió a tener la respiración acelerada captando como todos sus estímulos volvían a prenderse conforme el beso continuaba subiendo de intensidad.

Sin embargo, fue detenido en un corto instante cuando sintió los dientes de Xiao aferrarse a su labio inferior dejándole una fuerte mordida, que probablemente dejaría marca.

—Hijo de—grito el ojiverde empujándolo con sus manos y golpeándolo una vez más.

Xiao le respondió con una sonrisa juguetona.

—TRAE EL PUTO BAÑADOR DE UNA VEZ—grito el mayor con molestia e irritabilidad por el frio que hacia esa noche.

El ojimiel soltó una pequeña risa sacándose su camisa mojada para poder arropar el cuerpo desnudo del más bajo.

Siendo honesto, sus ganas de volver a follar con Venti eran mayores que buscar ese maldito bañador, que probablemente le haría buscar a su manager al día siguiente.

—Mejor vámonos, después lo agarras—sugirió descaradamente pasando su camisa blanca con una pequeña mancha café claro por el pecho. —Todavía nuestra sesión no ha terminado, bonito—dijo soltando una pequeña sonrisa malvada.

Vaya que iba a ser una noche larga para el ojiverde.

Venti le soltó una mirada matadora acomodándose la camisa por su cuerpo solo cubriéndole una parte de su miembro que estaba al aire y prácticamente nada de sus nalgas.

El maldito Xiao estaba disfrutando de esa situación.

Sin embargo, no tenían lugar en donde terminar lo que habían empezado.

—Ni de joda—respondió el ojiverde tratando de pararse del asiento, pero siendo casi imposible, debido a que sus piernas fallar y caer directamente al piso.

Xiao suelta una carcajada sin ayudarle y viendo como todavía los muslos internos del mayor temblaban.

—Hijo de puta—suelta Venti una vez más dándole una patada que es detenida por la presión que siente en su espalda baja, haciendo reír más fuerte al menor.

—Ven acá, bonito—contesta el menor agachándose para poder agarrar entre sus manos el cuerpo delgado del joven pelinegro.

Venti prefiere no decir nada y se deja guiar por el menor.

Su cuerpo estaba adolorido, pero de todas formas quería continuar con Xiao durante esa noche.

Ya habían llegado tan lejos, como para arrepentirse, quería plenamente estar con Xiao, sin importar lo que sucediera y sin pensar en las grandes consecuencias que traería lo que hicieron en la fiesta.

Pero todavía no tenían lugar para terminar de hacer sus cochinadas esa noche, por lo que decidió escribirle a la segunda única persona que lo aguantaba por dinero.

Scara.

Pero no sin antes decirle una mentira clara de lo que iba a hacer, porque si le decía la verdad lo hacía mierda ahí mismo.

Venti:

Oye, voy a estar en el depa solo hoy, porfa consigue otra habitación jaja me duele mucho la cabeza y no quiero que nadie me moleste.

Escribió el ojiverde con una pequeña sonrisa mientras se acurrucaba en el pecho de Xiao y continuaban su camino.

—Vamos a mi depa, ahí nadie nos va a molesta-

Empezó a decir casi como una orden, pero siendo interrumpido por el sonido de su celular con una nueva notificación. Scara le había respondido, sorprendentemente rápido.

—PERO QUE CARAJO—grito por los aires, asustando al ojimiel por lo que tuvo que detenerse unos segundos, para ver si Venti se encontraba bien. Pero siento sorprendido cuando leyó el mensaje que se encontraba en su pantalla, dejándole a ambos con lo boca prácticamente por los subsuelos

Scara:

HoLa no jodas, estoy 4 punto de c0ger con Kah8za

Bai

Natación || Xiaoven - Kazuscara Fanfic || Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora