capítulo 3; a sky as full of stars

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Había pocos escalones pero muy grandes y yo llevaba un vestido muy corto para subirlos.
-Ponte tú delante, anda. -Me hizo caso sin rechistar y fuimos subiendo los escalones. ¿A quién se le ocurre hacer esto en una discoteca? Encima iba con tacones y estaba a punto de caerme. Me extendió la mano y le miré extrañada.
-Dame la mano y te ayudo a subir.
Se la di y subí con más facilidad que antes. Llegamos a una especie de azotea y nos sentamos en un poyete. Sacó dos cigarros, me tendió uno y los encendió.
-¿Qué tal?
-¿Me lo preguntas ahora?
-Es que todavía no lo he hecho.
-Bien, un poco estresada con los de mis padres y la prensa y eso, pero bien.
-Pero si tú no tienes nada que ver. A ver, son tus padres, pero los periodistas no tienen por qué seguirte a ti.
-Me siguen por cualquier cosa, así que no te extrañes si aparecen mañana en la puerta de tu casa.
-Se tienen que drogar o algo, hablamos un rato y ya se supone que estamos liados -dijo riendo.
-Pero para tu desgracia es mentira, eh.
-¿Para mi desgracia?
-Sí. O por lo menos, eso dice tu hermano.
-No tenía que haber bebido tanto. -Tragó saliva y pegó una calada larga.- ¿Qué te ha dicho?
-Que quieres ligar conmigo, y le he prometido que si voy a tu casa no haré ruido, con pinky promise.
-¿Y vas a venir?
-No puedo -respondí entre risas, este no desaprovechaba ni una.
-¿Por qué?
-Porque trabajas con mi padre y luego sería incómodo.
-Era más fácil decirme que no te gusto.
-Te estoy diciendo la verdad.
-¿Eso significa que te gusto?
-Eres mono. -No era solo mono, era guapo y estaba bueno, que era muy diferente.
-No sé si eso es bueno o malo.
-Es bueno.
Se quedó en silencio mientras fumaba mirando el cielo, yo lo apagué poco después. Entonces fue cuando tuve la oportunidad de mirarle con tranquilidad. Llevaba unos vaqueros anchos largos, unas zapatillas blancas y una sudadera azul en la que ponía "Fake Gods". Tenía el pelo muy despeinado y la luna se reflejaba en sus ojos. El silencio que había no era incómodo, o yo por lo menos no tenía esa sensación.
Se me hizo raro porque no tenía ganas de huir, aún sin conocerle, y yo siempre tenía ganas de huir, incluso con mi familia a veces.
De repente se rió y me miró.
-¿Qué pasa?
-Que para ser solo mono me vas a desgastar con la mirada.
No me había dado cuenta de que estaba mirándole fijamente e incluso había girado la cabeza, estaba centrada solo en analizarle.
-Es que me llama la atención la sudadera. No la he visto nunca.
Muy bien, Naiara, como si no hubiera pasado nada.
-Voy a hacer que te creo. Es normal que no la conozcas. ¿Te gusta?
-Sí, ¿tiene tienda online?
-Claro. Pero si quieres te puedo dar una y acabas antes. Es mi marca.
Se le notaba muchísimo que estaba orgulloso.
-¿Pero lo diseñas tú?
-Más o menos. -Asentí varias veces para que me lo explicara.- Digo como me gustaría que fuera, un equipo los diseña y luego, doy el visto bueno.
-Algún día me compraré una.
-Te la regalo, me caes bien.
-¿Solo bien?
-Sí, no te conozco tanto.
-No te hagas el duro, sé que te encanto -dije en broma guiñándole el ojo.
-No me encantas, eres mona.
-Que rencoroso. -Negué y nos quedamos en silencio unos segundos mirándonos. Hasta que una voz nos interrumpió.
-Ayer la vi, bailando por ahí, con sus amigas por una calle de Madrid. -Ibai cantaba y bailaba de una forma muy penosa con Adri grabándole detrás. Se acercó y le tendió la mano a Eric, que no dudó en cogérsela y bailar con él. Creía que me había librado hasta que también me tendió la mano y no me dió ninguna opción al tirar de mí.
-Yo ni canto ni bailo eh.
-Hazle honor a tu madre hombre -dijo el vasco.
-No sé bailar como mi madre.
-Pero sabrás bailar algo.
-Pasodobles.
-¿Pasodobles? -Preguntaron los tres al unísono.
-Sí.
-Yo no sé bailar eso. -Ibai miró a Adri para que dijera algo.
-Yo tampoco. -Ambos miraron a Eric para lo mismo.
-A ver algo me enseñó mi abuela, pero no se me da bien.
-Adri, la música. -El chico obedeció a las órdenes de Ibai que nos colocó a mi y a Eric en el centro de la "terraza", para luego colocarse junto a Adri.
-¿Tan borrachos van? -Susurré al catalán.
-Se ve que sí.
-A ver como hay que colocarse.
-Estiráis una mano hacia el lado y después las juntáis. -Juntaron sus propias manos.- No, juntáis una mano con la del otro. -Esta vez lo hicieron bien.- Ahora uno tiene que poner la mano en el hombro del otro, y el otro la mano en la cintura de uno. ¿Entendido?
Asintieron y Adri puso la música. Eric tenía razón, se le daba muy mal bailar, no me pisaba de milagro y eso que estaba concentrado mirándose los pies. Yo hacía lo que sabía, no era impresionante pero estaba bien. Los otros dos iban a su bola, nos miraron unos segundos para después imitarnos penosamente. Adri le había copiado a mi acompañante incluso lo de mirarse los pies.
-Atención que os enseño otra cosa.
Cuando me miraron me separé y puse la mano entrelazada encima de la cabeza del chico, lo entendió y giró sobre si mismo agachándose, después tiré de él acercándome. Los otros dos me miraron e hicieron lo mismo, pero peor.
-No entiendo absolutamente nada -dijo Spursito muy extrañado, pero menos que mi padre.
-Què fas ballant pasdoble? Has fumat?
(¿Qué haces bailando pasodoble? ¿Has fumado?)
Sonreí como una tonta. Desde que discutimos en noviembre no me hablaba en catalán, y le encantaba hacerlo porque era la única de sus tres hijos que lo hablaba.
-És que Ibai volia que ballés i només sé ballar això. (Es que Ibai quería que bailara y sólo sé bailar esto.)
-I els altres dos? (¿Y los otros dos?)
-L'Adri s'avorria i l'Eric sap ballar-ho. (Adri se aburría y Eric sabe bailarlo.)
-L'Eric sap ballar? (¿Eric sabe bailar?)
-Malament, però sí. (Malamente, pero sí.)
-La vuestra por si acaso.
-¿No sabes catalán? Pero si eres de Gavà.
-Es que en el colegio copiaba en los exámenes y mis padres hablan siempre en español. ¿Cómo sabes que soy de Gavà?
Porque te he buscado en Google.
-Me lo ha dicho mi padre. -No le iba a decir la verdad, obviamente.
-Bueno, me voy a casa, ¿vienes? -Dijo mi padre enseñándome las llaves.
Asentí y me despedí de la gente con dos besos. Me acerqué al más joven e hice lo mismo.
-Al final no voy a despertar a tu hermano.
Eric rió por lo bajo.
-Ya lo harás un día.
-No te cansas, eh.
-Soy insistente.
-Adiós, Eric -dije riéndome.
-Adiós, Naiara.

se levantaron bailarines. espero que os guste mucho mucho. cuidaros, nos vemos en el próximo capítulo en miami🫶🏻

polaris ; eric ruiz ☆♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora