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La espalda de Scara choca contra la puerta de madera del departamento del peliblanco. Mientras los besos apasionados del mayor lo buscan con desespero.

Ni bien salieron de la piscina, fueron directamente para el departamento del mayor.

—Mierda, me dolió—, se quejó el menor sacando una suave sonrisa al más alto.

—Upsí—susurró antes de volver a agarrar entre sus labios la boca de Scara.

Kazuha abrió la puerta unos segundos después, dejando pasar al ojiazul a su departamento, mientras sus manos se dirigían directamente hacia su cintura.

Sus respiraciones se mezclaban, conforme iban entrando al lugar y se chocaban con una que otra cosa, haciéndola caer directamente al suelo. Pero eso no bastaba para que se separaran.

Las manos de Kazuha jugaban con la cintura del menor, bajando cada vez más hasta apretar su trasero con deseo, mientras que el contrario cada vez gemía con más fuerza.

Una vez llegaron hasta la primera cama que encontraron, sus prendas desaparecieron al instante.

De a poco los besos húmedos del peliblanco recorrieron el abdomen plano del menor, a la vez que el nombrado inclinaba su cabeza hacia atrás removiéndose debajo del cuerpo del mayor.

—Abre las piernas, pequeño—susurró como una orden que rápidamente Scara obedeció sin quejarse.

Había estado esperando durante años ese momento, y ahora que lo tenía tan cerca, estaba tan ansioso por tenerlo adentro.

Fue abriendo sus piernas despacio, mientras se removía en las sábanas, apretando entre sus manos dicha tela. Su pecho subía y bajaba, y su mirada solo podía observar atentamente cómo la cabeza de Kazuha se dirigía hacia sus muslos internos.

Kazuha fue hábil al momento de bajar hasta la entrada del menor, fue dejando un camino de besos y pequeñas marcas que sacudieron en su lugar al más bajo. Para segundos más tarde atacar con su boca el vientre del ojiazul.

Primero dejó ahí un pequeño beso, lleno de amor indescriptible que sentía por el menor. Pero rápidamente dejó una suave mordida que hizo gemir por lo alto al nadador de Sumeru.

—Mierda—gimió el peliazul con las mejillas totalmente sonrojadas. —Me vas a hacer perder la cabeza—musito elevando su cadera hasta la altura del rostro del mayor.

—Eso espero—afirmó con una suave risita y continuó con lo que estaba haciendo antes.

Su cabeza fue bajando de a poco hasta llegar al miembro de Scara, en el cual dejó un pequeño beso que derritió por completo al menor.

—Kazu— lo llamó mientras mordía sus labios desesperadamente. —Lubricante.

El peliblanco sonrió de manera perversa y alzó su cuerpo buscando quedar hasta la altura del rostro del ojiazul.

—No lo necesitamos, pequeño—susurró antes de dejar un beso en su mejilla y llevando sus propios dedos hasta la boca del menor. —Lámelos—ordenó, a lo que Scara lo miró con incertidumbre, pero de todas formas accedió.

Los dedos de Kazuha se fueron deslizando por la boca del menor, llenándolo por completo de saliva. Scara sabía muy bien que, si no los lamía bien, iba a doler como el infierno cuando lo metiera en su entrada.

—Así están bien —dijo deteniéndolo para después recostarse en la cama y hacer que Scara se acostara encima de su pecho, haciendo que su espalda chocara con su pecho. —Ábrete para mí, bonito.

El ojiazul consumido por la escena excitante que estaba teniendo en ese mismo instante. Abrió las piernas recargándolas entre sus antebrazos.

Los dedos de Kazuha entraron rápidamente en su enrojecida entrada. Estaba por más decir que el peliblanco estaba igual de desesperado por hacer suyo a su pequeño Scara.

Natación || Xiaoven - Kazuscara Fanfic || Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora