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37, HOGSMEADE

Las clases de Estudios Muggles fueron un éxito, y todo el castillo comenzó a hablar de Sirius Black en menos de una semana. No había comentarios negativos sobre el hombre (exceptuando, claro, a Draco Malfoy y su séquito de perritos falderos). Por lo que le había comentado Euphemia, Sirius iba a quedarse solamente aquel curso, ya que había aceptado el trabajo sólo porque Harry había sido elegido como campeón en el Torneo de los Tres Magos. Aurora esperaba que Sirius se quede los años que le quedaban de estudios.

Aurora y Ron se habían vuelto más cercanos. Pasaban bastante tiempo juntos y Ron la ayudaba con algunos deberes. Aurora cada día confirmaba que Ron le gustaba, porque sus pensamientos se iban en todas direcciones cuando estaba a su lado, pero también confirmaba cada día que a Ron le gustaba Hermione. Era una verdadera tortura verlos pasear por los pasillos juntos, verlos hacer los deberes sentados en la sala común, o verlos reír y compartir comida en el almuerzo o la cena.

Aurora se sentía más tranquila cuando Ron y Hermione también pasaban tiempo con Harry, pero ahora que los dos chicos estaban peleados, Hermione debía turnarse para estar con ambos por separado. Aurora debía guardar sus sentimientos y empujar sus comentarios por su garganta cada vez que los veía juntos.

Además, también estaba el hecho de que a Ron le fascinaba Fleur Delacour. Cada vez que pasaba cerca de él, Ron soltaba un suspiro y la seguía con la mirada como un tonto. Pero Aurora no podía culparlo. Fleur era hermosa, alta y flaca, con su cabello rubio largo y brillante, su sonrisa encantadora y sus hipnotizantes ojos celestes. Aurora, en cambio, tenía el cabello un poco más oscuro y con algunas ondas al final, pero no tenía mucha gracia; sus ojos eran del marrón más común y genérico del mundo, y su altura era un chiste, apenas le llegaba a los hombros a Ron, quien tenía que bajar la cabeza cada vez que hablaba con ella. Aurora no podría siquiera soñar con tener un poco de la belleza de Fleur.

—Voy a matar a Rita Skeeter.

Aurora estaba sentada junto a Olive y Ginny en la mesa de Gryffindor. Habían bajado a desayunar sólo las tres ya que Euphemia había ido a hablar con su hermano. Pero recién se había sentado y tenía una cara de enojada.

—No parece ser muy buena reportera, pero... —opinó Olive y tomó el periódico que le tendió Euphemia—. No importa. Puedes matarla —dijo, luego de terminar de leer.

—Déjame ver eso —Aurora estiró el brazo hacia su amiga, que le pasó el diario.

Era un artículo sobre el Torneo de los tres magos, que resultó ser no tanto un reportaje sobre el Torneo como una biografía de Harry bastante alterada. La mayor parte de la primera página la ocupaba una fotografía de Harry, y el artículo (que continuaba en las páginas segunda, sexta y séptima) no trataba más que de Harry. Los nombres (mal escritos) de los campeones de Durmstrang y Beauxbatons no aparecían hasta la última línea del artículo, y a Cedric no se lo mencionaba en ningún lugar. Aurora alzó las cejas y le dió un vistazo rápido:

TRAITOR ━Ron Weasley [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora