XVI

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Ultima oportunidad


9 de noviembre 2038 - 4:00 PM

Detroit Police Department

Hank y Alessa están sentados en la oficina del capitán Fowler. Connor permanece de pie tras ellos, con una postura rígida y los ojos cerrados. El capitán Fowler camina de un lado a otro, hablando por teléfono con una voz baja y críptica, apenas audible para los presentes. Los ojos de Alessa siguen a Fowler, mientras mueve su pie de un lado a otro, una manía que tiene cuando está ansiosa y Hank tamborilea los dedos en el respaldo de la silla, igual de impaciente. 

Mientras Fowler está en la llamada, Connor se encuentra inmerso en el jardín zen. Como en ocasiones anteriores, nota algo extraño en el lugar: los árboles y las enredaderas de rosas, que normalmente estarían llenos de vida, ahora parecen figuras tenebrosas. La oscuridad llena el espacio y la nieve cubre cada rincón del jardín, junto a ventiscas heladas que desordenan el peinado y la vestimenta impecable del androide.

Todo en el jardín se siente sombrío, como si una nube oscura lo cubriera, amenazando con desatar una tormenta en cualquier momento. El aire es frío y cortante, y el silencio solo se interrumpe por el crujido de la nieve bajo sus pies. Connor sigue el camino rocoso, apenas iluminado por las farolas verticales que emiten una luz tenue y parpadeante. Tiene la intención de cruzar el puente, ahora cubierto por una capa resbaladiza de hielo, y buscar a Amanda, hasta que a lo lejos, una luz azul llama su atención. 

Sabe que su misión es hablar con Amanda, pero la atracción hacia esa luz es casi magnética. Titubeante, se dirige hacia ella y al llegar, descubre que la luz proviene de una especie de estatua o monumento: un arco negro que rodea un pequeño monitor con la silueta de una mano. La luz azul del monitor emite un resplandor frío y misterioso que ilumina tenuemente su rostro.

Se acerca al monitor, dejando a la vista su piel de fábrica, y este vibra ligeramente al detectar su proximidad. Siente el impulso de apoyar la palma en él; sin embargo, al no saber qué significa, aparta la mano y retoma su misión inicial, sintiendo una ligera punzada de decepción.

Continúa su camino, con la mirada fija en la distante figura de Amanda. Ella se destaca nítidamente contra la niebla blanquecina que se cierne sobre el lago helado. La escena tiene un aire tétrico que intimida a Connor, quien inspecciona cautelosamente el suelo helado antes de aventurarse a dar un paso. Al sentir el hielo crujir sutilmente bajo su peso, procede con meticulosa precaución, calculando cada movimiento para evitar la fractura del frágil terreno.

Frente a frente con Amanda, Connor percibe su mirada seria y penetrante. No hay saludos, solo un escrutinio que borra cualquier rastro de amabilidad previa.

—Después de lo que pasó hoy, el país está al borde de una guerra civil. —La mujer rompe el tenso silencio— Las maquinas se vuelven contra sus amos, la única opción de los humanos es destruirlos. 

—Creí que Kamski sabía algo... Estaba en un error. —admite Connor.

—Tal ves si sabía, pero preferiste no preguntar —replica ella con severidad.

Connor es consciente de que Cyberlife monitorea cada uno de sus movimientos. Antes, no le daba importancia, pero el tono de Amanda ahora lo irrita profundamente. No ha hecho nada malo, ¿por qué está tan empeñada en insinuar lo contrario?

—¡Elegí a no jugar su jueguito retorcido y enfermo! —exclama el androide, elevando la voz involuntariamente— No había razón para matar a la androide. 

Detroit files - Detroit become humanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora