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Venti suelta un gemido largo contra los labios del menor, con pequeñas gotas de sudor cayendo por su frente.

—Xi-xiao—gimió una vez más contrayéndose en los brazos del más alto mientras mantenía sus piernas completamente abiertas a la merced del menor.

El nombrado agarro entre sus manos los muslos internos del ojiverde abriendo un poco más su trasero para entrar todavía más profundo.

Sus cuerpos subían y bajaban en medio de las sábanas húmedas.

Ni siquiera se habían esperado para ducharse y quitarse el cloro de la piscina. En el momento exacto en que pisaron el departamento, Xiao ataco al ojiverde una vez más.

Venti mantenía sus brazos por detrás de los hombros del menor siendo recibido completamente. Su cuerpo desnudo, se encontraba temblando y gotas de sudor bajaban por su frente hasta llegar a su cabello húmedo.

—Mas rápido—dijo casi suplicando con su interior ardiendo entre las embestidas avanzaban.

Xiao asintió entre gruñidos apretando el agarre de sus manos y bajando un poco más hasta llegar al trasero de su mayor enemigo.

—Mierda, aprietas fuerte—dijo sin más volviendo a salir y a entrar en su entrada rojiza. —Carajo—susurro el menor buscando los labios del ojiverde y conectándolos de la misma forma desesperada que lo había hecho en a la fiesta. Derritiendo al mayor entre sus brazos. —Maldita sea como puedes estar tan bueno.

Venti no pudo evitar soltar una pequeña risa cuando se separó de los labios del ojimiel, sacando el miembro del menor de su interior.

—Alguna vez en tu vida se te ha pasado por la cabeza, pensar antes de hablar—pregunto de forma irónica, pero muy distinta a lo que haría otras veces. Esa pregunta en particular salió de manera suave por su boca y a la vez dejaba un pequeño tono coqueto en el ambiente.

Xiao no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa, acompañando al ojiverde.

—Siendo sincero jamás, o no estaríamos en esta situación—contesto de la misma forma irónica para ambos.

Venti le contesto con otra pequeña sonrisa escondiendo su cabeza en el hueco que había entre el cuello y nuca del menor, deteniéndose unos instantes para poder relajarse.

La noche anterior había sido muy intensa para ambos, sus cuerpos estaban conectados y exhaustos de tantas rondas que tuvieron.

Xiao pasaba su mano por detrás de la cintura del mayor, mientras que Venti se encontraba acurrucado en el pecho del nombrado.

Ninguno de los dos tenía la suficiente fuerza de voluntad para pararse e ir a sus respectivas habitaciones.

—Dios estoy muerto—reclamo el ojiverde finalmente bostezando.

Rayos de sol comenzaban a entrar en la habitación, dando inicio al nuevo día. Pero para ambos jóvenes era el momento perfecto para descansar.

Venti desviaba un poco su mirada, con el corazón latiéndole a mil por hora.

Se sentía en un sueño irreal.

Hace unos meses había conocido a Xiao y ahora estaba acurrucado en su pecho, junto con sabanas húmedas y un terrible dolor en sus paredes internas.

Si se lo hubiera dicho a su yo de hace 2 meses, ni en pedo le hubiera creído.

—Mhhh eso que recién empezamos en la madrugada, imagínate que hubiera pasado si empezábamos desde la fiesta—se burló el menor pasando sus manos por la cintura delgada del ojiverde. —Te dejaba inmóvil—vacilo soltando una larga carcajada.

El ojiverde al escuchar sus burlas no pudo evitar sonrojarse en ese mismo instante, terminando como un tomate.

—Maldito loco pervertido—reclamo el mayor pasando su pierna por encima de la del contrario.

Venti no quería perderlo.

Su mirada se detenía por unos instantes en el perfil de Xiao mientas se encontraba acostado en su pecho, escuchando su calmada respiración.

Xiao era realmente atractivo a la vista del mayor.

Su cuello delgado decorado ligeramente con el inicio de sus tatuajes, junto con sus labios hinchados por la sesión de besos que tuvieron toda la noche y su mirada avellana, que tantas miradas coquetas le había lanzado durante todo este tiempo, le hicieron darse cuenta de algo importarte.

—Si sigues viéndome asi me vas a terminar ojeando—se burló Xiao mientras continuaba recargando sus manos en la cintura de su acompañante.

El ojiverde soltó una carcajada acostando su cabeza en el pecho del menor mientras un sonrojo subía por sus mejillas.

—Ni quien te fuera a ojear a ti, loco pervertido—respondió con otra burla mientras se sentaba encima del regazo del menor apoyándose en sus manos y dejando recargando al ojimiel en las almohadas. —Ni que estuvieras tan bueno—dijo finalmente mientras sacaba su lengua de manera juguetona.

Xiao le respondió con otra carcajada agarrando entre sus manos los muslos del ojiverde y acomodándolo en su regazo abriendo sus piernas.

—Pues eso no pensabas anoche mientras saltabas sobre mi verga—susurro de manera coqueta volviendo a abrirse paso entre el trasero del mayor con sus manos.

Venti se sintió morir en ese preciso instante, pero sin poder negar nada de lo que decía. Alzo instantáneamente su trasero, para que las manos del ojimiel puedan jugar con su entrada.

—Mierda—volvió a gemir demasiado sensible en esa parte en específico.

El pelinegro de mechas verdes soltó una sonrisa de satisfacción mirando como el pequeño cuerpo de Venti volvía a contraerse queriendo ser penetrado una vez más.

Su sonrisa se fue extendiendo más al captar el sonrojo en las mejillas del ojiverde.

Todo el cuerpo del mayor era un desastre.

Sus labios estaban rojizos de todos los besos de la noche anterior, su cuerpo estaba lleno de marcas por doquier, y una ligera capa de sudor iba desde su frente hasta terminar en su espalda baja.

Xiao no podía evitar sonreír de satisfacción. Sabía muy bien que el había provocado todas esas sensaciones en el nadador de Mondstadt.

Por otra parte, el pequeño ojiverde volvía a derretirse entre los brazos del menor, dejando una única afrimacion en su mente y en su corazón.

Podía sentir con claridad la mirada de Xiao en su rostro junto con su sonrisa de satisfacción y su jugueteo en su entrada. Lo cual termino haciéndole explorar un nivel indescriptible de emociones. Y todas esas emociones solo se resumían a una cuando los labios de Xiao tocaban los suyos.

Venti estaba perdidamente enamorado de Xiao.

Natación || Xiaoven - Kazuscara Fanfic || Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora