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Socios

5 de noviembre, 2038 -11:21 pm 

La lluvia cae suavemente sobre la ciudad, creando un velo de neblina que difumina las luces de los postes y las pantallas publicitarias. Bajo este escenario nocturno, un androide de CyberLife avanza con paso firme y elegante hacia el bar de Jimmy. Su rostro refleja una expresión seria y determinada. No le importa el letrero que prohíbe la entrada a los androides, pues tiene una misión que cumplir: encontrar al teniente Hank Anderson.

Al cruzar el umbral del bar, llama la atención de todos los presentes, que lo miran con hostilidad y desconfianza. Sin embargo, no se detiene ni se inmuta. Activa su modo de escaneo y empieza a analizar los rostros de los clientes, buscando una coincidencia con el perfil de su objetivo.

—Demonios, pensé que no dejaban entrar androides —Comenta Derek Myers, uno de los clientes, con desdén.

—¿Por qué me miras, pedazo de plástico? —Comenta otro hombre visiblemente afectado por el alcohol, cuyo rostro no coincide con el que busca.

Después de descartar a varios clientes y recibir algunos insultos, el androide fija su mirada en un hombre solitario en un rincón de la barra del bar. El hombre tiene el cabello gris, una barba descuidada y sujeta una botella de cerveza entre sus manos, lo que le proporciona una coincidencia en su programa.

"TTE. ANDERSON, HANK"

"Fecha de nacimiento: 06/09/1985 - Antecedentes penales: ninguno"

Con cautela, se acerca preparado para presentarse.

—Teniente Anderson, mi nombre es Connor. Soy el androide enviado por CyberLife. Lo busqué en la estación pero nadie sabía de su paradero. Me dijeron que podría estar aquí tomando algo. —Comienza Connor de manera formal— Tuve suerte de encontrarlo en el quinto bar. 

—¿Qué quieres? —Inquiere Hank con fastidio, sin siquiera mirarlo.

—Fue asignado a un caso hace un momento, un homicidio, que involucra a un androide de CyberLife. Como dicta el procedimiento, la compañía ha designado un modelo especializado para asistir a los investigadores.

—Yo no necesito ayuda —Replica Hank de inmediato— y mucho menos de un imbécil de plástico como tú. Así que, sé un buen robotito y vete a la mierda.

—Entiendo que algunas personas se sientan incómodas en presencia de androides, pero yo... —Connor intenta ser comprensivo a pesar de la actitud del mayor.

—Estoy más que cómodo —interrumpe Hank—. Ahora lárgate antes de que te aplaste como una lata de cerveza.

Connor medita antes de responder. Ya había anticipado que llevarse bien con Anderson sería complicado, pero no se podía permitir salir de ese lugar sin él.

—Escuche, creo que sería conveniente que dejara de beber y me acompañara. Eso haría todo más fácil para ambos.

Hank asiente varias veces de manera sarcástica y da un largo trago a su bebida, dejando a Connor sin muchas opciones. El androide observa las botellas de alcohol en el bar y forma un nuevo plan.

—Permítame proponerle algo, le compraré una bebida para el camino, ¿Qué dice? —Pregunta, captando finalmente su atención— ¡Camarero! Una bebida igual, por favor.

El camarero mira con duda la escena esperando una señal de Anderson.

—¿Ves, Jim? Las maravillas de la tecnología —Responde Hank, más animado esta vez —Que sea doble.

Detroit files - Detroit become humanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora