capítulo 14; memories

758 36 3
                                    

El cumpleaños de mis padres transcurrió sin problemas y sin que nadie supiera nada de lo que había pasado con Eric. Bueno, Javi y Martí sabían algo pero Javi lo disimuló bien y el otro, como pudo.
Estaba hablando con Eric, Javi, Spursito y mi padre. No sé porqué salió la conversación de la historia que había subido del amanecer.
-¿Te has levantado temprano, no?
-No tenia sueño.
-Duermes muy poco. Llegas tarde porque estás con tu amiga, además llegas coja. -No pudo terminar la frase porque Martí no le dejó.
-¿Coja?
-Es que me torcí el tobillo.
-¿Y fuisteis al hospital? -He dicho medianamente bien porque mientras decía eso, Spurs miraba a Eric. Pero mi padre, como nunca había tenido mucha facilidad para pillar las cosas, puso una cara extraña y le dio igual.
-Sí, fui con mi amiga Andrea.
Eso y un golpe en la espalda de uno de los dos hermanos (que mi padre tampoco notó) le valieron para callarse.
-¿Pero ya estás bien? -Dijo el más joven como si no hubiera estado conmigo esa misma mañana y supiera perfectamente como estoy porque nos habíamos pasado el día hablando por mensaje.
Asentí. Mi plan era sacar de ahí a mi padre para que no hubiera posibilidad de volver a cagarla. No quería que se enterara, porque se iba a poner muy pesado y porque si se enteraba él probablemente se enterara más gente, y la gente es la que lo jode todo. Sin embargo, al mayor de los Buyer le dio por preguntarle sobre su vida.
-Entonces, ¿lo has dejado con Clara?
-Sí, llevábamos teniendo problemas un tiempo.
-Vais al revés -dijo Martí, que, por lo visto, no se cansaba de ir revelando información.
-¿Cómo del revés?
-Tú lo dejas con tu novia y Naiara se echa novio.
No éramos novios, todavía, y me estaban entrando ganas de romper el vaso y clavárselo.
-¿Qué novio? -Me miró levantando las cejas y con los ojos muy abiertos.
-El otro día en la discoteca, la entró un tío diciéndola que era rico. Fue muy patético y ahora la decimos que es su novio.
Esa intervención de Javi fue oro. Además, le salió rápidamente y sin tener que pensarlo. Las ganas de pegarle un puñetazo a Spurs desaparecieron un poco, pero no del todo.
Seguimos quedando. Fuimos a cenar más veces y algunas acabamos durmiendo juntos, me le encontré en bastantes sitios y hablamos mucho por WhatsApp. Un día en su casa, me acordé de que había prometido llevarle a dos sitios.
-Oye no se me ha olvidado lo de que no has ido ni al Tibidabo ni al mirador.
-Pero como vayamos solos nos va a ver la gente y vamos a volver a salir en Telecinco.
Me quedé pensando unos minutos mientras Eric ordenaba su habitación, que parecía una leonera (y eso que Javi decía que cuando iba yo a su casa recogía).
-Podemos ir con Martí, Ibai y tu hermano. No es lo que se dice una cita romántica pero puede estar bien.
Se tiró a mi lado en la cama y me puso la mano en su pelo para que se lo tocara.
-¿Cómo vamos a ir con esos? -Dijo con los ojos cerrados.
-No será tan malo. Pobres, si son maravillosos.
-Ya pero no es mi cita perfecta, no sé.
Estaba sentada como un indio, él se acomodó bien poniendo la cabeza entre mis piernas y abrió los ojos para mirarme cuando vio que no seguía acariciándole el pelo.
-Pero sigue.
-Vamos con ellos, porfa. No puedes seguir sin haber estado ahí nunca.
-Claro que puedo, ¿no me ves?
-Venga, que me hace ilusión.
Suspiró, aunque tras unos segundos acabó aceptando.
-Mañana les llamo.
Sonreí victoriosa, le di un pequeño beso y volví a lo que estaba haciendo. Le llegó un mensaje y estuvo un rato escribiendo.
-¿Te vienes a ver el próximo partido del Barça?
-Vale, ¿pero no decías que no te gustaba ver el fútbol con alguien a quien no le gustara?
-Pero contigo sí.
Sentí mariposas en el estómago. Sasha seguro que me diría que son gases, no mariposas. No se dio cuenta de la cara de gilipollas que puse, había vuelto a cerrar los ojos. Normalmente se acababa durmiendo así y le despertaba cuando me aburría.
-Que bonito, soy la excepción.
Se rio y me dio con un cojín.
-Lo eres en muchas cosas.
-¿Ah, sí?
-Sí. Mira, eres la única persona por la que paro la play o dejo de jugar por contestarte y también la única a la que no me canso de escuchar.
-Si escuchas a todo el mundo siempre.
El otro día se tiró una hora y media escuchando a Adri, que encima iba borracho y vocalizaba lo justo, narrarle el partido del 2-8 contra el Bayern.
-Les oigo, pero no tengo ni idea de que hablan a veces.
-De lo que te cuento yo seguro que tampoco.
-Pregúntame lo que quieras que me hayas contado.
-¿Cómo se llama el perro de mis abuelos?
-Midas.
Asentí dándole la razón. Me escuchaba y encima lo memorizaba. Parece una tontería pero eso no lo hacía mucha gente.
-Ahora te voy a preguntar yo a ti.
-A ver.
-Pues... -Se quedó pensando.- No sé que decirte. Bueno, no me hace falta, sé que me escuchas.
-¿Cómo lo sabes?
-Lo sé porque luego te acuerdas y haces cosas con lo que te digo. Por ejemplo, ayer me trajiste el inhalador solo porque tosí.
-No te rías -dije al ver como se le empezaba a formar una sonrisa en los labios.
-Es que solo tosí y parecía que me moría.
-¡Porque creía que te morías! Encima tenía el móvil sin batería y no podía llamar a una ambulancia. Y no tosiste solo, te tiraste un minuto entero tosiendo y sin responderme.
-Porque tenía la garganta seca y no podía hablar.
Sonó una notificación que venía de mi móvil, así que lo cogí de la mesilla.

aa papa❤️

On ets? Que hem quedat amb els avis.
(¿Dónde estás? Que hemos quedado con los abuelos.)
se m'havia oblidat, estic amb andrea, vaig ara mateix
(se me había olvidado, estoy con andrea, voy ahora mismo)

Cuando quise decirle que tenía que irme me di cuenta de que se había dormido, tardaba tan solo segundos en dormirse, ojalá me pasara a mí eso. Me levanté con cuidado de no despertarle, cogí mis cosas intentando no hacer ruido y fui a decirle a Javi que luego avisara a su hermano de que me había ido pero no le encontré por ninguna parte. Cogí un papel, un boli que encontré por ahí y le escribí una nota que dejé debajo de su móvil.
"Me he ido porque había quedado con mis abuelos. Escríbeme cuando te despiertes. No te mueras.
Naiara <3"
Salí, fui a mi casa y cené con mi familia.
Nos pasamos así todo el mes. Nos veíamos casi todos los días y hablábamos siempre. Mi padre se creía que me pasaba el día con mi amiga Andrea y nadie, a parte de Javi, Martí, Milan y mi madre, sabía que quedábamos. La gente creía que éramos simplemente conocidos, ni siquiera amigos.
A finales de febrero, fuimos a una cala perdida de la mano de Dios a ver el atardecer. El cielo se teñía de rosa mientras estábamos sentados en una toalla.
-Tienes razón, tengo que mirar más el cielo.
-¿A qué es bonito?
-Es precioso.
Con él aún más, pero no se lo iba a decir, o por lo menos no por ahora.
-¿Te hiciste un pendiente?
-Sí, pero hace mucho que no me lo pongo.
-Es que tienes el agujero.
-¿Te acabas de dar cuenta?
-Pues sí, es que no te suelo mirar las orejas la verdad.
Murmuró algo, se calló y cerró los ojos un momento.
-Me pone nervioso que me mires tanto -dijo al minuto cuando volvió a abrir los ojos.
Me reí sin dejar de mirarle.
-¿Qué?
-Te quiero.
Puso cara de sorpresa, si digo la verdad ni siquiera yo me lo esperaba. Me acerqué, le puse la mano en la mejilla y le besé sin dejar que respondiera. Me apartó, el miedo me recorrió el cuerpo y me invadieron los pensamientos que me decían que no se lo tenía que haber dicho y que acababa de mandar todo a la mierda. Pero eso se me pasó cuando habló justo antes de volver a besarme.
-Y yo a ti. Te quiero, Nai.

en fin, se quieren. vuelvo veinte días después y suelto esto, espero que os guste. disfrutar ahora porque queda poco de felicidad. cuidaros y nos vemos en el próximo capítulo, besos de fresa <3

polaris ; eric ruiz ☆♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora